Libros. – LUIS BENÍTEZ, BREVE ANTOLOGÍA
Leímos por primera vez sobre Rosario en una novela, la estupenda Mar de olvido, de 1992, de Rubén Tizziani, una historia –por lo demás real– de pobreza, amores y lucha, de escasas victorias y muchas derrotas, pero al fin y al cabo una historia del futuro que apenas entrevieron esos inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina con el siglo XX. Hoy el asunto que me la trae a la memoria es otro.
Juglaría, editorial fundada en 1979 en Rosario –y mantenida a pulso del entusiasmo y entusiasmado trabajo– acaba de publicar un libro quizá prematuro: Breve antología poética dedicado a la obra de Luis Benítez; salvo unos pocos títulos –y multitud de artículos ensayísticos repartidos en revistas de dos continentes– Benítez es poeta. Quizá prematuro este volumen, decimos, porque se trata de un escritor en plena producción de madurez y es de considerar que la antología, en poco tiempo, sólo será representativa de un primer período del autor.
El trabajo de selección y la introducción de Elizabeth Auster, empero, es acucioso y respetable. No es la primera vez que se ocupa de los textos de Benítez; con Alejandro Elisagaray lo hicieron a propósito de Poemas de la tierra y la memoria, obra de primera juventud, y presentó el libro digital Poemas reunidos del autor. Esto es: conoce bien la escritura de los últimos 25 años de su antologado.
La antología recorre toda la obra poética publicada por Luis Benítez, que –incidentalmente– obtuvo en 2007 el primer premio Macedonio Palomino, en México, por La tarde del elefante y otros poemas.
Esta breve antología puede pedirse a los editores: juglaria@hotmail.com por carta a Ediciones Juglaría. Avda. Provincias Unidas 135, Rosario, Argentina.
Un texto de Benítez
La yegua de la noche
“The nightmare, mare of the night…”
(La pesadilla, yegua de la noche…).
Robert Graves.
Carne que carne fue
y amada fue
Y hoy es literatura.
Muerte que pudo ser
y no llegó, al menos hasta ahora
que su dibujo hago
sobre este papel, efímero.
Esplendor que no me estaba destinado.
Hombres que no fui y no seré ya nunca,
horas que sin venir me habían antes abandonado.
De día y de noche veo el alto caballo,
negro de tanto contener estas cosas,
que me observa y lo hace sin cuidarse
de papeles y de manos.
La franca pesadilla, su yegua pasta en mí
y tú me entiendes, Robert Graves,
bajo el suelo que guarda tu apellido.1
1 Juego de palabras: grave, en inglés, significa tumba.
Libro publicado en Ediciones Del Castillo Editores, Santiago de Chile, 2001.