Los 32 líderes de la OTAN han acordado este miércoles en La Haya el mayor incremento de gasto de la historia de la Alianza militar, que deberá llegar, para 2035, al 5% del PIB. Tras el rechazo de España a comprometerse a un incremento de gasto que considera innecesario y solo intenta apaciguar a Estados Unidos, la declaración evita usar términos como “nosotros” o “cada aliado”, que salía en borradores anteriores, y poder así ser firmada por todos.
“Los aliados se comprometen a invertir anualmente el 5% del PIB en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad, de aquí a 2035, para garantizar nuestras obligaciones individuales y colectivas, de conformidad con el artículo 3 del Tratado de Washington”, señala la Declaración de La Haya, emitida al término de la cita en la capital administrativa holandesa.
Según la visión del jefe de la OTAN y de Donald Trump, se restablecería el poderío de Occidente si se aprueba un nuevo plan para elevar el umbral de inversión en defensa al 5% del PIB de los países miembros. Pero ningún miembro de la Alianza Atlántica, ni siquiera EU, alcanzó ese porcentaje y varios de ellos, como España, no han llegado ni a la meta del 2%.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, aseguró que “las decisiones adoptadas hoy hacen que la OTAN sea más fuerte. Esto impulsará un gran avance en nuestra defensa colectiva y permitirá incrementar nuestras industrias de defensa para garantizar mayor seguridad e impulsar nuevos empleos. También hemos reafirmado nuestro inquebrantable apoyo a Ucrania. Todo eso es crucial y significa que sin importar los desafíos, esta alianza está siempre preparada para reaccionar y asegurar que nuestros ciudadanos puedan vivir en paz y seguridad”, agregó.
Para los analistas, la OTAN se enfrenta a la peor crisis en sus 75 años de existencia, ya que se encuentra a prueba por cuatro crisis convergentes que trascienden los efectos disruptivos de las políticas de Trump: crisis de seguridad, generada por el conflicto ucraniano, crisis de preparación de las tropas europeas, crisis de prioridades cambiantes, con la atención de EU que se está desplazando desde Europa hacia el Pacífico, y crisis de confianza, con los miembros europeos preocupados de si EU estará presente en caso de necesidad.
Aunque los miembros de la alianza intentan mantener una apariencia de unidad y su secretario general, Mark Rutte, había anunciado que en La Haya se tomarían «decisiones audaces» para convertir la alianza en una fuerza «más letal»; la cumbre transcurre en medio de crecientes desacuerdos internos y un aparente alejamiento de varios socios asiáticos clave.
La reunión bilateral entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, de 50 minutos de conversación, se produjo una semana después de que Trump cancelara la que ambos tenían previsto en Kananaskis (Canadá) durante la cumbre del G-7, los países más ricos del mundo. Trump optó por regresar precipitadamente a
Washington para gestionar lo que acabarían siendo los bombardeos contra las instalaciones nucleares de Irán.
España obtuvo de manera paralela una flexibilidad que le permitirá dedicar un presupuesto menor, como afirma que le basta, para cumplir con sus objetivos militares. Previamente, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, evitó el contacto con Donald Trump durante los momentos previos al inicio de la cumbre, tratando de evitar imágenes juntos tras las declaraciones previas del estadounidense, que calificó a España de “problema”. Sánchez afirmó que dedicar el 2,1% del PIB a defensa es “suficiente, realista y compatible” con el modelo social y el estado del bienestar en España.
Mientras, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que es una “aberración” pedir a los países europeos miembros de la OTAN que gasten más en defensa mientras se incrementan los aranceles. “No podemos decir que vamos a gastar más, y luego, en el corazón de la OTAN, lanzar una guerra comercial”, dijo, en referencia al aumento de los aranceles impuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Europa se hará cargo de su parte e invertirá más en defensa” en vista de “la amenaza de Rusia”. “Lo estamos viviendo desde hace varios años, pero esta tercera guerra rusa en Europa ha motivado esta decisión, nos permite identificar esta amenaza duradera que pone en riesgo nuestras fronteras. Queremos que esto se convierta en la preocupación principal de los europeos y justifica el rearme a largo plazo, porque es una guerra que va a perdurar”, dijo Macron.
El primer ministro húngaro Viktor Orban aseguró que Rusia “no es suficientemente fuerte para ser una amenaza para Europa. Nosotros somos mucho más fuertes”.
“EU es necesario para conseguir un alto el fuego con su capacidad de disuasión y usando la credibilidad de la situación de Irán e Israel, y tenemos que sumarnos los europeos con la coalición de voluntarios que creamos”, añadió.
* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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