Lo expulsaron no más a Escobar, luego le dijeron que podía quedarse
Surysur
Jorge Escobar, otrora militante de Lautaro, fue expulsado del país. Volaba a Brasil –en camino a Noruega– cuando la Corte de San Miguel lo autorizó para permanecer 30 días en Chile y asistir a la agonía de su señora madre. Regresó en la noche del jueves a Santiago. Escobar está condenado a pena de extrañamiento hasta 2014.
Pudo pasar, finalmente, la noche del jueves en la casa de su madre desahuciada Jorge Escobar Díaz, tal como lo esperaba desde el miércoles cuando fue inhumanamente detenido, primero, en el aeropuerto y luego expulsado antes de que fuera autorizado para ingresar a Chile por la Corte de Apelaciones de San Miguel.
El ex extremista de 43 años, que debió pedir permiso de permanencia debido a que está condenado a extrañamiento hasta el año 2014, arribó pasadas las 23 horas a Santiago desde Sao Paulo en donde se bajó del avión en que lo habían enviado de regreso a Noruega.
En la terminal aérea de Pudahuel, en que fue recibido con champaña por sus familiares antes de trasladarse para acompañar a su madre afectada por un cáncer terminal. "Por mí tendría que estar aquí todo el tiempo que fuera necesario (…) El problema de fondo es el exilio", dijo. No es el único entre quienes a su modo lucharon contra la dictadura forzado a vivir lejos de Chile.
Escobar podrá permanecer 30 días en el país luego deberá abandonarlo otra vez. Cabe señalar que pidió ante los representantes del Estado en Noruega en reiteradas oportunidades un permiso para ingresar a Chile con el objetivo ver a su madre enferma terminal de cáncer, pero nunca recibió respuesta. Tampoco sus familiares que procuraron diligenciar autorzación para venir al Ministerio del Interior en Santiago.
Urgido por el gravísimo estado de su madre, entonces, optó por venir de todas maneras. Llegó el miércoles y la policía no le permitió ingresar al país. Permaneció en el salón de pasajeros en tránsito hasta el jueves, cuando fue puesto a bordo de un avión. Lo insólito fue el destino de un recurso de amparo en su favor interpuesto por abogados.
El tribunal de Grarantías resolvió que no podía dar curso a la medida solicitada por cuanto Escobar "se encontraba en un territorio –el salón de tránsito– que ¡no era de la República de Chile!".
El poder Ejecutivo, por su parte, dijo a través del Ministerio del Interior que nada podía hacer frente a la situación de Escobar ya que sólo correspondía a los tribunales decidirla.
Hugo Gutiérrez, abogado de derechos humanos, puntulizó: "…Hay una falta de coraje en la solución de problemas todavía tan acuciantes como son todos estos jóvenes que fueron sacados de nuestro país por 25, 40 o 50 años y parece inaudito que estos gobiernos de transición no hayan sido capaces de resolverlo".
Curioso país donde un poder del Estado asegura que no le es posible intervenir porque aquel en cuyo favor se pide una medida no está en territorio chileno, pero otro poder del Estado, sin embargo, lo expulsa de ese mismo lugar porque tiene prohibido pisar su suelo…
La fotografía de apertura se publicó originalmente en www.lanacion.cl