Luis Benítez / Confieso que he leído (poesía argentina)

Cuatro poemarios de autores argentinos, dos de la Provincia de Córdoba y dos de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Su crítica, sus detalles y dónde conseguirlos. Un modo alternativo de acceder a la buena literatura argentina, no siempre al alcance de la mano.


Acabarlo a mano

Yanina Magrini
2010, Ediciones Cartografías Archipiélago/Poesía
Río Cuarto, provincia de Córdoba
ISBN 978-987-1685-03-5

La autora
Nació en Río Cuarto, provincia de Córdoba, en 1972. Obra poética anterior: Miralo bien (2002), Cromosoma en jeans (2003), Avuso (2005) y Ternura menos, menos vuelo (2007). Ha recibido los premios Pablo Neruda III (2002) y Leonor de Córdoba (España, 2007).

Acabarlo a mano es un poemario dividido en dos secciones, tituladas Scraps y Scraps (de la lengua), que trabaja asimilando al lenguaje poético denominaciones como las referidas, que aluden a la tecnología de las comunicaciones y las redes sociales. Desde luego, su objetivo no se agota en esta referencia, aunque saca buen provecho de la sugerencia que implican estos direccionamientos de la lectura.

Los poemas son breves, atienden a sugerir una comunicación personal (como los mensajes de texto), pero no caen en ningún momento en una superexplotación de esa similitud establecida. En realidad, con notable habilidad, la autora emplea esa sugerencia para hacer más directo el sentido de sus versos, que apuntan a una fuerte comunicación de pulsiones, sentimientos e ideas, con referencias culturales bien establecidas y mejor empleadas, si caer nunca en el facilismo o el “intimismo duro” (tan abundantemente empleados, hay que decirlo, por otros poetas de las últimas dos generaciones).

Un poemario que no se agota en lo autorreferencial, sino que sabe establecer acabadamente un sostenido equilibrio entre lo emocional, lo conceptual y la referencia cultural, lo que no es poca cosa en el panorama actual de la poesía argentina.

Así escribe Yanina Magrini

Formación cristiana
Mentira que dios abandona su flor
(mentira
que hace de la ausencia
una conducta).

Padre nuestro: tanta orfandad
enternece.

Para conseguirlo, escribir a
– jotadimarco@yahoo.com.ar
– pablodema@yahoo.com.ar
Se lo puede encontrar en Revista Cartografías

Lejos de la costa
Osvaldo Ballina
2010, Ediciones Al Margen
La Plata, Provincia de Buenos Aires
ISBN 978-987-618-081-8

El autor
Osvaldo Ballina nació en 1942 en La Plata, donde vive actualmente. Obra poética: El día mayor (1971), Aun tengo la vida (1975), Caminan en Italia (1979), Verano del incurable (1996), Confines (1998) El viaje (2000), Apuntes del natural (2001), El caos luminoso (2002), Al dios que sea (Obra poética 1971-2003), Oráculo para dones fatuos (2006), El pajar en la aguja (2007) y Prodigios residuales (2009), entre otros.

Lejos de la costa es otra entrega de este maestro platense, de ya dilatada trayectoria, que suma su nombre a otros muy prestigiosos poetas de la misma localidad, entre los que se cuentan nombres como los de Rafael Felipe Oteriño, Néstor Mux y César Cantoni, entre otros. Una característica mal reseñada antes de la obra de Ballina es la pretendida “oscuridad” de sus versos, cuando el sentido de aquello que refiere es, en realidad, muy difícil de comunicar a través del mismo lenguaje que se emplea para pedir la sal o el vinagre en la mesa.

El lenguaje de la poesía —y Osvaldo Ballina lo comprende muy bien— fuerza todas sus posibilidades para conquistar nuevos territorios para la conciencia (la conciencia poética, desde luego) y ello hace que se deban emplear recursos nos habituales detrás de ese objetivo. La poesía de Ballina exige al lector un máximo de atención porque es el género más arduo de todos y porque Ballina —como legítimo representante del género— entiende que dicha exigencia es lícita.

Todo autor, al escribir de cierto y determinado modo, está eligiendo a su lector. El presente poemario es otro ejemplo del nivel de exigencia de la poesía del autor de El pajar en la aguja, que manejando un hermetismo bien dotado y sabe conducir a sus seguidores hasta los límites de la expresión, brindando una polisemia de amplio alcance en textos breves, condensados. Para recomendar: leer buena poesía también pasa por leer la última entrega de Osvaldo Ballina.

Así escribe Osvaldo Ballina

Donde duerme el nómade
donde duerme el nómade
los olores dan nombre a las cosas

el castigo carga
las jorobas del odio

el deseo no resigna ningún cuerpo
es todo pavor lo invisible

nada se parece a otros mundos

Dónde conseguirlo:
info@edicionesalmargen.com
Ediciones al margen

El pez del ojo
Diego Formía
2010, Ediciones Cartografías Archipiélago/Poesía
Río Cuarto, provincia de Córdoba
ISBN 978-987-1685-01-1

El autor
Diego Formía nació en 1970 en La Palestina, provincia de Córdoba. Coordina una página de narrativa local y coedita un suplemento cultural regional en el diario Puntal de Río Cuarto. Obra poética: Crol en el invierno líquido (2006).
El pez del ojo es la segunda entrega de este muy interesante autor cordobés, que en este poemario desarrolla más acabadamente elementos que ya hemos considerado en la lectura de su anterior Crol en el invierno líquido: hay una consistencia de su expresión y una capacidad de trasmitir experiencias estéticas y experienciales (bien elaboradas, por supuesto) que señalan a Formía como una de las voces interesantes de las nuevas generaciones poéticas en Argentina.

El lenguaje que emplea en este poemario es más ambicioso que el usado en el anterior, incorporando nuevos recursos expresivos, incluyendo el muy gelmaniano corte interno del verso con barras, pero sin caer (como sí lo hacen algunos de sus colegas generacionales) en el uso del recurso por el recurso en sí. En esta segunda entrega de Formía éste y otros recursos obedecen a pautas bien fijadas y resultan, la mayoría de las veces, bien logrados los efectos.

Formía se muestra mucho más seguro de sus maneras de decir y, lo que aún resulta más importante para el desarrollo de una poética, sabe mucho más acentuadamente qué es lo que quiere decir y cómo hacerlo. Es un autor al que habrá que seguir, obligadamente, en sus futuras (y esperadas) entregas.

Así escribe Diego Formía

la silla fue poesía / necesidad creadora
de la arquitectura
de la madera
del árbol que no se ve / desde aquí

la silla es cansancio
la mesa gravedad / fuerza
el vaso con agua es la sed
la mitad vacía antipartículas virtuales
la mitad llena el núcleo de un átomo cualquiera

¿el pensamiento / es intención?

a los peces se les desea un río / un mar
a los ojos ser arrojados
al espacio / de galileo.

Para conseguirlo, escribir a
– jotadimarco@yahoo.com.ar
– pablodema@yahoo.com.ar
Se lo puede encontrar en Revista Cartografías

La ojera de las vanidades
Norma Etcheverry
2009, Ediciones Hespérides
La Plata, Provincia de Buenos Aires
ISBN 978-987-25170-3-8

La autora
Nació en Ranchos, Provincia de Buenos Aires, en 1963. Obra poética: Máscaras del tiempo (1998) y Aspaldiko (2002).

La ojera de las vanidades es la tercera entrega de esta poeta platense, cuyo título remite inmediatamente a la famosa “hoguera de las vanidades” impulsada por el reformador religioso Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola (1452-1498), donde ardieron los objetos que representaban el lucro, el lujo y la vanagloria de la época.

También —como acertadamente señala el poeta César Cantoni en la contratapa del volumen— el título nos lleva a evocar la más contemporánea novela de Tom Wolfe, aunque el despojamiento del lenguaje empleado por la autora nos acerca más —en mi opinión— a la primera asociación.

En efecto, el lenguaje de Etcheverry en este último poemario es descarnado y hasta a veces brutal, del mismo modo que las maneras del riguroso fraile rebelde italiano: hay en sus textos una consistencia carnal, episódica, directa, que sin embargo no atiende a una representación buscada de las crudas situaciones que emplea la autora, más bien, como metáforas escenográficas de aquello que con tanta buena fortuna como capacidad expresiva tiende a mostrar.

Norma Etcheverry apunta a elaborar en esta colección de poemas una estructura que sirva como pantalla donde proyectar, en las secuencias del lenguaje, el contraste marcado entre situaciones y sensaciones, cuando las últimas se disparan —por la pericia de su poética— hacia nociones de la realidad mucho más hondas que aquello que, aparentemente, las circunstancias y las personalidades que pueblan las páginas de su sólido poemario están mostrando.

Se trata de un volumen macizo, breve pero contundente, dotado de una fuerza expresiva que no desdeña la ironía ni el sarcasmo, la pasión ni el reproche feroz para dar cuenta de todo lo que la autora tiene para decirnos. El humor —difícil ingrediente de la poesía, al menos en el ámbito local— está tan bien medido como en una receta de repostería: el exceso mataría y la falta se notaría, aspectos que Etcheverry domina muy bien, dando la medida justa de cada ingrediente. Un buen trabajo que se ganó en buena ley su espacio en la biblioteca.

Así escribe Norma Etcheverry

Mami
Mami tampoco era inocente
le retorcía el cuello
a una gallina
en un santiamén
con la excusa del puchero
una vez la vi llorar
frente al despeñadero
de plumas
a lo mejor era nostalgia
por las causas perdidas
o tal vez lloraba con lágrimas
del pato
que —estoy segura— amaba
a la bataraza en el cadalso.

Dónde conseguirlo:
edhesperides@gmail.com

Luis Benítez es escritor.

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