La noticia olvidada: emboscado el presidente de Honduras

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Dick Emanuelsson*

La comitiva del presidente Manuel Zelaya Rosales fue víctima de una emboscada armada en la tarde del viernes 12 de junio. Dos balazos perforaron el vidrio panorámico del automóvil que llevaba al primer mandatario hondureño –que salió ileso del atentado–. Sin embargo la "prensa seria" continental se refirió tan solo a "un posible" atentado.

La emboscada fue ejecutada cuando la comitiva del presidente iba por el anillo periférico cerca la base de la Fuerza Aérea Hondureña y solo a unos 15 minutos de la oficina de este reportero.

A las 22.30  los canales de televisión y radio integraron,  obligados, cadena nacional y la presidencia, en un breve comunicado de prensa leído por el ministro de seguridad Jorge Rodas Gamero, informó sobre los sucesos a las 18.00 horas esta tarde en Tegucigalpa, capital de Honduras.

No es de extrañar que algo así ocurriera. Las clases pudientes en Honduras están desesperadas por la “encuesta popular” que se va a realizar el 28 de junio en donde el pueblo puede votar si quiere que se llame a elecciones para elegir diputados a una constituyente en el mes de noviembre. El viejo poder político con todo su poderío en el aparato estatal, ha movilizado una furiosa campaña de terror a través de sus medios acusando al presidente Zelaya de crear las condiciones de un golpe de Estado e instaurar "una dictadura al estilo de Cuba" o una "tiranía al modelo de Chávez".

En esta campaña de terror mediático el fiscal general de la republica, Luís Alberto Rubí, y la Procuradoría han declarado que encuesta el 28 de junio es ilegal. El fiscal Rubí incluso en un tono amenazante dijo que si los generales del Estado Mayor de las FF.AA. obedecen a las decisiones del ejecutivo de vigilar las urnas y los locales de votación el 28 de junio, serán detenidos y enjuiciados por violar la constitución.

Iglesias, partidos y oligarcas contra el presidente

Es contra ese mismo Ministerio Público que una decena de jóvenes fiscales se declararon en huelga de hambre el año pasado por la corrupción interna de su cúpula dirigente, una huelga de hambre que duró más de 45 días y recogió gran simpatía por las exigencias de estos fiscales –que posteriormente fueron amenazados–. Uno de los voceros de estos fiscales casi perdió la vida en un atentado.

El congreso nacional, un hormiguero de corrupción que alberga a la élite política y económica de Honduras, ha hecho todo para impedir la encuesta el 28 de junio. La iglesia católica y pastores evangélicos, juristas al servicio de la oligarquía local, los empresarios y todos los partidos políticos –menos el PUD, Partido de Unificación Democrática– se ha pronunciado en contra de la Cuarta Urna por ser ilegal. Pero el presidente, con argumentos válidos y basándose en la Constitución vigente, ha logrado convencer a la gran mayoría del pueblo hondureño de la importancia de votar el 28 de junio.

Miles en la calle para la "Cuarta Urna"

Y el jueves manifestaron decenas de miles de hondureños en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Ceiba y Choluteca en favor a la “Cuarta Urna”, es decir: a favor de la convocatoria para elegir una constituyente que elaborará una nueva constitución para transformar la sociedad hondureña en una sociedad donde la población hasta ahora excluida en la formación de su propio futuro tenga base jurídica para una activa participación.

Es esa participación que la oligarquía ni siquiera quiere permitir; el pueblo no debe tener derecho a opinar si o no el 28 de junio.

¿Y cómo informa el “periodismo ético”?

El diario El Heraldo, en manos de Jorge Canahuati, representante de una de las dos familias hondureñas que son los dueños de los medios masivos, tanto de prensa escrita, radioemisoras como canales de televisión, describe las multitudinaria marcha el jueves con el titulo: “Obligados a participar en deslucida marcha”, refiriéndose a los trabajadores públicos. Con la clásica manipulación de los editores intentan torcer a la opinión pública hondureña para que ésta tome una actitud negativa a la encuesta el 28 de junio:

“El gobierno obligó ayer a centenares de empleados públicos a marchar a favor de la encuesta ilegal que se pretende hacer el 28 de junio, sin embargo, ni esto salvó del fracaso el movimiento apoyado por el Poder Ejecutivo”, escribía El Heraldo ese viernes.

Y sigue la nota: “Además de los burócratas, participaron algunos indígenas, miembros de sindicatos y del Bloque Popular.”

Una oligarquía sacudida

La verdad es que había miles de hondureños en Tegucigalpa el jueves pasado, según pudo constatar este reportero. Las tres centrales obreras están unidas a favor a la encuesta, y centenares de indígenas, sindicatos, miles de personas de los barrios y las colonias en los cerros con su extrema pobreza marcharon; es decir: la marcha el jueves del 11 de junio fue en si una encuesta popular a favor a la Cuarta Urna. Y la masiva participación del pueblo en las marchas en las cuatro ciudades más importante del país con toda la seguridad sacudió a la oligarquía y a los grupos de poder económico y político de la oligarquía.

Las cada día más agresivas acusaciones contra el gobierno del presidente Zelaya por instaurar una dictadura o planificar junto con los militares un golpe de Estado, ha creado una polarización donde todo puede pasar. Por un lado el pueblo y, por primera vez en la historia de Honduras, un presidente, y por el otro lado, un grupúsculo de oligarcas están enfrentados.

La Internacional de la derecha

Aparecen los mismos y costosísimos avisos de publicidad en la prensa, firmados por organizaciones fantasmas sembrando terror y que insinúan que no hay “Democracia y libertad” o que están en peligro. Es la misma campaña de terror que los pueblos de Venezuela, Bolivia y de Ecuador han pasado y que ha contado con el apoyo de la Casa Blanca y la internacional de la derecha, encabezada por Maria Vargas Llosa, José María Aznar y toda esa red de destacados representantes de la derecha latinoamericana, que cuando un pueblo quiere crear y formar su propio futuro sin intervención de actores ajenos, son atacados y acusados por querer enterrar la libertad.

Pero habría preguntarse ¿Cuál libertad? ¿Para qué y para quienes?

El presidente Manuel Zelaya Rosales salió ileso del primer atentado en la noche del viernes. La derecha y los actores internacionales, no ven con ninguna simpatía que Honduras haya establecido relaciones diplomáticas con Cuba, se haya adherido a la Alternativa Bolivariana de las Américas, sea miembro pleno de Petrocaribe –que se reunió el mismo día por el atentado en la isla caribeña St. Kitty–, que está en una durísima lucha para sacar Honduras de la extrema pobreza, que la sitúa como el tercer país más pobre del continente americano.

Los enemigos de ese proceso han desatado el primer atentado físico contra el mandatario hondureño que solo ha querido acercarse al pueblo para que éste pueda decir si quiere transformar la constitución vigente.

La historia de América Latina esta lleno de experiencias que confirma que los grupos del poder no lo aceptan. Salvador Allende fue un ejemplo de que el enemigo de la democracia no acepta en forma voluntaria las grandes transformaciones de la sociedad.


*Periodista, corresponsal de prensa sueca en América Latina.
En
www.argenpress.info

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