MUJERES, 6 DE CADA 10: MÁS HERIDAS QUE ROSAS
LAS RAZONES DEL PORQUÉ
«Alquien debe madar en casa, mantener la familia unida, cuidar que se mantenga el orden, que no ande paseando porai hablado chismes con las amigas, motrándose en la calle. ¿Y si le pasa algo? Uno es el responsable, qué diablos. La mujer no siempre tiene concidencia de sus actos».
Oficinista.
«Cuando llego a casa quiero la comida en la mesa, Trabajo 12 horas diarias en la construcción y exijo que haga lo que tiene que hacer. Que cuide la plata. Para eso vivimos juntos.
Obrero.
«Cree que porque gana lo suyo en la fábrica puede reírse de mí, pero la pongo en su luar rapidito».
Microempresario del cartón.
«Das vuelta la espalda y no sabes lo que hace; la gente se ríe de uno».
Cesante.
«Levanta la voz a cada rato. Yo la quiero, pero uno es el hombre».
Joven estudiante.
¿Y quién me asegura que los hijos son míos? Lo veo a las mujeres de los oficiales haciendo de las suyas sin ninguna vergüenza
Sargento.
Todas ellas –sus mujeres– han recibido palizas. Han sido forzadas a practiar la auparishtaka, ese viejo arte de eunucos y peluqueros, a ceder la «puerta estrecha» (sin la mantequilla del Ultimo tango en París o entregar el cuepo a terceros («¿Acaso no te gusta, puta?»).
A las niñas no les va mejor: «anda con el tío, te hará un regalo». O, testimonial, «entró a mi cuarto y me robó el sueño» o «Me llevó a un lugar suyo y me tocó, y después…».
UNA ESPECIEQUE PERDIÓ LA BRÚJULA
Según Prensa Latina, participaron en el estudio de la ONU 24.000 mujeres en edad reproductiva. Un hecho alarmante es el alto número de las encuestadas que refirieron haber sido golpeadas durante el embarazo: más del 90 por ciento de las veces a manos del padre de su hijo.
La violencia doméstica es un problema creciente que, aunque en el sentido más amplio incluye abuso del niño, de un superior o de un hermano, en su forma más común se refiere al maltrato de la mujer por parte de su compañero sentimental.
La OMS destaca cómo muchas de las afectadas justifican el abuso del que son víctimas. Entre un 50 y 90 por ciento considera que un hombre tiene razón si golpea a la mujer bajo ciertas circunstancias. Otro tanto siente que no tienen derecho a decir no al acto sexual, incluso si sus parejas las maltratan o golpean.
Sólo en Estados Unidos casi cuatro mil mueres fallecen cada año por esta razón –la violencia–, que no tiene distinciones de raza o estatus social; una situación que se agrava con el tiempo, se transmite de generación en generación y se extiende a otros miembros de la familia.
«NO PASÓ NADA…»
Los mitos y prejuicios sociales, los obstáculos y y falta de seguridad de la actuación de la administración de justicia cuando deciden denunciar, entre otros, estos hechos, impiden conocer la realidad exacta de un fenómeno social, de alcances insospechados.
“Ningún país y ningún grupo está libre de esa lacra”, subrayó ayer Lee Jong-wook, director de la Organización Mundial de la Salud.
La estadística oficial indica que los relojes señalan que cada 18 segundos es maltratada una mujer en el mundo, según la ministra española de Sanidad, Elena Salgado, al presentar el primer informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, sobre la violencia de género en diez países del mundo.
“Cada 18 segundos, en algún lugar del mundo, una mujer es objeto de maltratos. Con este informe, el hecho por fin se difunde”, señaló la ministra con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra hoy, destacando que el documento subraya que esa violencia está ampliamente extendida en todas las culturas y que “ningún país y ningún grupo está hoy libre de esa lacra”.
DATO CLAVE
Entre el 4% y el 12% de las mujeres encuestadas por la Organización Mundial de la Salud, OMS, dijeron haber recibido maltrato de sus parejas durante el embarazo.El documento señala que “las mujeres están más expuestas al riesgo de la violencia en sus propios hogares que en la calle”.
“Hasta hace poco, muchos gobiernos veían la violencia contra las mujeres como un problema social menor, particularmente la ejercida en el hogar por la pareja”, tesis ya insostenible. El fenómeno se expande.