Mirando por el ojo de la cerradura

RW

El cine en el orden de la ficción, hasta su final reciente hecho por la reiteración argumental de una historia sobre otra ya conocida y probada –exigencias de un arte convertido en mera industria– plantea exigencias y sorpresas. Las exigencias en muchos sentidos corresponden al diseño de producción, las sorpresas corren por cuenta del espectador.

Por eso tal vez ver un filme de la primera etapa: silente, en blanco y negro –gama de grises–, un poco teatro y un poco documento, esfuerzo casi desvalido por atrapar un público tan virgen como ansioso de "ver detrás" (y adelante y a los costados), conforma un acto de magia. Es lo que sucede con este mirar por el ojo de una cerradura.

Lo simple cotidiano en el borde de la picaresca, pequeña maldad inocente, pese a todo, retrotrae a un tiempo en que si bien las cosas eran posibles, no se estimaban convenientes. Un tiempo que se imponía límites al mostrar.

Seis años tenía este arte entonces no todavía definido y de futuro incierto que se pensaba, sin embargo, como muestra –gráfica, si se quiere, el cine se llamó biógrafo– de la vida tal cual la vida se presenta. Una realidad sobreimpuesta a la realidad, voyeurismo pre adolescente.

Poco más de dos minutos –puede que en 1901 varios segundos gastados en no mirar para no romper la intimidad ajena por más que se sospechara que todo estaba preparado– que de seguro provocaron un pequeño calosfrío y un si-es-no es cuasi pecador entre los espectadores.

Ver Mirando por el ojo de la cerradura es también asomarnos a todo lo que entrega en la actualidad la imagen filmada y quizá pretexto para pensar en lo que hemos perdido de la vieja inocencia. No porque antes no hubiera ojos de cerraduras para mirar por ellas, sino por haber perdido el halo de extrañeza y misterio de los actos individuales o compartidos que en los últimos setenta años el cine ha puesto al alcance de todos.

La película es cortesía de la cinemateca y archivos de Roberto Di Chiara (www.robertodichiara.com); tiene una duración de dos minutos con 28 segundos.