LA TELE ATADA Y CON MOÑO
No es tan complicado. Se trata de un software que permite al canal transmisor impedir que se cumpla la orden del aparato de mando a distancia de cambiar de canal. La brillante idea es atornillar a la familia televita a la hora de la publicidad.
Por la red circula, además, el rumor de que el dichoso programa también consigue que si usted graba un programa o una película pueda apurar la cinta –o el disco– en esos minutos dedicados a la venta de cosas o a la oferta de servicios.
El sistema de la trasnacional Philips se basa en algunos aspectos de la tecnología proipia de la TVdigital, que posibilita al televidente enviar mensajes a la estación para ordenar el famoso PPV (pague para ver). Afortunadamente Philips es buena y, si algunas cadenas o productoras de TV compran el software, dará la opción de anular esa obligatoriedad si el «usuario», claro, paga unos centavitos extra.
El programa en cuestión viene en un chip –ficha– que se instalará en los televisores o en los aparatos que permiten conexión al cable.
Philips permitirá a los operadores de TV ofrecer –tan gentiles ellos– a sus clientes la posibilidad contraria: no ver jamás un anuncio publicitario. Eso sí, por un módico precio. «Corresponde al espectador tomar esta decisión –dice Philips– y al emisor ofrecer los distintos servicios».
¿Alguien recuerda que cuando el cable TV era una novedad se ofrecía, ¡por fin!, ver un programa cualquiera o una película sin tandas publicitarias?