Los conflictos regionales: Paraguay y Bolivia
Juan Guahán*
Cualquier elemental aproximación a la historia de la región demuestra que los conflictos regionales se han utilizado para mantenernos divididos y alentar falsos nacionalismos, al servicio de los dominadores de turno.
Hace pocos días el gobierno de Bolivia tuvo que salir a desmentir las falsedades sobre el “peligro de una presencia militar boliviana en la frontera con Paraguay”. El más importante medio de prensa del vecino Paraguay viene alentando esta confrontación, sosteniendo que las Fuerzas Armadas Bolivianas han desplegado gran parte de sus fuerzas sobre la frontera con Paraguay.
Según esas reiteradas denuncias esa “preparación militar” tendría por objetivo recuperar territorios que Bolivia perdiera con motivo de la “Guerra del Chaco”, terminada en 1935 y cuya gestación, desarrollo y finalización tuvo que ver con intereses petroleros de empresas trasnacionales (Standart Oil y Shell) instaladas en la zona.
Esa Guerra duró tres años y produjo 90 mil muertos, junto a la destrucción de la economía y miseria de ambos pueblos. La continuidad de esta campaña hizo que el Ministro de Defensa Boliviano declarara: “Bajo ninguna circunstancia Bolivia estaría empeñada en una carrera armamentista respecto a ninguno de nuestros vecinos (…) El pueblo boliviano y el pueblo paraguayo están unidos por una hermandad, no avizoro ningún elemento de conflicto". En un sentido semejante, se intentó plantear un conflicto entre Bolivia y Argentina en las inmediaciones de Aguas Blancas, en la provincia de Salta.
No se deben separar estos problemas de la estrategia norteamericana de los denominados “conflictos de baja intensidad”. Éstos suponen la existencia de focos permanentes de desestabilización entre diferentes países o al interior de los mismos que puedan ser amplificarlos y generalizarlos cuando los intereses de la potencia del norte corran riesgos.
*Analista de Question Latinoamérica