Mujeres, soledad, lucha. – EN LA OTRA ESQUINA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La Concertraición, al igual que todos los gobiernos patriarcales, administra los cuerpos de acuerdo a las
necesidades político-económicas del sistema. Su pequeña historia ha consistido en mantener las instituciones de la dictadura y el acceso a los bienes que esta institucionalidad les proporciona. Hay muchos ejemplos: en diciembre 2007 en la Cámara de Diputados por un voto de la Concertraición se perdió el sancionar el secuestro permanente como crimen de lesa humanidad. Para la Concertraición y sus adláteres de todo pelaje la píldora del día después es una movida más en el ajedrez político; no hay contenidos éticos, sólo cálculos.

De hecho el demo-cristiano Mario Fernandez fue subsecretario de Aviación desde el 90 al 99, ministro de Defensa de Lagos y es uno de los integrantes del Tribunal Constitucional que votó contra la píldora… ¿En qué quedamos?

En la actual coyuntura política con el vientre de las mujeres se están jugando las próximas elecciones, ya que para regocijo de la Concertraición la píldora se transformó en una especie de transantiago de la derecha pinochetista. Al percatarse de ello, Jovino Novoa y otros del calibre están balbuceando algo como que el Tribunal Constitucional no debería haberse pronunciado respecto a la píldora del día después.

La Concertraición siempre trató de tener a su servicio un movimiento feminista que, además de nutrirla con ideas, le diera un toque de democracia mujeril. No lo logró, sólo ha podido tener militantes de sus partidos y a unas cuantas funcionarias de ONG y muchas instituciones «independientes», como el Foro de Derechos Reproductivos donde participan funcionarias
«feministas» que durante años planteó el aborto terapéutico como la única política viable en Chile y que luego de los acuerdos de Beijing sobre aborto –ninguna mujer debe sufrir cárcel por aborto– llama a una manifestación callejera por la despenalización del aborto…

La Concertraición ha, invisibilizado, estigmatizado y acorralado en lo laboral a quienes hacen política desde la otra esquina. De ahí la gravedad que desde la autonomía feminista Victoria Aldunate responda a una crítica política de Andrea Franulic (Movimiento Feminista del Afuera) con una carta llena de insinuaciones insultantes. Decir que las del Afuera hacían lo mismo que los Comunistas en la manifestación de la píldora, sin especificar, además de anticomunismo y anti El Afuera (donde participa Margarita Pisano, inspiradora o fundadora de todas las instancias de autonomía feministas desde los 80)
es extraño si una piensa en las consecuencias del anticomunismo chileno.

El artículo de Andrea Franulic a que alude la autora puede leerse en Piel de Leopardo aquí

Hacer política autodefiniéndose representante de las emociones («buenas») y de lo humano (¿cuál?), se pone fuera del
alcance del pensamiento crítico y eso es muy, pero muy parecido al facismo.

Por mi parte comparto plenamente la crítica política que hace Andrea Franulic al grupo Memoria Feminista por su participación en el acto de la Concertraición y la píldora del día después. No tiene nada de autónomo transitar desde la otra esquina a una marcha de la Concertraición en el contexto eleccionario donde Concertraición y derecha pinochetista se disputan el control de las riquezas de Chile o lo que van dejando de ellas.

Como dice Kate Millet, «Las instituciones políticas vigentes no ofrecen al grupo subalterno medios de acción suficientes, por lo que no hay posibilidad de organizar la oposición y la lucha sobre el terreno político convencional». En ella reconocemos orígenes quienes fundamos el feminismo autónomo y decidimos actuar políticamente en lo que llamamos la otra esquina. El llamarnos así fue un acto político, pensado y discutido. Nos fuimos de la Estación Mapocho –lugar donde institucionalizaron la rebeldía de las mujeres y muchas otras– a la calle, en pleno «pololeo» de la Concertraición con las que después pasarían a instituciones de toda índole.

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El cuerpo como lugar político

La política sexual y reproductiva patriarcal está ideológicamente orientadas a controlar la corporalidad de las mujeres interviniendo en ello todas las instituciones patriarcales y cambiando a conveniencia los argumentos:

– La ciencia con sus experimentos más variados de bombas de hormonas, instrumentos de metal o plástico, etc.. Los métodos anticonceptivos, incluyendo la pastilla del día después, no son consecuencia de investigaciones científicas hechas por las mujeres en tanto grupo político social revolucionario, sino que responden a las políticas de las empresas privadas de
investigación farmacéutica, entre otros.

– Las religiones con su mirada sucia sobre el cuerpo, la sexualidad de las mujeres y su devoción por las semillitas masculinas (con alma desde antes o después de salidas del pene, según la tontera del o los jefes del momento).

– Los hombres de estado, con sus cálculos políticos, vanidades, frustraciones y ejercicios de autoritarismo y el derecho que le da el poder sobre una o más mujeres.

– La familia, con su escuela de domesticación para los servicios y esclavitudes patriarcales.

Para ser mujeres libres tenemos que salir del contexto de los valores patriarcales de la idolatría de la semillita que reduce a las mujeres a tierra, Pachamama donde se instala la semillita. Tenemos al menos que preguntarnos porqué no hay medicina para controlar la semillita que pone a la mujer en situación de reproducción. Sobre todo si la mujer se comporta como es debido y «siempre da la pasada» como lo promociona el metro chileno.

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Addenda

Luego del acto a que se refiere el artículo precedente, y sobre el que trata también el texto de Franulic, Victoria Aldunate publicó –la última semana de abril de 2008– en la revista digital La Fogata el texto que se transcribe a continuación –y que puede encontrarse aquí–; quizá sea aquel que menciona Lidid:

El impopular Fal(l)o del día después y la popular PAE

15 mil personas registraron los medios masivos en la marcha del día 22 de abril recién pasado a favor de la PAE, la píldora de anticoncepción de emergencia. Alguien dijo que «se abrieron las anchas alamedas», y es que los pacos no pudieron contener a la masa… lo extraño: no hubo represión en Santiago*…

Victoria Aldunate Morales

En Chile hemos llegado a abogar por la anticoncepción, no sabemos si el próximo movimiento que se arme deba llamarse por ejemplo Por el voto femenino… (si el voto no lo quitan es porque hay mucha mujer que vota por la derecha y eso lo saben los comunistas chilenos, que antiguamente no miraban con buenos ojos el voto femenino). La cosa es que ahora, por un pelo no nos obligaron a sacarnos la T (Dispositivo Intrauterino) masivamente. Habría sido algo así como una «performance» similar a cuando los pacos les cortaban los pantalones a las mujeres en las calles los primeros meses después del golpe pinochetista.

Ha sido tan impopular este fallo –más bien falo- del Tribunal Constitucional que prohíbe la PAE (píldora anticonceptiva de emergencia), que la derecha está irritadísima porque no logró sacar más de 400 jovencitos relamidos a la calle a darle un espaldarazo al Tribunal Constitucional.

Tan molesta está la Derecha como feliz la Concertación de Partidos dizque por la democracia que cree que le dio el palo al gato. Ha inaugurado hospitales falsos con enfermos falsos, ha perdido millones de platas para Educación al punto de que el fuego cruzado con la Derecha tuvo por damnificada a una ministra, el toque de queda concertacionista o Transantiago sigue torturándonos, el pan sube y sube y los sueldos ahí mismo, la Comisión de Educación fue un engaño para terminar con el movimiento secundario –y ya salieron de nuevo a las calles, l@s estudiantes–. Hubo una huelga de 100 días de la mapuche Patricia Troncoso Robles con un resultado concreto bastante pobre (un par de beneficios carcelarios). Los montajes policiales y judiciales contra las y los dirigentes mapuche autonomistas surgen día a día (ahora se perdieron del mismo tribunal, testimonios que podrían absolver al preso político mapuche, Héctor Llaitul Catrillanca, dirigente de la CAM, Coordinadora Arauco Malleco).

En el Sur siguen actuando grupos paramilitares contra mapuche y ecologistas, a Flora Pavez, presa política de la «democracia» se la hostiga constantemente por personal de Gendarmería en Santiago, en la cárcel de mujeres, igual como se maltrata a los hijos pequeños del preso político mapuche Héctor Llaitul (nuevamente), cuando van a ver a su padre a la cárcel de Angol, colocándolos aparte para el registro e intentando obligarlos a hacer cosas que no quieren hacer… Y no sigo enumerando porque es musssssho…

Con todo y más, aunque el falo del TC no se revierta, el gobierno ya se lavó, en algo, la cara, y todo gracias a que a la Derecha, justo le dio por defender principios morales (hay mucho derechista light furioso con sus líderes más «puros» por esta estúpida jugada).

La PAE es importante, sí

La PAE es importante, significa una instancia única para evitar embarazos no deseados por lo que si las mujeres la usaran masivamente estarían decidiendo en algo sus maternidades. Es una instancia única, especialmente en $hile donde el aborto está prohibido y por ello se ha obligado a parir a niñitas de 9 años, embarazadas de su violador y padrastro(1).

La PAE no es mala cosa en un país donde se encarcela a mujeres por aborto, se las encadena a las camas de hospital –porque no sólo a las mapuche le hacen eso- y se les coloca un policía afuera de la sala de aislamiento para custodiarlas, luego de que algún médico la delató a la Injusticia (2).

No sería malo tener PAE a falta de aborto… y más conformismo: tener PAE aunque se criminalice a las mujeres por abortar, aunque la Ley de Violencia Intrafamiliar agote hasta a la denunciante más paciente porque el Juzgado la manda a la Fiscalía, la Fiscalía la devuelve al Juzgado y el Juzgado de nuevo «a la Fiscalía»… y así el jueguito con la mujer violentada en un comprahuevos en el que también participa Carabineros (¡cómo no!), y muchas veces no le quiere tomar la denuncia por cualquier fálico motivo, o llega a colocarla en el mismo carro policial con el agresor, y la mujer muere asesinada por fin en las mismas narices de los «guardadores del orden» (3).

…Tener PAE, aunque en los juicios por violencia intrafamiliar se pierden también expedientes –igual que en las causas contra l@s mapuche– especialmente si el agresor es por ejemplo de la FACH, Fuerza Aérea de Chile (4) o tiene que ver algo con algún juez. Y cuando no se pierden, no importa porque igual no llegan lejos, y sin ningún santo en la Corte, los agresores se quedan en la casa y la mujer sale corriendo a un lugar de acogida estatal, con niños, niñas, y bártulos y se queda tres meses en un lugar donde las trabajadoras son denominadas «educadoras» porque pareciera que, en la perspectiva de SERNAM, a la mujer que es violentada hay que «reeducarla»(¿!), y luego de los tres meses, demasiadas veces, debe volver a habitar en la misma casa con el agresor…

Tener la PAE, aunque basta con una ojeada para ver que la reposición de la Ley de Aborto Terapéutico –quitado por la dictadura– no sólo jamás le ha interesado a la Concertación, sino que sus publicidades en la campaña Chile Crece Contigo contienen imágenes dignas de cualquier comunicador súper numerario del Opus Dei. Chile Crece… es un programa gubernamental surgido luego de la última encuesta CASEN (de caracterización socioeconómica) que concluyó de manera velada, entre muchas otras fraudulentas ideaciones, que los más pobres de Chile son los niños y niñas de 0 a 5 años… Sí, los infantes, no sus madres como si no fueran justo sus madres las que por ser pobres extienden su pobreza a la prole. Gracias a Chile Crece… ahora muchas madres en los quintiles más pobres deben cumplir varios requerimientos exigidos a través de asistentes sociales, pues las mujeres pobres, miradas como cuidadoras de sus hijos e hijas (vientres al fin), están más fiscalizadas que antes.

Siempre hablar de la infancia es algo que suena muy bien. Como los padres que no pagan pensión alimenticia, pero salen con sus hijos un día a la semana y se ven bien «matrísticos», un presidente o una presidenta rodeada de niños y niñas, con un recién nacido en los brazos es una imagen televisiva convincente. Hablar de aborto, en cambio, es «feo», suena a que «no se defiende la vida». Y aunque los antiabortistas defiendan la vida que tienen que vivir los niños y niñas pobres debajo de los puentes y explotados en el comercio sexual infiero que creen en eso, pero los que no son de aquí ni son de allá, y se dan varias vueltas antes de declarar como el ministro secretario general de gobierno que «todos estamos contra el aborto en Chile», ¿en qué creen?

El aborto es impopular

O sea, el aborto es impopular, pero la PAE es popular, no hay donde perderse, ni ciega que estuviera la Concertación. En realidad siempre ha usado buenos anteojos, y es mucho más mala que cualquier feminista; es calculadora, asegurada y manipuladora… El grito feminista ese de que «somos malas y podemos ser peores» suena de una ingenuidad profunda al lado de las políticas de género y equidad de la Concertación. Si incluso de las demandas de las mujeres a la democracia, que ya eran bastante tibias, sólo se han cumplido las más convenientes. Por ejemplo la creación de SERNAM, Servicio Nacional de la Mujer, que el último ocho de marzo decía que «Las mujeres chilenas tenemos mucho que celebrar.

Sí, algunas. Celebrar lo de las «cuotas» por ejemplo para abultar la clase política con mujeres de los dos conglomerados binominales y constitucionales: La derecha y la Concertación. Celebrar los programas de género en las instituciones que entregan unos peldaños valiosísimos para elevarse en la escala del poder a mujeres que asumen los programas sistémicos, y también, porque acá hay igualdad, estos programas están sirviendo a hombres –que hacen nata en el SERNAM– ya que la mejor manera de demostrar que no se es «muy demasiado» feminista para quedar como reinas es mostrarse abiertas y empáticas con los varones y darles más espacios de los que ya tienen.

La marcha fue buena, muy buena, grande y decidida (5): una bofetada a la derecha y a la Iglesia Católica apostólica romana chilena. Sin embargo, había zonas y zonas, una con muchas banderas concertacionistas que era la que guiaba y otra, la de atrás, algo así como «la otra marcha», que pifiaba a los políticos de la Concertación cuando, locos ellos, se iban a meter con la masa que parece que ya no quiere votarlos (sino botarlos).

Grupúsculos feministas autónomos gritaban: «¡Aborta, aborta, a la Concertación!» y «¡Esta democracia es una Desgracia!». La zona vanguaria, o sea la que guiaba, terminó con más show frente a La Moneda, los de atrás («la otra marcha») llegamos desconcertados y vimos de lejos las luces del escenario. No faltó el círculo de fuego del no más, y a ese fuego se acercaron muchas estudiantes, hombres y mujeres, que dijeron que no querían seguir viendo el show de la Concertación, pero sí exigían PAE porque, como gritaban en la marcha, «¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!» y «¡Nosotros follamos, nosotros apoyamos!» … Fue lindo mientras duró…

Igualmente las lágrimas y las risas, cayeron sobre la leche derramada del falo del TC. Nacerán muchos hijos e hijas no deseados/as, la derecha tendrá más mano de obra barata, habrá más infantes en explotación sexual y cuando estallen escándalos de pedofilia con tipos de la clase política involucrados, se acallará a los testigos –así como a los curas abusadores sexuales se los cambia de parroquia y ya–.

¿Nosotras? seguiremos abortando clandestinas, muchas morirán, otras irán a la cárcel, unas y otras serán pobres… ¿Y la Concertación? si vuelve a salir gobernando seguirá sin ninguna intención de legalizar el derecho de las mujeres a abortar para no morir y vivir una vida buena.

* En Concepción hubo detenidos entre ellos 20 jóvenes, 13 hombres y 7 mujeres, anarkistas de la casa okupa «La Porotera» que denuncian malos tratos y acoso por parte por parte de Carabineros de $hile. Ello fue informado a Memoria Feminista por la Colectiva Lésbica Feminista Mafalda, de Concepción.* En Concepción hubo detenidos entre ellos 20 jóvenes, 13 hombres y 7 mujeres, anarkistas de la casa okupa «La Porotera» que denuncian malos tratos y acoso por parte por parte de Carabineros de $hile. Ello fue informado a Memoria Feminista por la Colectiva Lésbica Feminista Mafalda, de Concepción.

Notas

1. Una niña de 9 años que residía en Calama, norte de Chile, quedó embarazada producto de reiteradas violaciones por parte del conviviente de su madre, ella fue obligada a parir en el año 2005.

2. Referencias en «MUJERES PROCESADAS POR ABORTO». LIDIA CASAS BECERRA. FORO ABIERTO DE SALUD Y DERECHOS REPRODUCTIVOS.SANTIAGO, CHILE 1996. También en Reportajes periódico feminista de los años noventasPuntada con hilo: «Persecucion por aborto. La mujer sin derecho a decidir» y «Mujeres prisioneras esperan entre rejas».

3. En Hualañé, Curicó, Chile, el 28 de febrero de 2005, Belén Ramírez de 23 años fue asesinada por su novio al interior de un vehículo policial con una pistola 9 milímetros, ante los carabineros que –al detener al agresor– subieron a víctima y femicida juntos en el mismo carro.

4. Ver reportaje de Arnaldo Pérez Guerra La Cultura del Maltrato aquí

5. Ver fotos en aquí

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