Cristovam Buarque*
Barack Obama ya ha entrado en la historia como el primer presidente negro de Estados Unidos. Sin embargo, ni Estados Unidos ni el propio Obama han tenido aún la oportunidad de demostrar al mundo que nos hallamos ante el primer presidente norteamericano del siglo XXI. Para ello, para ser el primer presidente del siglo XXI, Obama tendría que realizar una serie de profundos cambios en la política y en el comportamiento de Estados Unidos.
Por último, el primer presidente del siglo XXI ha de ser un inductor de la distribución por todo el mundo de la educación, del conocimiento científico y tecnológico, de la cultura.
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