México, visitas diplomáticas. – SEÑOR EMBAJADOR: ¡NO A NERUDA VIP!

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Excelentísimo diplomático pinochetista:

…¿1976? ¿No es el año en que usted ingresó al servicio exterior de Carrera Diplomática de la dictadura? Lo dice el diario La Nación: Germán Guerrero Pavez “ingresó a la Academia Diplomática Andrés Bello en 1974, y desde 1976 ha ejercido diversas labores en el Ministerio de Relaciones Exteriores”. (25 de mayo de 2007).

Se sentirá como en casa en la tierra del PAN y el Yunque, con Manuel Espino y Marco Adame Castillo. Pero ¿qué culpa tienen los alumnos de la escuela secundaria Gabriela Mistral en Morelos? ¿Con 10 mohosas computadoras les enseñará el progreso chilensis? Qué generoso su donativo. Es un digno representante de la Concertación.

Por mi parte, usted no es bienvenido a la tierra de Zapata y Morelos…

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Permita le explique lo que a su antecesor (José Goñi) no le interesó, mucho menos a la Ministra de Cultura (Paulina Urrutia) ni a su agregada cultural (Mariel Bravo); lo hablé personalmente con los tres citados
anteriormente y nada, de usted espero lo mismo:

En 2004 hubo una propuesta fallida de nombrar al Aeropuerto Internacional de Chile en Pudahuel, como Pablo Neruda. Lo que hubiese significado un buen negocio para Juan Agustín Figueroa, presidente vitalicio de la Fundación del Nobel de Isla Negra y heredero universal e ilegal de Neruda. Ahora corremos
el riesgo de pronunciar el apellido Neruda y recibir una factura o querella judicial por daños al patrimonio de Figueroa & Ricardo Claro.

Ellos, el ex ministro de la Concertación (Figueroa) y el terrorista de Estado (Claro), suelen ceder el «copyrigh» en negocios poco transparentes pero muy rentables:

– el Hotel Neruda (en la Av. Pedro de Valdivia Nº 164, en Santiago , y
– el Premio Neruda de 30, 000 dólares (que entrega la Concertación) son dos ejemplos del
horror al prostituir la poesía y la memoria de un país.

Para ser sincero, en México rara vez leí la sección de finanzas de los periódicos; ahora son mi lectura obligada en Chile, con el propósito de seguir los movimientos bursátiles de las dos empresas de Ricardo Claro claves en mi investigación: Sudamericana de Vapores (por su dos barcos utilizados como centros de tortura durante la dictadura de Pinochet) y Cristalerías Chile (por la inversión de 2.3 millones de dólares que hizo la Fundación Neruda).

“En 2005, Sudamericana de Vapores ganó 135 millones de dólares (…) y Cristalerías Chile tuvo utilidades por 52 millones de dólares en 2006, un 18.2% más que en 2005” (diario La Tercera: 3 de marzo de 2007).

Su socio desde 1950, Juan Agustín Figueroa actúa como un vil empleado del pinochetismo aplicando la Ley Antiterrorista contra la comunidad mapuche.

Un Claro show, visto en Televisa

Los vídeo-escándalos montados para el reality show de Televisa & Ahumada producciones (el 3 de marzo de 2004), donde se exhibe el soborno de personas de toda la confianza de la “izquierda” parlamentaria mexicana (PRD) invitados a una entrevista en vivo para ser sorprendidas con el vídeo y las manos en la masa; todo tiene un antecedente inmediato, cuando Ricardo Claro (ligado a Televisa en su Consejo de Administración) puso ante cámaras, para descalificar las aspiraciones políticas de Sebastián Piñera, el audio obtenido por espionaje al futuro candidato presidencial intercambiando información poco diplomática sobre la hija de un militar fascista (el ex comandante de la Fuerza Aérea, Fernando Matthei).

Las circunstancias son distintas, pero el modus operandi tiene todo el sello de una coproducción Televisa & Claro Tv.

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Durante mi último viaje a Chile, debo confesar que traicioné mis principios e ideología al conversar con Sebastián Piñera, traté de no hacer detestable el rato, recordando que fue el único empresario de la derecha chilena que llamó públicamente a votar por el No a la reelección de Pinochet (1988).

Piñera cambió de entrevistado a humillado en televisión cuando Ricardo Claro (igual que Brozo) le puso, en vivo, «play» al audio con el espionaje telefónico, logrando el efecto de que a Piñera se le conozca como el «Caso Kioto» (tomando el nombre por la marca de la grabadora asiática y transmitido por el Canal Megavisión, el 23 de agosto de 1992).

En mi defensa, después de intentar en vano plantear el tema a la Concertación, diré que el encuentro con Sebastián Piñera fue informal –él salía de la Universidad Católica de Chile (un frío día de julio de 2007–, le expuse que había estudiado el «Caso Kioto» y me parecía estaban haciendo lo mismo en Televisa para ridiculizar a la oposición en México. Le pregunté si tenía antecedentes sobre Ricardo Claro y la Fundación Neruda; obvio, negó tener conocimiento, entonces le entregué un dossier de prensa con los detalles de
la inversión de los derechos de autor de Neruda en la empresa de Ricardo Claro (Sebastián Piñera hizo a un lado su agenda para hojear mis documentos).

¡Neruda no es el nombre de la sala VIP de la aerolínea Lan en Pudahuel!

Señor embajador, cuando usted era cómplice de Pinochet, el pueblo de Chile –hace 34 años– se manifestó por primera vez en contra de la dictadura durante el funeral de Neruda, el martes 25 de septiembre de 1973; mientras agonizaba el poeta, desde el 12 de septiembre, Ricardo Claro ya asesoraba a la dictadura en sus relaciones exteriores hasta que en 1976 trajo a Kissinger para que conociera al títere Pinochet.

(¿1976? ¿No es el año en que usted ingresó al Servicio Exterior de Carrera Diplomática de Pinochet?
Lo dice el diario La Nación: Germán Guerrero Pavez “ingresó a la Academia Diplomática Andrés Bello en 1974, y desde 1976 ha ejercido diversas labores en el Ministerio de Relaciones Exteriores”, publicado el 25 de mayo de 2007.

Se sentirá como en casa en la tierra del PAN y el Yunque, con Manuel Espino y Marco Adame Castillo. ¿Qué culpa tienen los alumnos de la Escuela Secundaria Gabriela Mistral en Morelos? ¿Con 10 mohosas computadoras les enseñará el progreso chilensis? Por mi parte, usted no es bienvenido a la tierra de Zapata y Morelos).

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Neruda es nuestro, de los perseguidos y humildes, de los anarquistas y comunistas, de los románticos y existencialistas; no de Juan Agustín Figueroa y Ricardo Claro. Difícilmente Sebastián Piñera tomará cartas
sobre el Caso Fundación Neruda, por su poco conocimiento de la ideología de izquierda del poeta, pero tal vez por cobrarle una indemnización a su acérrimo enemigo Ricardo Claro o por sentido común como aquella vez de su No a Pinochet.

De la neoliberal doctora Bachelet y su gabinete “socialista” ya no espero nada, de usted, como buen pinochetista que es, tampoco, son demasiados los compromisos de la Concertación con Ricardo Claro y la
Fundación Neruda.

A pesar del sacrilegio. Compañero poeta. ¡Presente, ahora y siempre!

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* Anota Casasús: «Colaborador de la desaparecida revista Rocinante de Chile (cerrada por la desidia del presidente “socialista” Ricardo Lagos) y del diario que la Concertación se niega a respetar: El Clarín de Chile».

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