La fragata Libertad, los fondos buitre y el fantasma de la deuda
La eterna “deuda externa” sigue presente y vuelve a ser noticia en estga Argentina que estyá a punto de permitir elvoto optativo a los jóvenes de 16 y 17 años. Nunca dejó de serlo, pero ahora aparece insólitamente vinculada a la Fragata Libertad -inisgnia de la Armanda aregntina- embargada, por “fondos buitres” en un puerto africano.
“Buitres rapaces maldicen mi suerte//Pero yo sigo marchando hacia el frente//Sin más que razón por motivo//y con verdad, en soledad//mi destino llevo por el rumbo esquivo//
Siguiendo el rastro dejado por quienes// no se entregaron, como tantos suelen//Quienes jamás negociaron mentiras//por complacer al botón, al ortiva//al carnero o al vigía”.
(Pedro B. Palacios – Almafuerte).
Decididamente, los buitres son animales carroñeros que tienen mala prensa. Los identifica esa cabeza pelada que la evolución les dio y que evita las plumas que se mancharían con la sangre de sus comidas. Ellos no matan a sus víctimas pero se alimentan de los muertos que otros producen.
Efectivamente, los “fondos buitres” no son responsables de nuestro endeudamiento. Ellos simplemente están allí para cumplir su “tarea”: Cobrar deudas de dudosa existencia. No quisieron entrar en los “canjes” y negociaciones armados por el gobierno. Compraron, por centavos, bonos que ahora quieren cobrar a su valor nominal. El gobierno los quiere ignorar, a tal punto que su reclamo ni siquiera está contabilizado en las deudas pendientes. Pero… allí están. Son la ingrata evidencia de una situación irresuelta.
Son resabios de una deuda que –parece- que nunca sabremos hasta dónde es legítima. Sus secuelas están por dónde se las quiera mirar. En el Parlamento, está la orden del Juez Ballesteros -cuidadosamente encajonada- motivada en el reclamo del patriota Alejandro Olmos, para que se investiguen los reclamos fraudulentos. En estos años, de “vacas gordas”, pagamos miles y miles de millones para “desendeudarnos”. Ahora cuando el futuro está medio grisáceo son una carga que no es fácil sobrellevar. Hoy no sobran dólares, tampoco faltan (la balanza comercial sigue dando importantes superávits) pero estas insondables y eternas deudas son un cuello de botella que nos afecta a todos.
Ghana, es un país africano, que tiene la extensión de la provincia de Santa Cruz y cerca de 25 millones de habitantes. Forma parte de la “comunidad de naciones” (Commonwealth), una rémora del viejo imperio británico. Su historia está, al igual que el resto de los países africanos, llena de ocupaciones y dependencia de Europa. El oro fue, en este caso, el motivo de la ocupación colonialista que iniciaron los portugueses, seguidos por franceses, Países Bajos y nor europeos, hasta que los británicos se instalaron y controlaron la situación de aquellos lugares conocidos como “Costa de Oro”. Le reconocieron la independencia en 1957. Por lo que se ve, los vínculos de Ghana con Inglaterra son algo más que amistosos.
Entre las cuestiones en debate se pueden destacar.
Son discutibles las facultades del gobierno de Ghana para retener a la Fragata, un buque escuela. La medida fue a pedido del fondo buitre NML Capital Limited. Argentina dice que, por ser un buque de guerra, está amparada por convenciones internacionales. Las autoridades de Ghana sostienen que nuestro país renunció a dichas inmunidades cuando contrajo la deuda y que ese criterio no se ha modificado.
El gobierno argentino busca responsables por estas desprolijidades. Es obvio que, en esta decisión, intervinieron los ministerios de Defensa y la Cancillería. Los sancionados hasta la fecha son autoridades de la Marina, incluida la renuncia del jefe del arma. Mientras, en la interna interministerial se siguen repartiendo acusaciones y culpas.
El intento de negociación con el viaje de los vice ministros de las carteras mencionadas no tuvo -hasta ahora- un eco adecuado. Para el gobierno de Ghana, que puede estar influenciado por el gobierno británico, la respuesta es sencilla: Se trata de una decisión judicial, es allí donde deben reclamar.
La situación pinta como para extenderse. La tripulación y otro personal retenido, entre ellos varios extranjeros invitados, podrían ser repatriados. El Fondo Buitre involucrado ofreció hacerlo por su cuenta. A ellos les interesa sentarse a discutir con Argentina. Nuestro país se niega a reconocerles entidad alguna y plantea seguir el reclamo diplomático, sin descartar llegar hasta las Naciones Unidas. Para liberar a la fragata piden una fianza de 20 millones de dólares. La deuda que demandan es por 284 millones y forma parte de los 11 mil millones de dólares de bonos en manos de este tipo de reclamantes.
*Analista de Questiondigital