La retahila de mentiras del señor presidente Donald Trump

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Álvaro Verzi Rangel

El presidente Donald Trump ha logrado calibrar en estos casi dos años de gobierno la permeabilidad de los medios y la sociedad estadounidense y  mundial a sus mentiras, a sus fake news, lanzados con la manifiesta intención de influir en el imaginario mundial.

Las falsedades de Trump siempre se caracterizaron por su repetición, pero se volvieron cansina y especialmente repetitivas en este 2025 que se va. El mandatario estadounidense tiene un conjunto básico de fake news e invenciones que usaba reiteradamente sin importar el contexto ni el hecho que hubieran sido reiteradamente desmentidas. Entre otros, Daniel Dale , verificador de datos de CNN diseccionó sin piedad a Donald Trump enumerando sus 25 «principales mentiras de 2025». Donald Trump Arrested Photos: Deepfake AI Pictures Go Viral

Al igual que en su primer gobierno, el primer año de Trump en su regreso a la Casa Blanca fue un desfile incesante de mentiras. Sin embargo, la cantidad de afirmaciones falsas de Trump en 2025 se redujo, a pesar de que mantuvo su característica frecuencia asombrosa. Daniel Dale de CNN diseccionó sin piedad a Donald Trump enumerando sus 25 «principales mentiras de 2025».

En un análisis escrito el 27 de diciembre, el verificador de datos detalló todas las falsedades que Trump difundió este año, bromeando que era difícil reducirlas a «solo 25». En su artículo titulado «Análisis: Las 25 mentiras de Donald Trump para 2025», publicado en CNN.com, Daniel afirmó que el primer año de su segundo mandato en la Casa Blanca fue un desfile incesante de falsedades, al igual que su primer mandato.

El mundo ha oído la ficción sobre cómo Trump consiguió 17 mil millones de dólares en inversiones en algunos discursos o entrevistas del mandatario. Y también ha escuchado la falsedad sobre la caída de los precios al consumidor este año, o cómo puso fin a siete u ocho guerras.

Y lo mismo sobre cómo líderes extranjeros de todo el mundo vaciaron sus cárceles e instituciones psiquiátricas para enviar a ciudadanos no deseados a través de la frontera estadounidense como migrantes.

Es más, con el pretexto de que Nicolás Maduro es jefe de una banda de narcotraficantes, sin pudor alguno puso precio a su cabeza y ahora se dedica a secuestrar buques petroleros venezolanos en aguas internacionales, para satisfacer –al menos un poco- su delirio de que el petróleo venezolano le pertenece a Estados Unidos.

Lo triste no es que uno de los gobernantes más importantes del mundo (si no el más) sea un mentiroso serial.

A medida que los precios al consumidor seguían subiendo en EEUU, en parte debido a los amplios aranceles impuestos por Trump a los productos importados, el presidente se aferró su conocida mentira de que estos aranceles los pagan países extranjeros, no personas o empresas estadounidenses. (En realidad los realizan los importadores estadounidenses, no los exportadores extranjeros, y los importadores suelen trasladar parte o la totalidad de los costos adicionales al consumidor final).Antiguo edificio Elks Lodge en llamas al noreste de Portland

El presidente repitió mucho que una ciudad estadounidense estaba “en llamas” o “reducida a cenizas”, aunque en absoluto lo estaba, poeque los enfrentamientos esporádicos entre manifestantes y fuerzas del orden frente a un edificio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Portland no significaban que una ciudad de 275 kilómetros cuadrados estuviera en llamas,

En lugar de señalar correctamente que la delincuencia en Washington disminuyó tras su toma de control federal de las fuerzas del orden en agosto, afirmó falsamente en tres oportunidades en un discurso pronunciado en noviembre que la capital no había tenido ni un solo asesinato “en seis meses”, De hecho, Washington registró más de 50 homicidios en los seis meses previos al discurso, según muestran las estadísticas policiales.

Trump tiene una inclinación por las historias falsas, reescribiendo los hechos en torno a todo, desde la Gran Depresión hasta su propio pasado. Quizás sus ejemplos más flagrantes fueron la guerra de Rusia contra Ucrania. “Nunca debieron haberla empezado. Podrían haber llegado a un acuerdo”, amonestó a Ucrania en febrer.Cuando un periodista le preguntó a Trump en mayo sobre la promesa incumplida mientras la guerra continuaba ardiendo más de tres meses después de iniciado su mandato, dijo, entre otras cosas, que “obviamente, la gente sabe que cuando dije eso, lo dije en broma”.

Donald Trump congela $50 millones de dólares destinados a condones en ...Para justificar su intento de recortar drásticamente el gasto de ayuda exterior estadounidense, Trump utilizó un ejemplo completamente ficticio de supuesto despilfarro: afirmó que, hasta su intervención, el Gobierno planeaba enviar 50 millones de dólares “a Gaza para comprar condones para Hamas”. Y subió la apuesta: infló la cifra inventada a cien millones de dólares.

Mientras los ataques militares de Trump contra supuestos barcos cargados de drogas en el Caribe enfrentaban críticas tanto nacionmals como internacionales, intentó convencer a la gente de que “cada uno de esos barcos mata a 25.000 estadounidenses”. Lols expertos señalaon inmediatamente que esa cifra no tenía sentido. Incluso si los barcos realmente transportaran fentanilo mortal, como afirmó Trump (en una ruta no conocida por el tráfico de fentanilo), el número total de muertes por sobredosis de todas las drogas en EEUU en 2024 fue de unas 82.000 personas, según datos oficiales,

Trump ha estado dispusto durante años a negar descaradamente haber dicho algo que dijo ante las cámaras y lo volvió a hacer el 3 de diciembre cuando le dijo a un reportero de ABC News que “sin duda” publicaría, “sin problema”, todas las imágenes adicionales del Pentágono de un ataque adicional que el ejército llevó a cabo a principios de septiembre para matar a los sobrevivientes de un bombardeo inicial contra un presunto barco de narcotráfico en el Caribe.

El 8 de diciembre, le dijo falsamente a otro reportero de ABC News: “Yo no dije eso”, luego se refirió a ABC como “noticias falsas” y menospreció personalmente al reportero que había resumido con precisión su cita de cinco días antes.

Trump a menudo encontraba la manera de recitar su relato migratorio más recurrente: numerosos países extranjeros vaciaron sus prisiones e instituciones mentales y enviaron a las personas no deseadas que vivían allí a Estados Unidos como migrantes. En un discurso de junio, dijo: “Sus países los llevaban en autobús o en coche directamente a nuestra frontera y les decían: ‘Entren ahí. Si alguna vez regresan, los vamos a matar”. Estados Unidos tiene frontera con México y Canadá.

Trump usó el engaño en su campaña para el Premio Nobel de la Paz, afirmando en las Naciones Unidas en septiembre: “Terminé siete guerras, y en todos los casos, fueron guerras en curso, con incontables miles de personas asesinadas”. Entre ellas incluyó a “Egipto y Etiopía”, que nunca estuvieron en guerra durante su presidencia.

Entre otros asuntos, incluyó una situación misteriosa entre Serbia y Kosovo que tampoco fue una guerra de la era Trump y un conflicto en la República Democrática del Congo que no había terminado. Comenzó a afirmar que terminó ocho guerras después que ayudó a negociar el alto el fuego entre Israel y Hamas en octubre, después que continuaran las matanzas en Gaza y que otro conflicto, entre Tailandia y Camboya, se reanudara en diciembre.

¿El 4 de julio de 2025 Canadá se convertirá en el estado 51 de EE. UU ...Otra mentira es que A la gente de Canadá le gusta” la idea de convertirse en el estado 51 de EEUU que fue el argumento para pretender anexarlo a principios de 2025, con diversos comentarios inexactos sobre comercio y defensa. Aseveró que “al pueblo canadiense le gusta” su idea de que Canadá se convierta en el estado número 51 de EEUU, pero las encuestas revelaron que la idea era sumamente impopular entre los canadienses, con la oposición de aproximadamente 9 de cada 10 adultos.

Pero Trump no deja su costumbre y dedicó el domingo y el lunes a engrosar el listado de mentiras que vertebra su vida empresarial y política. En el contexto de la reunión con su homólogo ucranio Volodymir Zelensky, afirmó que está “muy cerca” un posible acuerdo para poner fin a la guerra de la OTAN contra Rusia que se libra en territorio de Ucrania desde febrero de 2022. O desde el golpe de Estado en Kiev de 2014, según se vea. De acuerdo con una declaración conjunta, sólo persisten “uno o dos aspectos espinosos” para cerrar el plan antes de una reunión con líderes europeos en enero.

Pero héte aquí que esos puntos son justamente las líneas rojas más inamovibles para Moscú: el total control sobre las cuatro regiones que ya ocupa parcialmente (Lugansk, Donietsk, Zaporiyia y Jersón), la presencia de soldados de la alianza atlántica en territorio ucranio y las “garantías de seguridad” a su vecino por parte de Washington y Bruselas, entendidas como un tratado de defensa mutua equivalente al de los integrantes de la OTAN.

Aunque la integridad territorial y la soberanía de Ucrania no deberían ser materia de negociación, sino derechos inalienables, lo cierto es que ambos fueron sacrificados hace mucho por Zelensky y sus antecesores, que desde hace más de una década entregaron a sus conciudadanos como carne de cañón para satisfacer el ansia de los últimos dos inquilinos demócratas de la Casa Blanca, Barack Obama y Joseph Biden, por precipitar un conflicto bélico que les permitiera aniquilar a Rusia como potencia regional con intereses y zonas de influencia propios.

Mapa que representa la guerra en Ucrania, con los territorios ocupados por ambos bandos.

Tras 11 años de hostilidades y casi cuatro de guerra abierta, Zelensky no tiene ninguna soberanía que defender, y sus constantes encuentros como el máximo turista bélico del planeta son una farsa para mantener andando la maquinaria propagandística, por más que los únicos actores con capacidad de incidir en los acontecimientos sean Washington, Bruselas y Moscú.

Por otra parte, el magnate afirmó haber obtenido del presidente de Israel, Isaac Herzog, casi una confirmación del indulto para el primer ministro acusado de corrupción y prófugo de la Corte Penal Internacional, Benjamin Netanyahu.

La oficina de Herzog se apresuró a desmentir la especie, pero el fanatismo por Trump entre la clase política israelí no permite dar por muertas sus gestiones para conseguir la impunidad de su aliado y amigo, casi el único de sus pares sobre quien nunca ha hecho una expresión desagradable o calumniosa. Netanyahu tiene como principal objetivo sustraerse a la acción de la justicia, afán que ya le llevó a pactar con formaciones de ultraderecha a las que antes él mismo rehuía y a perpetrar en Gaza los mayores crímenes de guerra que la humanidad ha visto en casi un siglo.

En cuanto a sus maniobras para instalar un régimen títere en Caracas y apoderarse del petróleo venezolano, Trump afirmó que Estados Unidos atacó “una zona portuaria donde se cargaban drogas en barcos”. Al ser requerido acerca de los pormenores del ataque, el magnate dijo: “bueno, no importa, pero hubo una gran explosión” y añadió “atacamos todos los barcos y ahora hemos atacado la zona”, lo que se interpretó como el anuncio de la primera embestida terrestre contra Venezuela.

Sin embargo, otros funcionarios hablaron del bombardeo de un centro de producción de drogas, no de instalaciones de embarque, y las autoridades venezolanas no han registrado ningún incidente, por lo que, hasta el momento, todo parece producto de la imaginación trumpiana, así como de sus intentos de confundir y desestabilizar en la región.

Tras la firma de un nuevo alto el fuego entre Camboya y Tailandia, Trump aseguró haber detenido ocho guerras en 11 meses e insistió en que “quizás Estados Unidos se ha convertido en las verdaderas Naciones Unidas, la cual ha sido de muy poca ayuda en ninguno de estos casos, incluyendo el desastre actual entre Rusia y Ucrania; la ONU debe empezar a participar activamente en la paz mundial”.

Más allá de la conocida falta de autocrítica en quien dio por zanjado el conflicto del sudeste asiático hace meses y ahora vuelve a adjudicarse una paz que nunca existió, sus palabras son puro cinismo ante el hecho de que las dos conflagraciones más letales de la actualidad, la que tiene lugar en Europa del Este y el genocidio contra el pueblo palestino, se llevan a cabo con armas vendidas o regaladas por Washington y, en el segundo caso, con el bloqueo sistemático de EEUU a todas las resoluciones del Consejo de Seguridad planteadas por la comunidad internacional a fin de frenar la barbarie.

*Sociólogo  y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista seniordel Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la

 

 

 

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