Londres cobra ya casi 28 euros por circular por el centro con un coche contaminante
A las 00.01 horas de la noche del domingo 21 de abril al lunes entró en vigor la tasa de 12,50 libras (unos 14,50 euros) que tendrán que pagar los vehículos contaminantes para entrar en la Zona de Emisiones Ultrabajas (ULEZ) del centro de Londres, una medida para atajar la contaminación a la que se le atribuyen miles de muertes prematuras.
Las autoridades municipales esperan que la iniciativa reduzca las emisiones del tráfico rodado en un 45%, ya que esta tasa se suma a la Tasa de Congestión que ya tienen que pagar los vehículos contaminantes por entrar en el centro de Londres entre las 7.00 y las 18.00 horas. En total en ese horario un vehículo paga 24 libras (27,9 euros).
La medida se aplica a vehículos diésel que no cumplan el estándar Euro6, obligatorio desde 2015. En el caso de autobuses y camiones que no cumplan estos criterios, tendrán que pagar 100 libras.
Las tasas se pagan mediante un sistema de reconocimiento de matrículas conectado a la base de datos de la Agencia de Licencias para Conductores y Vehículos (DVLA, por sus siglas en inglés), que incluye el tipo de emisiones de cada vehículo.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha argumentado con un estudio que casi 1.000 personas son hospitalizadas al año en la ciudad por asma causado por la contaminación. De hecho, la intención del alcalde es ampliar la ULEZ en octubre de 2021 a todas las áreas que quedan dentro de las carreteras de circunvalación norte y sur.
La teniente de alcalde para Medio Ambiente, Shirley Rodrígues, ha defendido la iniciativa como una medida de justicia social. «Es menos probable que los pobres tengan un coche y más probable que vivan en una zona muy contaminada», ha apuntado.
Más de dos millones de personas —incluidos 400.000 niños— viven en zonas en las que la calidad del aire no cumple la normativa sobre límites de dióxido de nitrógeno. Estos mínimos no se respetan en mediciones de hasta 451 colegios de la ciudad.
Más de dos millones de personas —incluidos 400.000 niños— viven en zonas en las que la calidad del aire no cumple la normativa sobre límites de dióxido de nitrógeno. Estos mínimos no se respetan en mediciones de hasta 451 colegios de la ciudad.
Alejandro Tena, publico.es