Gisela Ortega.*
Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en relación con la infancia, de acuerdo con el Informe UNICEF-España, es esencial prestar servicios a los sectores más vulnerables y aislados de la población y que la protección de la niñez forme parte integral de las estrategias de desarrollo a nivel global. Es necesario, asimismo abordar las barreras sociales, culturales y económicas que perpetúan la desigualdad de género para lograr el pleno desarrollo de la comunidad.
La medición de la mortalidad materna es difícil, y en ocasiones las estimaciones presentan un amplio rango de incertidumbre. En la actualidad UNICEF, junto con la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Banco Mundial están finalizando las últimas estimaciones sobre mortalidad materna.
Los últimos datos de UNICEF recogen cifras de 2005. Estos informes demuestran que entre 1990 y 2005 solamente se había logrado reducir el índice de 430 muertes por 100.000 nacimientos vivos a 400 por cada 100.000 —el censo en países industrializados es de ocho por cada 100.000-.
África y Asia presentaban los mayores desafíos mundiales para la supervivencia de los niños. Las niñas y las mujeres en África: 820 fallecimientos por cada 100.00 nacimientos vivos; en Asia: 350 de cada 100.000.
A pesar de que el último informe de Naciones Unidas sobre ODM no aporta nuevos datos definitivos recoge, sin embargo, detalles preliminares que demuestran signos de progreso en algunas naciones.
El porcentaje de mujeres que recibió cuidado profesional durante el parto pasó del 53% en 1990 al 63% en 2009. En todas las regiones se está avanzando en la provisión de cuidado prenatal. En el Norte de África, el porcentaje de mujeres atendidas por un profesional de la salud al menos una vez durante el embarazo aumentó un 70%.
La mayor parte de las muertes maternas y neonatales, alrededor de un 80% se pueden evitar, por medio de intervenciones de eficacia demostrada que incluyen una nutrición adecuada, una mejora en las prácticas de higiene, atención prenatal, la presencia de trabajadores de salud capacitados en los alumbramientos, atención obstetricia y neonatal de emergencia, y visitas postnatales para las madres y los recién nacidos. Se ha de lograr una atención continuada que llegue hasta las comunidades y los hogares.
Reducción del VIH/SIDA
La polio está casi erradicada y las defunciones debidas al sarampión han descendido a nivel mundial en un 78%, entre 2000 y 2008.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2008, se detectó 250 millones de casos de malaria entre niños menores de 5 años que provocaron 850.000 muertes, el 16% de los fallecimientos en África son debidos a esta enfermedad. La proporción de los hogares africanos que disponían de mosquiteras impregnadas con insecticida aumentó de un 17% en 2006 a un 31% en 2008.
Se calcula que en 2008, había un total de 4.8 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que vivían con el VIH en los países de bajos y medianos ingresos. A pesar de tener mayor conocimiento de los riesgos, muchos adolescentes siguen contagiándose. La mayor parte de estas infecciones se dan en África Subsahariana.
Las chicas continúan siendo muchísimo más vulnerables al contagio por VIH en África Oriental y Meridional. La cobertura total en tratamiento antirretroviral de los niños en 2008, en naciones de renta media y baja, era de un 38%. Además se estima que 17.5 millones de menores de 18 años, habían perdido uno o ambos padres por el SIDA.
La buena noticia es que el numero de mujeres embarazadas que reciben tratamiento para evitar la transmisión del virus a sus bebes sigue creciendo de manera significativa, aunque todavía queda mucho recorrido para alcanzar la totalidad.
Agua potable
Pese a que se avizora escasez de agua en el mediano plazo, es posible alcanzar la meta de acceso de la población mundial al agua potable fijada para 2015, en un 89% de cobertura. Hoy en día, 5.900 millones de personas, es decir, el 87% de los pobladores del universo, consume agua adecuada —y millonesdisponen del líquido elemento en su hogar—. Los progresos más significativos, se han dado en las zonas rurales, la cobertura se ha incrementado de un 60% en 1990 a un 76% en 2008.
La situación con relación al acceso a instalaciones adecuadas de saneamiento por parte de la población mundial es muy dispar. Aproximadamente 2.600 millones de personas, es decir el 48% de la población de los países en vías de desarrollo, no tiene acceso a servicios adecuados de higiene, la gran mayoría vive en Asia y África Subsahariana.
En las naciones industrializadas, el acceso a la asepsia es del 99% frente al 52% de los países en desarrollo. Para superar los problemas existentes es necesario, disponer de más dinero de los presupuestos nacionales y de los flujos de ayuda oficial al desarrollo. Más del 80% de los recursos totales, se han de invertir en Asia y África.
Los impactos crecientes del cambio climático amenazan muy especialmente a los niños, en particular a aquellos que viven en las comunidades más pobres y vulnerables, en forma de aumento de los casos de desnutrición, escasez de agua y rebrote de algunas enfermedades que dañan su desarrollo mental y físico.
Alianza mundial
Hay que luchar contra la invisibilidad política de los niños. La ayuda oficial al desarrollo silencia a menudo su relevancia como sujetos de su propio progreso, incluso como meros beneficiarios de la subvención. A menudo se asume que el trabajo sectorial, fundamentalmente en educación y salud, ya les incluye como destinatarios indirectos y que no son necesarias medidas mas especificas.
El sistema comercial y financiero tiene una repercusión directa sobre las posibilidades de las familias más vulnerables de acceder a unos medios de vida sostenibles. Los ingresos generados por la entrada a mercados, la caída de las remesas, el encarecimiento del crédito, todo esto se traduce en niños y niñas fuera de la escuela, empobrecimiento de la alimentación y un acceso precario a derechos básicos como la salud.
Protección de la infancia
La Convención sobre los Derechos del Niño ha sido ratificada por 193 países del mundo, entre los que se incluyen todos los integrantes de la Unión europea. La CDN compromete jurídicamente a los Estados a poner los intereses de los niños en un lugar central de sus proyectos iniciativas.
Las mujeres y los niños en todo el planeta son los que más sufren las consecuencias del impacto de las dificultades dentro del hogar. Son palpables sus efectos: la familia se ven obligada a sacar a sus hijos de la escuela, aumentando así el número de chiquillos trabajadores, de matrimonios prematuros y el tráfico de infantes.
La inversión social en época de dificultades económicas es crucial tal y como ha quedado demostrado en conflictos anteriores. Los efectos de la crisis a nivel macroeconómico terminan afectando a las familias, que sufren un menor acceso a servicios públicos, un descenso del crédito o la perdida del empleo. Además, en un contexto global, las situaciones de los países desarrollados acaban repercutiendo en los menos avanzados.
La Unión Europea es el primer donante mundial aportando el 55% de la ayuda al desarrollo que se concede en todo el mundo.
La Cumbre de la ODM que tendrá lugar en septiembre de 2010 en Nueva York, supone una oportunidad única para la Unión Europea mantener su liderazgo en el sistema internacional de desarrollo, a través de la promoción y ejecución de un plan de rescate de los Objetivos.
Con cinco años por delante hasta el vencimiento del plazo fijado en 2015, la posibilidad de no llegar a alcanzar las metas por falta de compromiso es real. Ello sería un fracaso inaceptable, tanto en el sentido ético como practico. Si fracasan, se multiplicaran los peligros que acechan al mundo, la instabilidad, violencia, epidemias, deterioro ambiental y crecimiento demográfico descontrolado.
Conclusión y recomendaciones
La conclusión del informe UNICEF – España son los siguientes:
Los Derechos del Niño están en el corazón de todos. Estos solo podrán alcanzarse incluyendo de manera efectiva a la infancia en las políticas, estrategias y presupuestos de cada país y agentes de cooperación.
Muchas regiones, países y áreas temáticas han logrado avances destacados hacia los ODM: descenso en la mortalidad infant6il, evolución de la matriculación en educación primaria, acceso al agua potable, Esto demuestra que son metas posibles de alcanzar. Sin embargo, los progresos son muy irregulares y las desigualdades entre naciones y al interior de los países están creciendo. El reto consiste en generalizar estos avances para llegar a todos los niños, en cualquier rincón del mundo, de manera permanente.
Tanto en las politicas nacionales como en la AOD hay que hacer un esfuerzo proactivo para llegar a los mas vulnerables. A los que viven en zonas rurales, en los barrios mas marginales, a los niños enfermos o con discapacidad, o que pertenecen a una minoría…o simplemente son niñas. Es mucho más difícil alcanzar los objetivos para ellos, pero el impacto de lograrlo se mide en vidas salvadas y en un avance mucho mas sustancial y equitativo hacia los ODM.
La sociedad entera se desarrolla cuando las niñas y las mujeres son miembros plenamente activos de una comunidad. Esto exige abordar las barreras sociales, culturales y económicas que perpetúen la desigualdad entre los géneros.
En los últimos años han surgido nuevas realidades como el cambio climático, otras han evolucionado de manera alarmante como el desempleo juvenil, la explotación sexual infantil o el comercio de niños. Todas ellas tienen un efecto directo en niños, jóvenes y sus familias y deben ser tenidas en cuenta.
Asegurar una adecuada y continúa financiación para el cumplimiento de los ODM es un reto crucial en un contexto económico como el que atravesamos. Deben encontrarse mecanismos innovadores de financiación, así como desarrollar nuevas alianzas entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado.
En definitiva, las estadísticas que miden el cumplimiento de los ODM representan vidas humanas, niños cuyos sueños se pueden hacer pedazos, mujeres y niñas que mueren en el parto, comunidades ancladas en el círculo vicioso de la pobreza. No se trata de una mera declaración de intenciones. Sólo alcanzaremos realmente los objetivos si ponemos estos rostros en el centro de nuestras actuaciones dotándolas de un enfoque de justicia y equidad que se traduzca en políticas, medidas y recursos concretos.
Fuente: UNICEF-España.
* Periodista.
La primera parte de este estudio se encuentra aquí.
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