México: si en 1970 alcanzaba para la canasta básica, en 2008 alcanza sólo para el 31% de la misma

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Pedro Echeverría*  

Ciudad de México, el DF, es sin duda, el lugar donde se manifiesta con mayor crudeza la polaridad de las clases sociales. La vida de las personas de salarios mínimos de hambre y la de los que gozan de ingresos multimillonarios, se hacen muy manifiestas y evidentes.

Aunque los medios de información, bien subsidiados por el gobierno y los empresarios, sigan propagando que sólo es una minoría de izquierdistas la descontenta, la realidad es que de manera espontánea las protestas se masifican.

1. Yo he sido un admirador, desde hace varias décadas, del centro histórico del DF, así como un observador permanente de lo que sucede en los alrededores de los mercados de la Merced, de Tepito y la Lagunilla. Pienso, por mis observaciones y lecturas, que en el norte y el oriente de esa enorme urbe están los barrios y colonias donde se puede encontrar millones de seres que luchan por vivir en medio de las más grandes dificultades.

Por el contrario, cuando por aquello de las manifestaciones de protesta cerca de la casa presidencial de Los Pinos, uno puede observar las gigantescas mansiones residenciales de Las Lomas de Chapultepec y otras colonias cercanas de los más grandes hombres de negocio.

2. El salario mínimo es, según la Ley Federal del Trabajo de 1970, "la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo. El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos".

La canasta básica está integrada por artículos de consumo básico, necesario y suficiente, para que viva una familia de cinco o seis miembros.

¿Qué ha pasado a partir de aquel año tomado como base? Una comisión, integrada por tres sectores (empresarios, gobierno y trabajadores) se ha reunido anualmente para fijar los salarios mínimos que deben regir al siguiente año y esa comisión no analiza ni discute; sólo legitima lo que antes gobierno y empresarios han determinado de acuerdo a sus intereses. Ciudad de México, el DF, es sin duda, el lugar donde se manifiesta con mayor crudeza la polaridad de las clases sociales. La vida de las personas de salarios mínimos de hambre y la de los que gozan de ingresos multimillonarios, se hacen muy manifiestas y evidentes.Ese salario mínimo se convierte luego en la medida de los empresarios para fijar otro tipo de salarios.

3. Los llamados líderes obreros, que no son otra cosa que líderes oficiales (charros) que se han mantenido en el poder durante décadas sirviendo al gobierno en turno, declararon estos días, con todo cinismo, lo que sabemos desde hace 40 años: que a fin de año, en diciembre, los representantes de empresarios, del gobierno y de los sindicatos oficiales se reúnen para fijar el salario mínimo que regirá durante el año de 2009, pero lo que no dicen es que empresarios y gobierno son representantes de la burguesía explotadora y que los llamados líderes obreros se subordinan gustosos a esos dos sectores.

Han sido tan demagogos los líderes charros que en algunas ocasiones, siempre con autorización del gobierno, amenazaban con estallar un movimiento de huelga si los salarios mínimos no aumentaban en determinado porcentaje. Todo terminaba en circo, maroma y teatro después que gobierno y empresarios acordaban lo que se les ocurriera. Nunca estalló huelga alguna.

4. Hoy, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría del Trabajo, la canasta básica de alimentos de 1970 costaría 160 pesos y con el salario mínimo actual de 50 pesos diarios sólo podría adquirirse el 31 por ciento, es decir, menos de la tercera parte de los alimentos mínimos indispensables. El proceso de deterioro de salario frente a la carestía ha sido diario, aunque cada año se decrete el aumento del salario mínimo "tomando en cuenta la inflación anual".

Si antes bastaba con un salario, ahora se debe trabajar dobles turnos y dos o tres personas en el hogar. Recuerdo que a principios de los años setentas los profesores del DF reclamábamos un pago de 105 pesos por hora/semana/mes; el gobierno en vez de aumentarnos otorgó dobles plazas para trabajar mañana, tarde y noche. Con ello se dejó de contratar profesores recién egresados y se aumentó el número de años de las escuelas normales. Los profesores ahora enloquecen para cubrir sus dobles turnos mientras el salario no alcanza.

5. Por eso, ante las movilizaciones de protesta y la histórica inoperancia de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, hace unos días las bancadas priísta y perredista en la Cámara de Diputados propusieron que el Poder Legislativo sea el que fije el porcentaje de aumento salarial para el año 2009.

Como si los políticos apenas estuvieran descubriendo, el diputado priísta y representante de la CTM cuestionó la labor de la comisión, al señalar que lejos de apoyar a la clase trabajadora ha sido cómplice del grave deterioro que ha sufrido el poder de compra. Hizo referencia, con mucha demagogia, que de acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, la pérdida del poder de compra de los trabajadores se ubica en más del 70 por ciento en los últimos 20 años; que, tan sólo en este, año el deterioro se ha colocado en alrededor del 20 por ciento. ¿Se olvida el flamante diputado del PRI que es la misma CTM la que ha aprobado durante décadas los miserables aumentos al mínimo?

6. Con los argumentos y las tácticas que el gobierno usa para el aumento de los salarios mínimos los trabajadores año tras año pierden su poder de compra. Usan el argumento de que el salario sólo puede aumentar al mismo ritmo que la inflación; sin embargo fijan la inflación del año anterior, por ejemplo, en cuatro por ciento cuando es de seis, anuncian el aumento en diciembre y los artículos de inmediato suben para las compras navideñas sin posibilidad que bajen en algún momento.

Ciudad de México, el DF, es sin duda, el lugar donde se manifiesta con mayor crudeza la polaridad de las clases sociales. La vida de las personas de salarios mínimos de hambre y la de los que gozan de ingresos multimillonarios, se hacen muy manifiestas y evidentes.En resumen: cuando pagan el cuatro de aumento al mínimo ya la inflación está en siete u ocho. Así cada año, hasta llegar a la situación actual, según estadísticas el poder de compra del salario se ha reducido al 31 por ciento teniendo como base 1970. Pero la inmensa mayoría de la gente no se detiene a analizar o discutir. Sabe que tiene que completar el gasto y hace lo que sea: trabajo informal, delincuencia o limosna.

7. Mientras la gente, para no morir de hambre, busca desesperadamente un empleo de por lo menos 50 pesos (3.5 dólares) al día o mil 500 pesos al mes, los altos funcionarios de gobierno cobran cada 30 días unos 200 (doscientos) salarios mínimos, más las prestaciones que se otorgan ellos mismos.

Al parecer, según datos que se han venido publicando durante años, no hay funcionarios de gobierno o empresarios en el mundo con ingresos tan altos como los de México. Lo más grave es que todos sabemos del saqueo del presupuesto público y de las riquezas del país y hasta nos parece chistoso porque si de antemano nos consideramos impotentes "lo mejor es aplaudir su habilidad para el robo y unirnos a ellos".

¿Cuántos trabajadores viven con el salario mínimo? Quizá el 60 por ciento de la población vive con menos de 50 pesos, otros más con esa cantidad y otros con 75 pesos, dando como promedio el salario mínimo. ¿Qué sabe la clase política (PAN, PRI, PRD) de salario mínimo si esos 50 pesos sólo les sirven para lustrarse diariamente los zapatos?

8. Con los 50 pesos al día se puedne comer diariamente dos kilos de tortillas, frijoles y arroz, aunque no alcance para el transporte, el agua, la renta, la luz eléctrica o las velas, la escuela, el vestido, el azúcar, etcétera. Según declaraciones de algunos empresarios, que se repiten cínicamente en medios de información, "el salario mínimo, bien administrado, es suficiente… alcanza para vivir bien".

No hay duda que éste es el México inaudito o surrealista que se conoce muy poco en el extranjero porque la intensa propaganda gubernamental, que promueve el turismo y las inversiones, presenta a un país color de rosa. Pero ese México que el salinismo llegó a calificar en 1993 de "primer mundo", está profundizando su descomposición.

Aunque los medios de información, bien subsidiados por el gobierno y los empresarios, siga propagando que sólo es una minoría de izquierdistas la descontenta, la realidad es que de manera espontánea las protestas se masifican.

* En www.argenpress.info

Las imágenes corresponden todas a trabajos del artista y grabador mexicano José Guadalupe Posadas.

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