La otra alfabetización. – REDUCIR LA BRECHA DIGITAL DEL CONOCIMIENTO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El Plan de Alfabetización Tecnológica forma parte de la Misión Ciencia y fue creado con el objetivo de “propiciar espacios de encuentro de aprendizaje a las ciudadanas y los ciudadanos, proporcionándoles herramientas que permitan el acceso a la información como mecanismo de apropiación social del conocimiento apoyándolos con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)”, según se extrae del sitio web www.misionciencia.gob.ve.

Dicho plan consiste en un curso básico sobre el uso del computador –ordenador– y el sistema operativo libre GNU/Linux, de manera que cualquier persona que no tenga conocimientos sobre el tema pueda adquirirlos. Para fines de este año de 2006 el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), con la colaboración del Ministerio de Educación y Deportes (MED) y la Fuerza Armada Nacional (FAN), se proponen formar alrededor de 400 mil ciudadanos y ciudadanas en el acercamiento a las TIC.

De esta forma todas las personas interesadas en iniciarse en el uso del computador y en software libre pueden acudir al Infocentro más cercano a su lugar de residencia. Allí recibirán la información pertinente sobre horarios y disponibilidad de cupos, entre otros datos.

Infocentros libres por mandato constitucional

Desde que arrancó el programa de alfabetización tecnológica en junio de este año la demanda ha sido tal, que algunos infocentros no tienen cupo por el resto del año. Debido a esta contingencia, el MED puso a la orden los Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT), mientras que la FAN comenzará a dictar dichos cursos en algunas guarniciones militares a unos 200 mil reservistas.

La creación del Plan del Alfabetización Tecnológica (PAT) es fruto del mandato de la Constitución venezolana, que en el artículo 110 establece: “El Estado reconocerá el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo, económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía nacional (…)”

También en respuesta a dicha norma, nace la Ley orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, y a su vez el decreto 3390 que regula la migración a software libre en la administración pública nacional. Como consecuencia, todos los infocentros del país ya tienen instalado en sus computadores la distribución Debian, que es una de las versiones más usadas del sistema operativo libre GNU/Linux. Por esa misma razón, la mayoría de los CBIT también cuenta con software libre.

De esta forma, todos los que reciban adiestramiento a través del PAT, podrán realizar un mejor uso de las tecnologías libres con las cuentan ahora los infocentros y CBIT, entre otros de los espacios propiciados por el Gobierno venezolano para la difusión y apropiación del conocimiento por parte de los ciudadanos.

Un curso básico sólo para empezar

Hay que tener en cuenta que este programa de alfabetización está diseñado principalmente para personas que nunca han usado un computador. De allí que los cursantes, aprenderán desde aspectos elementales como encender y apagar el computador, hasta el uso del ratón, el teclado y otros periféricos.

También conocerán algunos aspectos de la filosofía y el impacto del software libre en el mundo actual, y cómo en parte es consecuencia del movimiento homónimo iniciado a principios de los ochenta por Richard Stallman.

Además practicarán en el fruto principal de ese esfuerzo, el sistema operativo GNU/Linux, específicamente en la distribución Debian. Allí aprenderán a defenderse en el ambiente gráfico KDE, y utilizarán herramientas ofimáticas para escribir textos como el Writer de la suite OpenOffice, que es el equivalente libre al Office de Microsoft. Así como enviar correos y navegar en Internet.

Un empujón inicial

El Centro Nacional de Tecnologías de la Información (CNTI) es el brazo ejecutor de las políticas en materia de TIC que dicta el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Uno de sus proyectos bandera es la Red Social del Conocimiento, dentro del cual se enmarcan los infocentros y el Plan de Alfabetización Tecnológica.

Joel Alfonzo, coordinador de Gestión Social dentro del programa, reconoce que el curso es bastante básico, ya que tiene una duración aproximada de 24 horas académicas repartidas en una semana:

“Ese tiempo es apenas suficiente para que las personas obtengan competencias básicas en el uso del computador y en internet. Pero la idea es que esto sea un empujón inicial, para que luego las personas practiquen por su cuenta a través de la asistencia a los Infocentros”, apunta.

El curso está dirigido al público en general. Aunque por razones pedagógicas los niños reciben clases separadas del grupo de los adultos.

Multiplicadores del conocimiento

Luis García, supervisor de capacitación del megainfocentro ubicado en la sede del MCT, comenta que los únicos requisitos que se les pide a las personas son la cédula de identidad o partida de nacimiento, pero sobretodo “que tengan deseos de venir a apropiarse del conocimiento a través del uso de las tecnologías libres”.

La idea del Plan del Alfabetización Tecnológica no es sólo formar ciudadanos y ciudadanas con competencias mínimas en el manejo del computador y herramientas de ofimáticas, sino también reclutar aquellas personas que tengan el potencial para convertirse en facilitador.

“Estas personas se convierten luego en multiplicadores porque pueden desempeñarse como facilitadores en los sitios alternos de capacitación que se han dispuesto como los CBIT y algunas guarniciones militares”, apunta García.

Vocación de facilitador

Sin embargo no todos pueden ser facilitadores del PAT. Además de los obvios requisitos de saber usar el computador y manejar el sistema operativo libre GNU/Linux, los que deseen formar parte de este programa deben tener otras cualidades como facilidad de expresión, manejo de grupos y en especial, deben ser capaces de identificar las potencialidades e intereses de cada participante para que desarrollen sus habilidades de forma que cada uno se exprese desde su forma particular de ser, vivir y aprender, según se extrae del Manual del facilitador.

Tomás Uribe, facilitador del megainfocentro ubicado en la esquina El Chorro, comenta que a los cursos llegan personas que ni siquiera saben usar el ratón. “A los adultos les cuesta más la computación, no es lo mismo trabajar con ellos que con niños que captan mucho más rápido.

“Es como enseñarles a leer y a escribir. Luego que ellos finalizan la capacitación, depende de ellos mejorar sus conocimientos mediante la práctica en los Infocentros”, señala.
“Por eso necesitamos tener paciencia y sabernos adaptar a su ritmo de aprendizaje. Además tenemos que pedir a los más jóvenes o a los alumnos más avanzados que sean humildes y que comprendan que muchos de sus compañeros nunca tuvieron la oportunidad de acercarse a lo que es la informática, al Internet”.

“Veíamos pero en realidad estábamos ciegos”

José Parra es estudiante de Construcción Civil en la Misión Sucre. Él es de uno tantos miles de venezolanos que en este momento se están educando en las primeras letras informáticas a través del Plan de alfabetización tecnológica. Considera que la es una de las misiones más importante que ha impulsado el Gobierno:

“Para los jóvenes es mucho más fácil adaptarse a las nuevas tecnologías, pero a nosotros a nuestra edad nos cuesta más. Aplaudo la iniciativa del Gobierno que nos permite a las misiones acercarnos al mundo de la informática y la computadora. Es como un despertar para el pueblo”.

Parra se maravilla de las bondades internet. “Ahora uno se puede enterar de lo que está pasando en el mundo en un momento. Por ejemplo lo que está pasando en Israel y el Líbano. Internet es una gran biblioteca que nos permite adquirir cualquier tipo de conocimiento. Por eso yo pienso que teníamos puesto una venda en los ojos, veíamos pero en realidad estábamos ciegos”.

Para Parra este curso es como caído del cielo. Cuenta que en la Misión Sucre está viendo informática como materia, pero no cuentan con computadoras. Así que sólo ven teoría.
“Yo me impresiono de lo que puede hacer programas como Lulo, el cual te calcula la resistencia de un material, en cuestión de segundos, para poder hacer un edificio. O como el Autocad te facilita la elaboración de planos”. Sin embargo, se lamenta que no tenga dónde practicar.

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Periodista. En Noticias Inéditas (www.noticiasineditas.com).

asalazar@noticiasineditas.com .

Addenda

UNA PUBLICACIÓN DIFERENTE
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Cuarenta mil ejemplares en la calle y un sitio-web marcaron en junio en Venezuela la aparición de un medio de comunicación diferente: Noticias Inéditas. Veamos por qué diferente.

«Hay 25 millones de ciudadanos tenaces que luchan, que hacen, que transforman, que progresan, que quieren reconocerse en ellos mismos, que se saben partícipes y responsables del destino de un país», dicen en su carta de presentación los responsables del periódico.

No es un misterio que desde hace varios años –antes del gobierno bolivariano en todo caso– Venezuela se halla dividida en sectores de difícil reconciliación. Las pasiones políticas, azuzadas por los interses de clases y prejuicios de distinto orden, hacen difícil el diálogo. La generalidad de la prensa –en especial los grandes medios tradicionales–, abanderada, suele usar más de la descalificación al que identifica como partidario del gobierno, que hacer un esfuerzo por dar cabida a la pluralidad de opiniones.

Se niega a ojos cerrados y puño en ristre lo positivo que se emprende desde el gobierno o con su apoyo; éste –en la práctica sin medios de comunicación semejantes o con una política comunicacional dficiente– cierra filas tildando de golpistas a sus opositores. Para unos Venezuela galopa hacia el abismo, para otros el orden social se acerca a la perfección. Sin embargo la realidad no está en la dicotomía caricaturesca.

El artículo que hemos tomado de Noticias Inéditas –y que por su gentileza publicamos– devela la existencia de una sociedad que busca salir del cerco miserable que la estrecha por demasiados años. Así como a través de la Operación Milagro Venezuela impulsa la solidaridad hacia sus vecinos de América, la Misión Ciencia intenta un paso no visto en otros países americanos –quizá con mejor o más antigua infraestructura educativa– para acortar la distancia cultural-tecnológica que abrió la informática.

Cuando un pueblo se pone en movimiento los errores son inevitables, sobre todo si se trata de un pueblo al que inmovilizaban con el «soma» de las promesas incumplidas y el espejismo de un Estado «meritocrático», que escondía la rapiña a que era sometido con el escarnio de palabras altisonantes. El plena cosecha de petrodólares luego de la nacionalización de los hidrocarburos en la década de 1971/80 era más fácil en ese país ser propietario de un aparato de TV o de un automóvil relativamente moderno que comer carne dos veces a la semana.

La gigantesca campaña de educación emprendida por el gobierno, la apertura de decenas –o centenares– de consultorios médicos, en fin, dan cuenta de una voluntad real por cegar el pozo de la dependencia para permitir que los venezolanos reivindiquen su independencia y dignidad.

Creemos que, en esta dimensión, Noticias Inéditas puede realizar el aporte que toda sociedad necesita de su prensa: informarla y ofrecerle un comentario veraz.

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