La Revolución 4.0 y Argentina: Patria o colonia digital
María Rizzo y Matías Strasorier - CLAE
La realidad transcurre de forma vertiginosa. La ciencia y el conocimiento son impulsores de transformaciones que pueden dar respuestas a los grandes males que aquejan a nuestras sociedades, o bien pueden agudizarlos generando mayor sometimiento al 99% de la humanidad, y más destrucción de la naturaleza.
La cuarta revolución industrial o industria 4.0 es un hecho, se estaba, se está y se estará realizando. Negarla es una opción conservadora y retardataria, aunque esta respuesta provenga de los sectores populares o de los CEOs de las trasnacionales, de la derecha, de la izquierda o del centro.
El interés de Bill Gates por el sector agroalimentario no es una situación coyuntural
Algunos hechos importantes que dan cuenta de esto, son:
- En 2011, su fundación se vinculó con el Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR, por sus siglas en inglés), un consorcio de 15 centros internacionales de investigación agrícola formado en 1971, cada uno con su banco de semilla. En julio de 2019 se convocó a una reunión en Roma, en la sede de Bioversity International, para discutir la mega fusión de estos 15 centros, impulsado por la Fundación Gates, Syngenta, la USAID[1], el IICA, entre otros. Hablamos del control global de lo biológico, en materia de semillas, genética vegetal y la cartografía genómica digital.
- En 2013, su fundación junto con la fundación Carlos Slim, inauguraron el complejo de biociencias del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT). En aquel momento invirtieron 25 millones dólares para realizar investigaciones en relación con producir más alimento. El trabajo conjunto potencia el sector de las apps y los softwares vinculados al agro, hablamos de lo virtual.
- En 2018, Microsoft firmó el acuerdo “Alianza Digital Educativa” con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), buscando contribuir al desarrollo y a la aplicación de herramientas tecnológicas para el sector agrícola.
AgTech: Argentina 4.0
El 30 de junio, se presentó el informe “AgTech – El nuevo paquete tecnológico del sector agropecuario», en una videoconferencia organizada por el IICA y la Organización de Estados Iberoamericanos.
De la actividad participaron Luis Basterra, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, y Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación; Alfredo Paseyro, director ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA); y otros representantes de AACREA y AAPRESID; sumado a ejecutivos de la Fundación Bill Gates, de Bayer/Monsanto, y de Corteva (Dow, Dupont &Pionner).
Este plan busca implementar tecnologías disruptivas de manera integral para el sector agroalimentario. Lo que pronosticábamos desde hace tiempo: la triada que combina lo virtual, lo real y lo biológico. Es decir, la realización de las tareas agropecuarias (producción biológica de alimentos) desde la vinculación de la Big Data con un conjunto de software asociados a herramientas e implementos, que se ejecutan a través del Internet de las Cosas (IoT).
La información es poder
La red de conocimiento aplicado a la producción agropecuaria, tiene como protagonistas a este grupo de trasnacionales vinculado con organismos internacionales de cooperación y a los estados nación. No solo se ocupa de la robótica y la industria del software, sino también en las técnicas biológicas de edición y mapeo genético, bioquímica, etc. Para lo cual la información y su procesamiento, se convierte en uno de los eslabones fundamentales, el principal.
Hablamos de la Big Data que generan quienes trabajan la tierra, información geo-referenciada de suelos, precipitaciones, etc. Lo que sumado a la instantaneidad virtual que aportará el 5G y la Inteligencia Artificial, convertirá al conocimiento en lo más poderoso de la cadena.
¿Hay una salida alternativa a la negación?
En otras oportunidades hemos hablado de la experiencia de la República Popular China, en lo que respecta a su “plan” de inversión en conocimiento e información aplicada a la agricultura, cuyo resultado fue: aumentar el 11% de la producción de maíz, arroz y trigo; reducir el 15% de la emisión de dióxido de carbono (CO2) por superficie sembrada; y disminuir entre el 15 y 18% el uso de fertilizantes. Un trabajo basado en una red de telecomunicación que conecta a 21 millones de campesinos agrícolas (10% del total), distribuidos en unidades productivas de 0,6Ha promedio.
El modelo chino es una muestra de un Estado presente en función de sus productores. ¿Este es el modelo a desarrollar en Argentina?
Un modelo agroalimentario productivo y sustentable, basado en la bioeconomía y la bioética para el cuidado de la biodiversidad y la biosfera, con el conocimiento como eslabón central del desarrollo productivo y agroindustrial, es un modelo de avanzada que posiblemente se imponga en la 4° revolución industrial en materia agroalimentaria. Para que además sea un modelo nacional, popular, inclusivo, justicialista, federal y liberador, debe ser con las y los productores, las y los trabajadores agrarios, las y los campesinos, las PyMEs agroalimentarias, las cooperativas, en definitiva quienes trabajan la tierra y producen valor.
Tenemos que construirlo entre todas y todos, asociando lo público y lo privado, alrededor de la organización de la comunidad local, conectada globalmente en la “Red de Conectividad Rural”, unida estructuralmente por Plataformas de Inclusión y Vinculación Agroalimentaria (PIVA), en la cual los actores de cada cadena productiva en su conjunto puedan subir datos y obtener respuestas inmediatas.
La Patria 4.0, depende de construir y sostener la comunidad organizada glocal, para que ante cada avance de la derecha colonialista, no se borren de un plumazo las conquistas populares. Ya experimentamos lo que pasa cuando del Estado se hacen cargo los CEOs del sector financiero trasnacional.
Nota
[1] Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) es la institución encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no militar. Es un organismo independiente, aunque recibe directrices estratégicas del Departamento de Estado.
*Rizzo es médico veterinario, Maestranda en Desarrollo Regional y Políticas Públicas de FLACSO, y co-Directora del Centro de Estudios Agrarios. Strasorier es Director del Centro de Estudios Agrarios, Argentina. Analista agropecuario, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)