La Huasteca, el paraíso natural mexicano en peligro por los devastadores efectos del ‘fracking’

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Los habitantes de la Huasteca Potosinauna región al noreste de México conocida por sus bellezas naturales, luchan para impedir la devastación de sus ríos y selvas ante la amenaza del ‘fracking’ y la explotación de hidrocarburos.

Esto, como consecuencia de la reforma energética impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, la cual contempla explotar grandes reservas de petróleo y gas de lutitas en toda la región del noreste mexicano.

Una situación que encendió las señales de alerta ante la llegada de las primeras empresas que buscan explotar las riquezas del subsuelo, pese a la resistencia de los pueblos indígenas y las advertencias sobre los grandes riesgos de contaminar una región donde la economía local depende por completo de sus recursos naturales.

Un conflicto que incluso ha provocado que los pobladores de la Huasteca aprobaran incrementar el número de policías comunitarias para defender el territorio ante la entrada de empresas que buscan explotar hidrocarburos en la zona.

Se encienden los focos rojos

Un video difundido en Facebook detonó las señales de alerta. En la imagen, se observa una camioneta de la empresa estatal Pemex junto con otra camioneta del Ejército mexicano, ingresando a la comunidad de San Pedro, en el municipio de San Antonio, con el objetivo de realizar trabajos de exploración con explosivos. Una versión que luego sería confirmada por autoridades locales.

Las imágenes, captadas el 24 de julio, se difundieron rápidamente en redes, mientras  líderes de Tanlajás y San Antonio alertaron a las localidades vecinas y convocaron a realizar manifestaciones contra la explotación de petróleo y gas en la Huasteca.

Desde entonces, el tema desató una serie de protestas en al menos 17 municipios de la región, que se ubica en el estado de San Luis Potosí y cuenta con más de 600.000 habitantes y 397 comunidades indígenas de las etnias téenek, nahua y, en menor medida, pame.

El líder indígena Domingo Rodríguez Martell,

«Hace un año llegó por primera vez un comisionado de Pemex Exploraciones, donde me solicitan que autorice dentro del Ayuntamiento un lugar donde puedan depositar explosivos para la explotación de hidrocarburos. Consulté con varios compañeros y quedamos en darles largas a esa solicitud, plantear distintas interrogantes a la empresa, pero no le contestamos en ese momento, sino después», relata Domingo Rodríguez Martell, presidente municipal con licencia del municipio de Tanlajás.

El político y líder indígena, quien difundió las primeras imágenes de la entrada de Pemex a la zona, explica que en el pasado existieron algunos acercamientos de empresas con autoridades municipales para operar en la Huasteca. Pero no fue sino hasta finales de julio, pasadas las elecciones presidenciales, cuando la actividad se intensificó. De ahí que las comunidades consideran que la ofensiva forma parte de un intento del gobierno del presidente Peña Nieto para acelerar los trabajos de explotación de hidrocarburos durante sus últimos meses en el cargo.

«Hace como un mes (4 de julio) llega nuevamente la gente de la empresa Schlumberger, quienes de manera prepotente le dicen al presidente interino que le autorizaran el permiso», cuenta Domínguez Martell en entrevista. Según un documento fechado el 4 de julio, la empresa privada Schlumberger señaló al municipio de Tanlajás que no requería permiso municipal para transportar explosivos. «Al mismo tiempo sabíamos que en otros municipios estaban haciendo lo mismo», añade Domínguez Martell.

Hasta el momento, se tiene certeza de que empresas extractivas han tenido acercamientos con autoridades municipales de al menos cuatro localidades (San Antonio, Tanlajás, Aquismón, Xilitla) para realizar trabajos de exploración en la zona, utilizando explosivos. Así se constató con el permiso expedido por la Secretaría de la Defensa Nacional para utilizar 190.000 kilogramos de explosivos en la licitación AE-0391-M-Ébano, concedida por la Comisión Nacional de Hidrocarburos a dos empresas de capital chino (D&S Petroleum y DS Servicios Petroleros) para explotar petróleo en el municipio de Ébano.

«Ellos nunca nos han consultado. No nos informaron, no nos dijeron nada, absolutamente nada. Ahora que ya está encima la exploración ya quieren depositar explosivos y quieren que nosotros aceptemos, pero claro que no vamos a aceptar», señala Domínguez Martell.

La Ley de Hidrocarburos, en su artículo 120, señala que el gobierno mexicano «deberá llevar a cabo los procedimientos de consulta previa, libre e informada necesarios y cualquier otra actividad necesaria para su salvaguarda». Algo que hasta el momento no se ha hecho en la zona Huasteca.

«No importa que perdamos una vida, lo importante es salvar las demás», dice Domínguez Martell. Para salvarse del ‘fracking’, el municipio de Tanlajás se declaró como reserva ecológica para impedir la explotación de hidrocarburos.

La contaminación del agua

Uno de las mayores preocupaciones en torno a la explotación de hidrocarburos tiene que ver con los graves impactos ecológicos que se prevé podría tener la explotación de reservas «no convencionales» de petróleo y gas de lutitas. Yacimientos que se explotan mediante la técnica de la fractura hidráulica, con efectos altamente contaminantes, según un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En este sentido, México es el sexto país a nivel mundial con mayores «reservas no convencionales» de hidrocarburos, para las cuales se utiliza la técnica del ‘fracking’, y uno de los tres países con mayor estrés hídrico del planeta, según datos de la UNAM.

«Nos están vendiendo una contaminación garantizada de las aguas por muchos años», afirma Luis Eduardo Álvarez, ingeniero geólogo por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, quien lleva 40 años estudiando la zona de la Huasteca Potosina.

Explica que cada zona geológica es única, como «una huella digital», por lo cual, los efectos de la fractura hidráulica pueden ser diferentes en la Huasteca y Texas. En la Huasteca, el suelo es como un «queso gruyere», muy poroso, en el que pueden infiltrarse ciertos líquidos con relativa facilidad.

De este modo, si se quieren sacar dos millones de litros de petróleo y gas, tienen que inyectar una cantidad equivalente de líquido en el suelo. Pero como el agua ocasiona mucha fricción en las tuberías, se mezcla con un coctel de químicos que contaminan los acuíferos.

Un fenómeno que contaminaría los ríos y aguas subterráneas de la región a partir de un «proceso acumulativo» que podría tomar algunos años antes de hacer evidentes sus efectos.

Álvarez también señala que una de las características que hacen a la Huasteca particularmente atractiva para las empresas extractivas, es precisamente sus grandes reservas de agua.

«Para hacer un pozo necesitas agua. Hay lugares de la República donde hay petróleo pero no hay agua. En la Huasteca hay petróleo y hay agua», señala Álvarez. En este sentido, el geólogo considera que la manera en que el presidente Peña Nieto quitó por decreto la veda de muchos acuíferos que abren la puerta a la privatización del vital líquido, tiene que ver en buena medida con el objetivo de utilizar grandes cantidades de agua para el uso del ‘fracking’.

«Levantaron la veda de las cuencas para venderlas al mejor postor», afirma el geólogo. Álvarez también advierte que la manera en que EE.UU. ha buscado «irse apoderando del petróleo más cercano y más barato», también explica parte de la amenaza que prevalece en la Huasteca.

Pero la amaneza sobre la Huasteca no es la única, ya que en otros estados del noreste del país también existen intentos por explotar hidrocarburos con la nociva técnica de la fractura hidráulica.

El Plan Quinquenal de Licitaciones para la Exploración y Extracción de Hidrocarburos 2015-2019 establece a San Luis Potosí junto con Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y Puebla, como los estados donde se considera realizar explotación «no convencional» de gas de lutitas, mediante la técnica del ‘fracking’.

Un estudio reciente de la Universidad de Duke, sostiene que en EE.UU. el uso de agua para la técnica de fractura hidráulica se ha incrementado en un 770% desde 2011. Un ejemplo que se podría reproducir en varias regiones de México, como la Huasteca Potosina.

La reforma energética que abrió las puertas del despojo

«Esto comenzó a partir de las reformas estructurales a partir de 2012, cuando el gobierno reformó las leyes de energía», dice Rafael Reyes Martínez, hablante de la lengua téenek e integrante del Consejo Consultivo Indígena, en entrevista.

La señora Concepción muestra un cerro aledaño a la casa de sus padres donde se han realizado exploraciones de hidrocarburos. / Manuel Hernández Borbolla / RT

«En la Huasteca Potosina vivimos de la agricultura, también del turismo. Si se implementa esta técnica del ‘fracking’ se vería perjudicado nuestra fuente de trabajo», añade Reyes, quien vive en el municipio de Tancanhuitz, una región donde habitantes de comunidades indígenas viven con el temor de que la explotación de hidrocarburos pueda provocar un desalojo forzado de sus tierras.

«En la Ley de Hidrocarburos se le da mayor relevancia a la actividad extractiva. Ahí es donde peligra nuestra comunidad. Se han detectado yacimientos petroleros y el gobierno, por utilidad pública, nos puede desalojar de nuestras comunidades», explica Reyes.

El artículo 108 de la Ley de Hidrocarburos señala que, en caso de no llegar a un acuerdo entre el contratista y las comunidades, la Secretaría de Energía podría solicitar una «servidumbre legal de hidrocarburos» para beneficiar a las empresas.

En la comunidad de Piaxtla, Tancanhuitz, la subsistencia de mucha gente depende del cultivo de maíz, caña y naranjo.
 

«La aprobación misma de la reforma energética nos vino a aclarar que era la legislación de un vil despojo de las tierras y la riqueza del subsuelo, incluso el agua», señala Rogel del Rosal Valladares, asesor de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina.

La Secretaría de Energía ha señalado que hasta el momento sólo existe la autorización para explotar hidrocarburos en Ébano, las áreas de la Huasteca correspondientes al estado de San Luis Potosí no se encuentran previstas en el proceso de licitación de yacimientos «ni tampoco se prevé que se realice ninguna otra licitación en lo que resta de la presente administración». Así lo informó en un oficio el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, al gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras.

Pobladores de la Huasteca se reúnen en Ciudad Valles para protestar contra la explotación de gas y petróleo en la zona. México, 12 de agosto de 2018. / Manuel Hernández Borbolla / RT

«Muchas veces el Estado nacional ha excluido y discriminado a los pueblos indígenas. Hoy se sigue  teniendo una deuda enorme en relación al desarrollo de los pueblos indígenas, y con esto, prácticamente están pretendiendo liquidarlos, porque ¿de qué van a vivir los pueblos y sus poblaciones si se deteriora su medio ambiente?», cuestiona el activista Juan Felipe Cisneros Sánchez, quien lleva años trabajando con comunidades indígenas de la región Huasteca.

Auge turístico en peligro

En los últimos años, la Huasteca Potosina ha vivido un auge turístico sin precedente para una región cuya economía se ha sostenido durante décadas de la agricultura, principalmente el cultivo de caña de azúcar y la ganadería.

Un crecimiento del turismo impulsado por la promoción y exposición mediática de parajes naturales como la cascada de Tamul, Micos, el Puente de Dios, Minas Viejas, el Sótano de las Golondrinas o el jardín surrealista de Xilitla.

En 2017, la zona Huasteca recibió a 256.045 turistas, según datos de la Secretaría de Turismo de San Luis Potosí. Un incremento de 10,8% respecto a 2016.

Cascada de Tamul, uno de los principales parajes naturales de la Huasteca.
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Pero más allá de las cifras, en localidades como Ciudad Valles, se vive un ‘boom’ turístico como nunca antes se había visto. Tanto, que muchos hoteleros tienen llenas las reservaciones para el periodo vacacional de primavera de 2019 y los restauranteros hablan de que en la Huasteca «ya no existen temporadas bajas«, debido a una mayor afluencia de turistas extranjeros y nacionales.

«Nosotros vivimos en cuestiones de turismo de los ríos y de los manantiales que existen en la Huasteca. Tristemente, si se llega a realizar el ‘fracking’ todos estos mantos acuíferos quedarían contaminados, lo que terminaría dañando también la flora y la fauna», dice Ena Buenfil, directora de Selva Téenek y directora de Huaxteca.com, una de las principales operadoras de turismo de aventura de la región.

«Una vez que la gente se entere que el agua está contaminada, difícilmente querrá venir a nadar o navegar los ríos que tenemos. Al afectarse la flora y la fauna, que es otro de los atractivos de la zona, haría que la gente deje de venir», agrega.

La contaminación del agua por la explotación de hidrocarburos podría traer consecuencias fatales para la flora y la fauna local.

La especialista en turismo compara el auge turístico que vive la Huasteca con Costa Rica, uno de los destinos de ecoturismo más importantes a nivel internacional.

Una de las explicaciones de por qué la Huasteca se ha convertido en uno de los principales destinos ecoturísticos de México es porque la mayoría de los parajes naturales quedan relativamente cerca uno del otro y no es necesario viajar grandes distancias para recorrer la región.

«En un periodo corto de tiempo puedes visitar muchas zonas increíbles», señala Buenfil.

Pero además del turismo, otras actividades prioritarias para la región podrían verse afectadas con el ‘fracking’ y la contaminación del agua, tal como ocurre con el cultivo de caña, actividad que anualmente deja una derrama económica de 3.000 millones de pesos (158 millones de dólares) en la zona Huasteca, según datos de la Confederación Nacional Campesina.

AMLO dice que prohibirá el ‘fracking’

De este modo, la explotación derivada de la reforma energética será uno de los legados de la Administración de Enrique Peña Nieto al futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha manifestado en contra de la fractura hidráulica.

«No vamos a usar ese método ya para extraer petróleo», dijo López Obrador en conferencia de prensa, el pasado 31 de julio. Sin embargo, el presidente electo no ahondó más en el tema. Aunque la declaración fue bien recibida por las más de 40 organizaciones que conforman la Alianza Mexicana Contra el Fracking, la agrupación señaló que es necesario plasmar dicho compromiso en términos de ley.

Fotos Manuel Hernández Borbolla / RT

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