La última novedad de 2010: los OVNIS agotaron la paciencia militar

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Camilo Taufic.*

Se aburrieron las FFAA —en Chile y en el mundo— de desmentir en todos los casos que extraños objetos voladores se acercan de pronto a las aeronaves civiles o militares en vuelo; ponen en peligro la vida de tripulantes y pasajeros; alteran los instrumentos de navegación y de las torres de control; afectan el funcionamiento de automóviles y televisores cercanos, la salud de los testigos y hasta el suministro eléctrico, cada vez que aparecen repentinamente, aunque no todos los años, dejando en la duda a quienes los ven sobre si es un fenómeno real o no.

Después de décadas de silenciamiento, los uniformados (en Chile y otros países) han empezado a desclasificar paulatinamente los informes más serios que guardan sobre el tema desde hace décadas. A ello obedece su apoyo indirecto al libro del capitán Rodrigo Bravo, del Ejército de Chile, cuyo libro Ufología Aeronáutica fue presentado —él de uniforme— en la reciente Feria Internacional del Libro de Santiago (publicado por Mago Editores).

Se despachó en su contra un avión de combate Sukoi 22, de fabricación soviética, de última generación en ese momento, piloteado por el teniente Oscar Santa María Huerta. Como el objeto no respondiera por las diferentes frecuencias de comunicación empleadas para identificarlo, el teniente Santa María recibió la orden de dispararle y darlo de baja. Desde el avión fueron expulsados 64 cohetes de 30 mm cada uno, y un número indeterminado de ellos pegó de lleno en el objetivo, sin causarle daño alguno. (El poder de fuego empleado es capaz de destruir un puente de 300 metros de largo en tierra).

El piloto peruano logró acercarse a un centenar de metros de su objetivo y pudo describirlo como una plataforma discoidal, de unos 10 metros de diámetro, de color crema, con una cúpula en el centro de la base circular metálica. Carecía de ventanas y tampoco pudo observar mecanismos de sustentación (alas) y de propulsión. Sin embargo, la nave efectuó maniobras de ascenso y descenso desde los 1.500 a los 6.000 pies, con una velocidad pasmosa, desapareciendo de la mira en tres oportunidades. En definitiva, lo reportó como un OVNI.

Lo más extraño —comentó el piloto Santa María—, es que la nave no identificada parecía absorber la munición lanzada, tras una extraña ondulación en su superficie, como cuando uno arroja piedras a una fuente de aguas quietas.

Las imágenes

1. El capitán de Ejército Rodrigo Bravo en el acto de presentación del libro.
2. Tapa del volumen
3. Vuelo 628 de Japan Airlines (Boeing 747) "acosado" por un OVNI de grandes dimensiones sobre Alaska, con luces de diferentes colores, dando saltos a su alrededor de varias millas de distancia durante tres minutos. Captado por tripulación, pasajeros y torre de control. 07 noviembre 1986. El gobierno norteamericano quiso evitar toda información pública al respecto, pero la prensa japonesa le dio amplia difusión y credibilidad.
4. Esquema del vuelo paralelo de un Ovni en forma de cilindro (50 mt de largo) junto al avion Cessna 550 (Citation II) de la Aviación del Ejército de Chile, en el tramo Angostura-Rancagua, 27 marzo 2000.

* Periodista.
Una versión de este artículo se publicó en www.elperiodista.cl

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