La «guerra mediática»: sobre la declaración pública contra Venezuela del Colegio de Periodistas chileno

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Ernesto Carmona.

La guerra –no encontramos otro término– que tiene, por ahora al menos, como escenario en América los medios periodísticos y como víctima a la opinión pública, abrió otro frente en Chile. He aquí los primeros despachos.

La Mesa Directiva (4 personas: 2 DC, un ex PC y un PPD) del Consejo Nacional emitió el viernes 14 de agosto una declaración pública contra Venezuela (para confundir a la opinión pública como si se tratara de la opinión de todo el Colegio de Periodistas de Chile), sin dejar constancia de la postura disidente manifestada desde el día anterior por el 5º miembro de esa instancia, es decir, yo mismo, que como pro tesorero ejercía las funciones de tesorero ante la ausencia por más de un año del tesorero titular (también DC).

Simplemente, en la declaración se omitió el voto de minería del tesorero, motivo que provocó mi renuncia a ese cargo. También es grave no haber consultado antes la opinión de todos los miembros del Consejo Nacional, elegidos en comicios nacionales, como solían hacerlo anteriores presidentes del Colegio.

En otras palabras, fui excluido de la Mesa Directiva.

No incluir mi voto disidente fue una grave infracción a la ética gremial, incluso a la ética de las relaciones humanas, porque esta mención expresa de mi desacuerdo en una línea final fue acordada con el presidente del Colegio durante la mañana del jueves, cuando hacíamos un trámite por la organización ante el Banco del Estado, y el viernes le escribí mensajes y hablé con él por teléfono.

Es antidemocrático y totalitario que cuatro personas se arroguen la representación de todo el Colegio de Periodistas de Chile para formular una declaración que no atañe directamente a los temas esenciales por los que debe velar esta organización gremial y sólo obedece a oscuros propósitos reaccionarios internacionales operados por la ODCA (la internacional demócrata cristiana), la SIP y otras instancias imperiales pro estadounidenses de marcado signo de derecha neoliberal.

Esta declaración, que de paso está plagada de mentiras, infundios y afines, desprestigia internacionalmente al Colegio de Periodistas de Chile.

Y también es anti-ético confundir a la opinión pública con la inclusión entre los cuatro firmantes de la Mesa a un “tesorero” que es “nominal” –porque no participa en el Colegio– para fingir un “consenso” que no existió. Por supuesto, la declaración fue publicada con alborozo por los medios de información chilenos derechistas y anti-democráticos que responden a una propiedad mediática no plural y altamente concentrada

Estamos en el Consejo Nacional del Colegio porque nuestros pares nos eligieron para sustentar una postura gremial y política en la conducción de una organización que representa a los trabajadores de la prensa, no a los dueños de los medios de comunicación.

En Chile hay muchos asuntos que merecerían declaraciones del Colegio, tal como lo hizo hoy lunes el Consejo Metropolitano respecto al escandaloso fallo de la Corte Suprema que rebajó las penas a los asesinos de nuestro compañero José Carrasco, asesinado hace 33 años. También impetrar justicia ante las agresiones contra periodistas perpetradas por Carabineros en los últimos dos años, que incluso provocaron la pérdida de un ojo de un reportero. O la silenciosa confabulación para acentuar la propiedad de los grupos económicos en la legislación sobre televisión digital, que se está cocinando subrepticiamente, poniendo en riesgo la oportunidad histórica de democratizar ese medio público, de todos los chilenos, pero manejado por unos pocos grupos económicos.

Para mejor conocimiento de esta situación incluyo dos mensajes que dirigí el viernes al presidente del Colegio:

Carta dirigida al presidente del Colegio de Periodista de Chile, Abraham Santibáñez, en rechazo al borrador de una declaración pública contra Venezuela, enviada a las 10:38 del viernes 14 de agosto:    

Abraham, ya te dije ayer que no es nada personal, sino una postura política. Yo estoy en la mesa porque privilegié (no sé si cometí un error) la gobernabilidad del Colegio (inicialmente por dos meses) pero no comulgo con los partidos que ganaron las elecciones. Sé que hay una presión internacional para este tipo de declaraciones, desde la ODCA a la SIP, pero te aclaro que el Colegio de Venezuela ya no representa a todos los periodistas, sólo a los que sirven a los grandes medios que están contra Chávez tal como aquí estuvieron contra Allende, y están formando o ya constituyeron otra organización, la Asociación Venezolana de Periodistas.

Tampoco tengo tiempo hoy para involucrarme en proponer textos para cualquier declaración contra Venezuela bajo cualquier pretexto y me reservo el derecho a expresar libremente mi opinión diferente. Pienso que el Colegio está para servir principios que atañen a los periodistas, no a los dueños que se arrogaron el "derecho" a informar y pretenden sustituir a la opinión pública invocando mañosamente la libertad de expresión que es distinta a la libertad de empresa.

La concentración de la propiedad de los medios y la ausencia de pluralismo en todo el continente, quizás con la excepción de Argentina, lesiona mucho más la libertad de expresión. Individuos como el mexicano Ángel González, que posee toda la TV abierta de Guatemala, 4 canales (y 2 canales en Chile) o las cuatro familias de Honduras que manejan todos los medios de ese país dañan mucho más la libertad de expresión que cualquier saneamiento o reforma legítima de las concesiones del espectro radioeléctrico, que es un bien público, no privado, no ameritan declaraciones del Colegio.

En muchos países no se renuevan concesiones o se modifica la ley, como está ocurriendo en Argentina y debería ocurrir en Chile, donde está manipulándose la perpetuidad de los actuales protagonistas que tienen todo listo para convertir la legislación de televisión digital en un monopolio vitalicio. En fin, quiero dejar expresa constancia de mi desacuerdo.

Esto no es nada personal, pues siento aprecio por ti y María Teresa, más allá de mis adversas diferencias políticas, pero quisiera mantener mi independencia. No quiero aparecer como comparsa de proyectos que se cocinan en la ODCA.

Te saluda, Ernesto Carmona

Segunda carta, una vez difundida la declaración,
enviada a las 18:54 horas del mismo viernes 14:

Abraham, voy a responder a esta declaración, voy a impugnarla públicamente, entre otras cosas porque no se respetó el acuerdo contigo de que llevaría una línea al final en que se expresaría mi desacuerdo y en cambio pusieron la firma del tesorero "titular" que en la práctica no existe. Mediante este "mail" presentó formalmente mi renuncia irrevocable a las tareas de "tesorero" que venía desempeñando como "pro-tesorero". Es decir, a partir de este instante me desligo de la Mesa del Colegio.

Creo que el Colegio está para servir a los intereses de los periodistas, de Chile, Honduras, o cualquier país, no de los dueños de los medios, ni a las campañas de las transnacionales de la información, ni a los propósitos de organizaciones internacionales como la ODCA.

Saludos, Ernesto

Addenda
La falsa declaración:

El Colegio de Periodistas expresa preocupación ante grave situación de la prensa en Venezuela

El Colegio de Periodistas de Chile manifiesta su profunda preocupación por la situación de la prensa en Venezuela, donde los intentos de control estatal ponen en  grave peligro el derecho ciudadano a la información. Especial alarma ha provocado en el gremio periodístico –tanto a nivel nacional como internacional- la pretendida Ley de Delitos Mediáticos, proyecto que provocó un enérgico rechazo de la opinión pública.

Solidarizamos con nuestros colegas venezolanos, cuya orden gremial se ha declarado en Alerta Roja. Aún cuando por ahora habría libertad de expresión en el país, ya está seriamente limitado el derecho ciudadano a estar debidamente informado (garantizado en la Constitución) por el progresivo silenciamiento de  medios, como el reciente cierre de 34 radios y 2 televisoras regionales.

Asimismo, expresamos nuestro firme repudio a las agresiones a  medios y a periodistas, cuyo trabajo es cada vez más difícil por el extremo grado de polarización que vive la nación venezolana. Hoy condenamos enérgicamente el violento ataque a un grupo de periodistas el día de ayer. Y recordamos que dos semanas atrás fueron llevados a juicio militar dos periodistas que estaban cubriendo una protesta sindical.

En cuanto al proyecto de penalización de  delitos mediáticos -que el gobierno debió retirar de la Asamblea General-  consideramos que hay que estar atentos a propuestas como ésta, que amenazan la libertad de  expresión en nuestra región. Es preocupante tanto su justificación oficial como los contenidos. En su presentación oficial, se explicó a los diputados que el objetivo es "regular la libertad de expresión" en el país dado que existen "nuevas formas de criminalidad surgidas del ejercicio abusivo de la libertad de información y opinión".

El Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela alertó en un comunicado que la aprobación del proyecto de ley "colocaría a los ciudadanos a un paso de ser penalizados por tener opiniones y hacerlas públicas".  El artículo 5 del proyecto legislativo establece que "toda persona que divulgue a través de un medio de comunicación social noticias falsas que ocasionen grave alteración a la tranquilidad pública (…) será castigada con una pena de prisión de dos a cuatro años".

Los periodistas venezolanos llaman la atención sobre las graves medidas  de amedrentamiento provenientes del gobierno del Presidente Hugo Chávez, las que se reflejan en "el cerco contra las emisoras de radio que no repiten las consignas oficiales; la promoción de una nueva ley de periodismo; el hostigamiento a televisoras y periódicos, y la criminalización de la disidencia política".

Como Colegio de Periodistas de Chile, rechazamos enérgicamente toda amenaza a las libertades de opinión e información, solidarizamos con nuestros colegas venezolanos y estaremos atentos a toda forma de atentar contra estos derechos en cualquier país del mundo, especialmente en nuestra región.

(Firma)
Directiva del Colegio de Periodistas de Chile
Abraham Santibáñez, presidente;  
Rodrigo  Miranda, vicepresidente;
María Teresa Maluenda, 2ª vicepresidente;       
Tebni Pino, sectetario general;       
Edgardo Marín, tesorero.


Addenda II

Conocidos los términos de la denuncia de Ernesto Carmona, en pocos minuos más de una decena de periodistas se solidarizaron por escrito con el ex dirigente.
Por lo que valga, si algo, quienes colaboran en Chile con este portal periodístico y cultural  también solidarizan con Carmona –aunque no integren la pomposa organización gremial cuyos dirigentes mienten en forma tan descarada.

 

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