Libros: regresa volando el viajero de la alfombra mágica
Rivera Westerberg
No todo camina sobre ruedas –o vuela sobre las nubes–: el lanzamiento de la tercera edición de El viajero de la alfombra mágica, novela de Walter Garib previsto para las19 del martes 11 de noviembre en la Sala América de la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, enfrenta curiosas dificultades; se habla incluso de sabotaje y de una campaña para embaucar incautos.
De unos días a esta parte no pocos hemos recibido un Boletín Informativo que nos mantiene al tanto de los trabajos de este viajero en su alfombra mágica para llegar a Santiago a tiempo al acto de presentación. Impresa por primera vez en 1991 (Editorial Sin Fronteras), El viajero de la alfombra mágica se apresta a conocer su tercera edición este 2008, ahora de la mano de Editorial Alkitab.
En ella Walter Garib (Requínoa, 1933) convierte en material literario la carga emocional y los rasgos culturalmente peculiares de los inmigrantes árabes a Chile, que conforman aquí una de las colectividades más grandes de América del Sur y probablemente aquella que mejor integró a sus descendientes al nuevo país.
Aunque la mayor parte de la experiencias y relatos devienen de la reflexión sobre el propio entorno, la novela logra describir la pequeña odisea de cientos de grupos familiares y personas solitarias que se aventuraron a cruzar, literalmente, el mundo para venir a establecerse y en muchos casos prosperar en el seno de una sociedad absolutamente extraña.
El lento aprendizaje del idioma, el trabajo agrícola, el comercio, la actividad industrial; luego el acceso de los jóvenes a la universidad –cuando la educación era gratuita en Chile–, los matrimonios y los descendientes, en fin, marcan los hitos de un proceso que merecía una visión panorámica –cálida, humana, que no esconde el drama, pero que lo supera con humor– como la propuesta por Garib.
La sucesión de boletines –del primero al décimo– informaron de manera correcta y sobria sobre los paisajes que atravesaba y las dificultades que el viajero encontró al cruzar la extensa geografía vinculada a los pueblos árabes en su derrotero que lo hará aterrizar en la Biblioteca Nacional el martes 11 a las 19. El último boletín recibido, el número 11, sin embargo, parece preocupante. Dice:
"Advertimos a nuestros amigos y amigas, que ha aparecido un sujeto que dice ser el viajero de la alfombra mágica. Usa barba, cabellera ensortijada de auténtica albura, posee nariz aguileña y ojos de trasnochador. A simple vista es idéntico al viajero, sin embargo, no tiene en su frente una sutil marca producto de una verruga que le quemaron con nitrato de plata, cuando aún no sabía escribir ni leer. Otro dato relevante: la alfombra del impostor se fabricó en Europa, y la del viajero es de Abadan-Irán del siglo XII que le fuera obsequiada por el rey Schahriar y su hermano Schahsemán.
"Si el impostor quiere embaucarlos pidiéndoles maravedíes, rupias, dracmas, cequíes o cualquier otro tipo de monedas para trasladarlos a Santiago de Chile, deben rechazar semejante marrullería. El viajero de la alfombra mágica gustoso los transportará desde cualquier confín del universo, a cambio de una sonrisa.
"Comité del contraespionaje".
Es precisamente en el manejo del buen humor –a ratos sutil, en ocasiones directo, nunca con segundas intenciones– lo que destaca a este autor desde la publicaciòn de su primera obra –La cuerda tensa, 1963–. Desde entonces una treintena de títulos, algunos de contenido altamente dramático –como Me dicen El Querubín (2007, vida de un torturador de la época de la dictadura)– dan cuenta minuciosa de que ni los estudios de Arte, ni la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, ni la vida empresarial lograron torcer la poderosa vocación de un escritor con obra publicada en Chile, México, Francia…
Es de esperar, pues, que el viajero pueda enrollar su alfombra mágica en el lugar previsto y a la hora consignada, porque entonces –creemos– autor y presentadores podrán desenrollar la magia de las palabras y la fraternidad entre las personas.