La latente amenaza del dengue: más de 150 mil casos en Argentina
La epidemia de dengue sigue arrojando cifras históricas en Argentina, con más de 151 mil casos para la temporada 2023/2024, de los cuales 134 mil se regitraron en los primeros tres meses del año, con un saldo de 106 muertes, la mayoría mayores de edad.
El ministro de Salud, Mario Russo, quien se mantuvo en silencio en las 13 semanas de gobierno, espera que en el primer encuentro del Consejo Federal de Salud se debata el aumento de casos, como también la posible incorporación al calendario de la vacuna contra el dengue, el comienzo de la campaña de vacunación antigripal y el plan de receta electrónica.
En un análisis detallado de cómo está impactando la epidemia, el informe oficial indica que 19 jurisdicciones en las cinco regiones del país registran circulación viral autóctona de dengue. El mayor número de casos es aportado por la región del Centro -Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba-, seguida por el Noreste (las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones).
El boletín señala que “el 91% de las infecciones son autóctonas, 6% están en investigación y 3% son casos importados”, es decir de países limítrofes. “La incidencia acumulada hasta el momento para el total país es de 321 casos cada cien mil habitantes. En el mismo período 325 casos fueron clasificados como dengue grave (0,21%) y se registraron 106 casos fallecidos (letalidad 0,07%)”, agregaron. En tanto, los fallecidos ya son 106 en todo el país, con dos nuevos casos en Mendoza.
“La Argentina enfrenta una epidemia importante”, señaló el especialista en epidemiología Pablo Orellano. “Obviamente que si se la compara con algunas áreas de Brasil, aun estas grandes cifras pueden parecer inferiores, pero para la dinámica de la infección en la Argentina es preocupante”, señaló.
La autoridad sanitaria de Brasil ya reportó este año más de 2.045.277 casos de dengue y 715 muertes. En tanto Paraguay, han registrado más de 36.000 casos confirmados y 74 fallecidos, según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Orellano indicó que esto se relaciona no sólo con la comparación con el registro de la incidencia de las epidemias anteriores de dengue, sino también con la tensión que genera en la demanda de los servicios de atención médica -como por ejemplo en la ciudad de Buenos Aires- y con la aparición de más muertes de personas que no tenían comorbilidades.
El gobierno no facilita la vacuna
En Argentina, la única vacuna aprobada para combatir el dengue es la Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda. Esta vacuna, autorizada oficialmente, se administra en dos dosis con un intervalo de tres meses y está indicada para personas a partir de los cuatro años de edad y sin límite de edad.
Actualmente, la vacuna está disponible únicamente con prescripción médica en el ámbito privado. El gobierno descaretó recientemente incluirla en el sistema nacional -lo que haría que fuera gratuita y obligatoria- al cuestionar su efectividad, y consideró que «por el momento no es necesario» implementar una campaña de vacunación.
La protección contra el dengue comienza a desarrollarse después de la segunda dosis, administrada tres meses después de la primera. Aunque se ha observado cierta protección después de la primera dosis, esta es parcial y transitoria. La protección completa se alcanza entre 10 y 15 días después de la segunda dosis.
Darío Vezzani, investigador en ecología de mosquitos del Conicet, el Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable y la Universidad Nacional del Centro, indicó que “la epidemia actual de dengue es la peor en la historia de la infección en la Argentina, en cuanto a número de casos y fallecimientos. Es la quinta epidemia nacional y es peor que la anterior que fue el año pasado”.
Cada epidemia -desde 2009 en adelante- “fue peor que la anterior, y con la actual aún quedarían dos meses más de transmisión de la infección”, subrayó Vezzani. Lo que se observa es que cuanto más al sur se encuentra, el virus logra instalarse en las ciudades más grandes, como ocurrió con Bahía Blanca o Tandil, que tuvo casos autóctonos el año pasado y este año”, añadió.
Para el investigador, “esta epidemia abre el interrogante sobre si la región del Norte del país tendrá circulación autóctona del virus durante el invierno como ocurrió el año pasado o si se cortará como ocurría antes”.
Desde la última semana de julio del año pasado hasta la primera quincena de marzo, en el país se registró una incidencia acumulada de 321 casos cada cien mil habitantes. En ese mismo período, 325 casos fueron clasificados como dengue grave. En la temporada anterior (2022/2023) sólo se habían registrado 65 fallecidos.
*Periodista argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)