La «justicia infinita» camina entre nosotros

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El 9 de mayo de 2004 se informaba que en la localidad de Hyndman, estado de Pennsylvania, EEUU, un atribulado David Sivits había declarado a la prensa: «Cumplió órdenes. Le pidieron que tomara una fotografía y lo hizo». David Sivits es el padre de Jeremy C. Sivits, 24 años, conductor de camiones del ejército estadounidense, condenado el día 19 a un año de prisión por un tribunal militar.

La condena no se debió a que fuera un mal fotógrafo; al fin y al cabo su trabajo recorre el mundo. Jeremías Sivits fue el primer soldado en enfrentar una corte marcial por las torturas y otros malos tratos infringidos a los prisioneros iraquíes bajo custodia del ejército estadounidense en la prisión de Abu Jhraib.

Los observadores estiman que este fallo -contra un chofer de vehículos pesados que integra la 372ª Compañía de Policía Militar- anticipa la preparación de una farsa mayor. Probablemente no habrá responsables entre medios y altos oficiales por la conducta de los militares estadounidenses en las prisiones y campos de concentración bajo sus mandos.

Al fin y al cabo la tortura tiene una historia nada breve: fueron agentes oficiales y de la milicia estadounidense quienes la enseñaron y propagaron como método habitual en sus escuelas de Panamá, Carolina,etc… a los buenos amigos de América del Sur y otros países. Las enseñanzas dejaron 30.000 muertos y desaparecidos sólo en Argentina.

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Fuente: Prensa internacional del 19 de mayo de 2004.

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