Néstor Francia.*
A pesar del carnaval hubo suficiente movimiento en el ámbito político y social como para alimentar nuestro análisis. Lo primero a destacar es que a pesar de las voces agoreras y los largos años de sabotaje contrarrevolucionario en muchos sentidos, la situación económica de los venezolanos está muy lejos del caos que viven pronosticando los “sesudos analistas” opositores. La celebración del carnaval así lo demuestra.
Los principales centros privados del estado Vargas, situados entre Carayaca y Naiguatá, registraron un lleno total en estos carnavales. En el Club Oricao no quedó libre ni una de las 150 cabañas que disponen para hospedajes, y las áreas de las piscinas y la playa estaban repletas el sábado. Las 672 habitaciones del club Puerto Azul fueron copadas, y a las personas que intentaron hacer una reservación a última hora no fue posible complacerlas. Esto se repitió en todo el país, con los terminales, hospedajes y playas abarrotados.
Una cosa que llama la atención es cómo la emergencia eléctrica viene siendo comprendida y asumida por la población. La misma persona que anunciaba eufórico el éxito de los clubes privados, es una muestra de lo que afirmamos. Raúl Cohen, presidente de la Asociación Venezolana de Clubes Recreacionales, dijo que los 44 clubes que integran esa organización civil adelantan una campaña para fomentar el ahorro de energía eléctrica.
Entre las medidas se incluye utilizar las luces en espacios públicos únicamente cuando no se dispone de luz solar, racionalizar el uso de equipos de enfriamiento y calentadores, y ofrecer información a los socios sobre cómo minimizar el consumo en sus hogares.
Mientras tanto, la obcecada oposición venezolana continúa tratando de bombardear, de diversas maneras, el decreto de emergencia eléctrica, con ramificación mediática y política hacia el exterior. La diplomacia colombiana estilo Obama, por ejemplo, trata de aprovechar la circunstancia para hacer de las suyas. Paralelamente a la repetición de sus cantaletas para justificar las agresiones a Venezuela (“preocupaciones serias” por la “conducta” de nuestro país, la “retención” de un agente de inteligencia colombiano en Caracas, el cuento del sobrevuelo del helicóptero) pretende lavar su cara en los medios venezolanos ofreciendo ayuda para la emergencia eléctrica, y anunciando que mañana hará una oferta concreta.
El ministro colombiano de Minas y Energía, Hernán Martínez, afirmó ladinamente: “Yo creo que el pueblo venezolano está pasando por una situación difícil por este racionamiento de energía, nosotros podríamos ofrecerle algo de energía, estamos en ese estudio y yo formalmente estaré haciendo el ofrecimiento de todas formas”.
Aquí lo que se persigue es poner a nuestro gobierno entre la espada y la pared: o se niega a la ayuda, lo que podría ser entendido como una especie de malcriadez indolente, o se la acepta, sumando puntos a la estrategia diplomática diseñada en Estados Unidos, de tirar la piedra y esconder la mano. Y aunque la primera respuesta de nuestro gobierno, dada en voz del vicepresidente Elías Jaua, fue negativa, se ha dado un viraje inteligente. El ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, dijo que de haber alguna oferta formal, el Gobierno Nacional la analizaría:
“No es bueno cruzar el río antes de llegar al puente. Una vez que se concrete la oferta, la analizaremos, como en el caso de Brasil…Como se sabe nosotros estamos exportando electricidad hacia Brasil, hasta 80 megas. Ellos han instalado capacidad de termogeneración. Nos plantearon la posibilidad de dejar de importar y exportar hacia acá. Una vez que se concrete una oferta, igualmente la consideraremos”.
De esta manera se abre un compás de espera en esta área diplomática tan sensible, y al mismo tiempo se involucra también a Brasil, restándole el exclusivo protagonismo que pretende adjudicarse Colombia. Todo esto se da en medio de un recrudecimiento de la campaña nacional e internacional de la derecha con base a la emergencia eléctrica.
El diario El País de España dedicó su editorial de ayer a Venezuela, tocando el tema de la crisis eléctrica, con especial hincapié en la asesoría de cubanos en ese sector y otros ámbitos de la política gubernamental venezolana. Simultáneamente, en un “trabajo de investigación” presentado en el diario mayamero El Nuevo Herald, se aborda también la situación energética de Venezuela. El periódico incluye la visión de “expertos”, quienes por supuesto prevén un colapso eléctrico a mediano plazo.
Por allí desfilan un académico de la Universidad Simón Bolívar, también Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria, Williams Rojas, directivo de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales de Carabobo, Ricardo Zuloaga, cuya familia fundó en 1895 la firma Electricidad de Caracas, nacionalizada en el 2007. Todo un combo de la burguesía criolla que no deja pasar ni una sola cosa que le permita oponerse al socialismo y a la Revolución Bolivariana.
Sin embargo los efectos positivos del decreto de emergencia eléctrica se sienten por doquier. Ya vimos como los clubes privados están actuando, ahora veamos como hablan algunos usuarios, en un reportaje donde El Nacional lo que trata de destacar es que las ventas de los comercios bajarán por la emergencia. Pero a nosotros, por supuesto, nos interesa sobre todo lo positivo.
– La encargada de una peluquería en El Paraíso dijo que apagarán los aires acondicionados: “Tenemos ya bombillos ahorradores”.
– El dueño de una panadería en Artigas comprará sólo los jugos y lácteos que puede vender en un día, para apagar las neveras en la noche.
– En un cafetín en Bellas Artes desconectarán a ratos la cava donde están los alimentos.
– En restaurantes del centro se mantendrán con luces apagadas mientras no haya clientes.
Manuel Ramos, encargado del restaurante Pida Pollo, en Candelaria, señaló que está tratando de minimizar el uso de artefactos eléctricos en el negocio sin afectar la jornada laboral:
“No podemos apagar las cavas refrigeradas donde se guardan los alimentos, esto es un restaurante y debemos velar por la calidad de los productos. Pero sí apagamos las luces que no se necesitan y encendemos un poco más tarde de lo usual el aviso que muestra el menú y los precios. Además, de las 5 freidoras de pollo que tenemos sólo estamos utilizando 2, durante las primeras horas de la mañana; encendemos una más hacia el mediodía, cuando aumenta la cantidad de comensales…Esperamos cumplir con la medida sin que se afecten las ventas”.
– En San Martín otra peluquería optó por apagar las luces y el aire acondicionado mientras no haya clientes en el local.
Juan Carlos Sarmiento administra la Panadería Gran Feria, al lado de la estación de Metro de Artigas, y dice que desde que se registraron los primeros apagones y ahora la emergencia optó por reducir la compra de jugos y lácteos para evitar que se dañen:
“Apagamos durante la noche las neveras y sólo compramos la cantidad de leche y jugos que se vende en un día. Sólo quedan encendidas las de embutidos y charcutería. No usamos aires sino ventiladores”.
En Bellas Artes, María de Freitas, encargada de la lunchería Santa Fe, admite que la medida de ahorro es incómoda, pero reconoce que intentará cumplirla: “Decidimos prender un solo ventilador, apagar la cava por algunas horas mientras se conserva el frío, para que no se dañen los alimentos, y no encendemos el aviso del local”.
En el restaurante Cresp de la Candelaria el área del comedor permanece con las luces apagadas desde las 7:00 de la mañana hasta las 11:00 del mediodía, cuando llegan los primeros comensales.
“En las primeras horas funcionamos como lunchería y vendemos en la barra refrescos y chucherías. Ahorramos con el apagado de las luces del área del restaurante y esperamos que así se logre la reducción”.
Los supermercados han optado por apagar los aires acondicionados en las horas de menos afluencia de clientes y por cambiar los refrigeradores menos eficientes. No se están encendiendo los avisos luminosos dentro de las tiendas y en algunos formatos expresos, que trabajan 24 horas, atienden en taquillas externas.
Hemos asentado todas estas declaraciones y reportes porque muestran algún grado de conciencia ya alcanzado por la gente de esta clase media de comerciantes, a pesar de la criminal campaña mediática de la oposición para tratar de predisponer a los ciudadanos contra el decreto.
En la página web saboteadora Noticiero Digital se abrió un foro donde voces fascistas llaman a sabotear los medidores de electricidad para trampear las facturas. Sin embargo, en una encuesta realizada por el mismo medio digital, el 62 por ciento se pronuncia contra esta propuesta. Esto obligó a mover el “foro” de la página principal.
Es bueno asentar, y difundir, que varias instituciones de la Unión Europea participaron el fin de semana en un apagón controlado de 90 minutos para ahorrar energía. La Comisión Europea, el Parlamento Europeo, El Tribunal de Justicia, el Comité de las Regiones y el Comité Económico y Social participaron en la iniciativa italiana conocida como "utilizo menos luz". El objetivo era desconectar durante hora y media todas las luces y equipos electrónicos “no esenciales” a modo de gesto simbólico de compromiso con el ahorro energético.
La Eurocámara apagó todas las luces exteriores y el mayor número de luces interiores posibles en sus tres sedes (Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo) y lo mismo hizo la Comisión Europea en su edificio Berlaymont y otras instituciones. Entretanto, los patéticos escuálidos del patio no quieren entender nada: cuchillo para su garganta.
En el caso de Globovisión, hemos apostado a no caer en el juego de las conjeturas, muy activo en Twitter, en las redes digitales y en la calle. Los acontecimientos siguen su desarrollo y solo ellos nos acercarán a una versión definitiva. En todo caso, hemos venido haciéndole seguimiento a la situación, pero aun nos faltan cabos por atar. Hoy, por ejemplo, vuelve Leopoldo Castillo a “Aló, Ciudadano”. Estaremos pendientes de la reaparición de este caballo de batalla de la ultraderecha, a ver en qué anda con relación a la situación del canal golpista de La Florida.
En todo caso, la consternación de los opositores ante el tejemaneje misterioso de Globovisión lo expresa hoy un columnista de El Universal, Alexander Cambero, cuando afirma: “Los dos comunicados del canal, reafirmando su carácter de decidido defensor de los principios democráticos, son dramáticamente escuetos con un sesgo de miedo en una redacción con poco arrojo para abrirle esperanzas a la gente”. Esperemos un poco más a ver como se bate realmente el cobre.
* Analista de asuntos políticos.
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