Mexico: los duros números del espanto y el horror

1.292

Teodoro Rentería Arróyave*

Los números son duros, las cifras son de horror, las conclusiones son de espanto; eso surge del análisis del informe de fin de año del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, doctor José Luis Soberanes Fernández (izq.). Nada nos extraña que se nos informe que el 98 por ciento de los crímenes en nuestro país permanezcan impunes.

Y que en siete años, de 20.000 secuestros sólo se hayan denunciado 5.140; que entre enero de 2001 y noviembre de este año, se contabilicen 10.500 ejecuciones y que en la gestión del presidente Felipe Calderón Hinojosa, se disparara en un 90 por ciento la ‘‘violencia delictiva’’.

La situación general, desde luego que es terrible, sin embargo es más espeluznante la que sufre el gremio periodístico, puesto que en este caso, como lo han estado denunciando tanto la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, como la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México, la impunidad es total, al cien por ciento.

Desgastado el modelo de seguridad, porque se multiplican abusos policiacos: “Se evidencian excesos en el uso de la fuerza pública que vulneran derechos individuales”, dice textual el Informe anual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por lo que el organismo descentralizado propone rediseñar la estrategia de seguridad; ya que precisa: la actual fracasó.

Las cifras lo dicen todo, o hablan por sí solas: de 2006 a la fecha, 48 millones de personas fueron víctimas de un delito; siete plagios al día. De enero de 2001 a noviembre de 2008 ocurrieron en el país 20.000 secuestros, 2.500 por año, siete al día, aunque sólo fueron denunciados 5.140; el resto forma parte de la cifra negra de delitos no denunciados.

En este renglón también se hace necesario apuntar que, no obstante las campañas mediáticas para que se recurra al Ministerio Público, el pueblo prefiere no denunciar los delitos. En su acostumbrada crítica a los informadores por parte del titular de esa entelequia llamada, Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra los Periodistas, Alejandro Orellana Warco, demandaba la denuncia de los informadores agraviados o de sus deudos.

Como recurrir a las supuestas autoridades de procuración de justicia cuando no cuentan con la credibilidad y la confianza del pueblo. Acercarnos a ellas es complicar el agravio, se dice de continuo, porque además de la agresión de la delincuencia vendrá aparejada la de los funcionarios cómplices o apaniaguados con la misma.

Otras informaciones nos hacen saber cuan exacto es otro tanto: los delitos que nos se denuncian por la misma causa: la desconfianza en las autoridades.

El segundo Informe Especial sobre Seguridad Pública, el ombudsman nacional denuncia, esa es la palabra exacta, que en el periodo que nos ocupa se registraron 10.500 ejecuciones atribuidas al crimen organizado, y “solamente de enero de este año a lo que va del mes ocurrieron 5.585”.

Los estados que encabezan la lista de más asesinatos son: Chihuahua, con 1.878; Sinaloa, 853; Baja California, 535. De esas ejecuciones, precisó, 86 por ciento son de civiles, 12 por ciento de servidores públicos y 2 por ciento de menores de edad.

El titular de la CNDH resaltó que en el periodo de enero de 2006 a noviembre de 2008, es decir en la administración del presidente Felipe Calderón, 48 millones de personas fueron víctimas del delito, 16 millones por año y 43.835 al día. “Es el periodo en el cual se presenta el mayor incremento de violencia, de casi 90 por ciento”.

Los números son duros, las cifras son de horror, las conclusiones son de espanto. Esta es la realidad cruel de la nación mexicana.

 
* Periodista y escritor.  Un despacho de Alainet.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.