Los poderosos y los pobres. – G8: … Y LA GENTE SE MUEVE
A principios del siglo XV en Rostock se fundó la primera universidad del norte de Europa. A principios del siglo XXI unos trece mil policías intentaron en vano contener a más de cien mil personas –venidas desde todos los puntos de Europa– que coparon el puerto alemán para exigir al Grupo de los 8 responsabilidad y decisiones ante la inminente crisis ambiental, luchar en serio contra la pobreza o simplemente protestar por su mera existencia.
La abigarrada multitud –comunistas no «aggiornados», socialistas, luchadores por el ambiente, estudiantes, obreros, sindicalistas, inmigrantes «legales» y de los otros y distintos movimientos a anarquistas– se concentraron ruidosa pero pacíficamente antes incluso que terminaran de llegar contingentes que repletaron las plazas en trenes y autobuses. La consigna general fue la de los foros sociales: Otro mundo es posible.
Miles de muchachas y muchachos repartieron folletos y hojas en los que explicaban el porqué del movimiento: “El mundo que ha creado el dominio del G-8 es un mundo de guerras, hambre, divisiones sociales, destrucción ambiental y barreras en contra de los emigrantes y refugiados”, podía leerse en ellos, que señalaban además: Queremos protestar en contra de eso y mostrar las alternativas.
Muchos manifestantes llevaban días en camino. No pocos venían, por ejemplo, marchando desde Francia a través de Suiza, país que recorrieron entre el 19 y el 26 de mayo. Un despacho del 24 de mayo de ADITAL**, firmado por el periodista Sergio Ferrari recoge los dichos de la coordinadora de ATTAC Suiza, Florence Proton: en el sentido de que los actos programados son «La continuidad de acciones similares impulsadas ya en 1997 en todo el continente, retomadas luego en 1999 durante otra movilización anti-G8», para «darle una voz a la gente excluida de la sociedad».
La misma información de la agencia de noticias brasileña recoge estimaciones de Cáritas: «un 15 % de la población europea vive en estado de pobreza. Según cifras del segundo informe de esa ONG, en Gran Bretaña, el 20 % de la población más pobre comparte el 6.1 % del ingreso o del consumo. En tanto el 20 % más rico se adjudica el 43.2 % del ingreso o del consumo».
En Suiza se calcula en alrededor de setecientas mil personas las que trabajan por salarios inferiores a lo necesario para cubrir con dignidad sus necesidades, sin contrato seguro o directamente como trabajadores temporales: el triunfo de la llamada flexibilización laboral en América Latina.
Lo de costumbre: represión
Rostock conoce de guerras y destrucciones; de ello se encargaron en el siglo XVII los suecos, luego los daneses en el XVIII, en el XX la aviación aliada la destruyó casi por completo, Frente a semejante historia los denominados disturbios habidos al comenzar junio de 2007 no son nada. O sí.
La torpeza de los mandos policiales y probablemente el nerviosismo de los agentes –que acaso recordaron recientes batallas urbanas en Dinamarca, Francia y España, y las manifestaciones en Seattle y Génova, desató a poco de iniciada la marcha una feroz represión. Hasta el domingo no se tenían datos oficiales seguros sobre el número de manifestantes heridos y apresados, sí de más de 300 efectivos policiales con diversas lesiones.
Una vez más fueron, como viene siendo costumbre en todo el mundo, los anarquistas el blanco favorito de las granadas lacrimógenas y los chorros de agua de los «guanacos» alemanes. Pero éstos no se amilanaron y respondieron con botellas, piedras. bombas molotov y los objetos que pudieron encontrar o arrancar de las calles. Algunos automóviles fueron volcados e incendiados.
Al amainar los enfrentamientos un vocero de los organizadores informó que según los primeros cálculos realizados por los diferentes grupos –más de 160 organizaciones ciudadanas convocaron la marcha– más de 500 personas fueron heridas, de las que poco más de una veintena estaban graves. No tenían el número exacto de apresados, pero se estimaban que no eran menos de 200.
Consideraron que el número de detenidos podría aumentar entre el domingo y el lunes, por cuanto las autoridades dispusieron un sistema de cámaras –visibles y ocultas– para filmar a los participantes de la marcha.
En otras ciudades alemanas llamaron a manifestarse contra la reunión del G8 distintos grupos neonazis; si bien no tuvieron mayor eco en la población, fueron también reprimidos.
La reunión del G8 partirá, pues, este seis de junio de 2007 patinando sobre la sangre de aquellos a quienes los autodenominados líderes del mundo no quieren escuchar.
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* Informe de Nicolò Aldobrandini.