Liberar a Giuliana, liberar la paz

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Encabezaban la manifestación los padres de la periodista, dos ancianos dignos y serenos, (él, un ex partisano) encerrados en un dolor íntimo y reservado, que sin embargo no les impidió participar en la manifestación por la liberación de su hija, junto a Pier Scolari, pareja de la periodista.

Es a Scoilari a quien Giuliana Sgrena se dirigió directamente a través de un dramático vídeo en el que la periodista, desde siempre en primera fila contra la guerra, pide al pueblo italiano que haga presión para que retiro de las tropas italianas de Iraq.

El «pueblo de la paz», heterogéneo e incansable, nuevamente ocupó las calles romanas: jóvenes antiglobalización, junto a religiosas de la congregación de la madre Teresa de Calcuta; un grupo de pacifistas «mujeres de negro», con fotos de niños iraquíes mutilados por las bombas estadounidenses; familias completas con sus hijos; delegaciones de sindicatos y de periodistas, excepto la Asociación de Prensa Extranjera, que con una miopía increíble decidió no participar oficialmente aduciendo que se trataba de una asociación «apolítica».

La mayor parte de los participantes a la manifestación romana fueron personas de alrededor de 50 años, gente que participó en las luchas estudiantiles del 68, que se conmovió con las dictaduras latinoamericanas, solidarizó con los exiliados y aun sigue con interés lo que pasa en el Sur de América. También había gente muy joven: adolescentes. Faltaba el segmento intermedio, entre 30 y 40 años, que es también el que no participa en política, preocupados exclusivamente del auto, de la ropa de marca y del último modelo de telefonía móvil.

Durante el desfile llueve y sale el sol. Mal y buen tiempo: la esperanza de la liberación de la profesional y el escepticismo porque, tal como explicó este domingo el subsecretario del Gobierno italiano Gianni Letta a los padres de la periodista -el Primer Ministro Berlusconi no se dignó a encontrarlos-, las tratativas podrían ser largas.

La manifestación también pedía la liberación de Florence Aubenas, la corresponsal del diario fracés Liberation, desde hace meses en manos de sus secuestradores iraquíes. No puede dejar de sorprender el hecho que los últimos secuestrados sean profesionales de la información. Entre ellos, las dos periodistas, la italiana y la francesa, corresponsales de diarios de izquierda con una posición neta contra la guerra y siempre a favor del pueblo iraquí, denunciando sus sufrimientos y la arbitrariedad de la ocupación extranjera.

El ocho de febrero fue asesinado a balazos en la ciudad de Basora uno de los corresponsales de la televisión por satélite árabe Al-Hurra, el iraquí Abdul-Husein Jazal. Al-Hurra es un emprendimiento fomentado por EEUU para contrarrestar a los canales panárabes Al-Yazira y Al-Arabiya.

Los dos periodistas indonesios secuestrados la semana pasada fueron liberados sanos y salvos, infomó este lunes Al-Jazira, aunque en un priomer momento no hubo mayor precisión sobre el hecho.

Al final de la manifestación, caía la tarde en Roma, con un cielo barroco que se asmejaba a los cuadros de Rubens. El Coliseo se ilumina como cada vez que un país elimina la pena de muerte. Un símbolo de esperanza en una situación confusa y poco clara.

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* Corresponsal.

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