Mundo: pesaroso Día del Ambiente
Las advertencias -aquellas que hoy se formulan en el Foro de las Culturas de Barcelona, donde se llevan a cabo los actos principales del «Día del Medio Ambiente – 2004»- probablemente no tengan mayor eco en los medios de comunicación «serios». No los tuvieron los señalamientos del año pasado en Beirut, cuando la preocupación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) fue el agua dulce.
«El objetivo es que todos contribuyamos a conservar la más valiosa fuente de vida de nuestro planeta», establecía entonces la página principal del PNUMA sobre el Día Mundial 2003 dedicado al agua (dulce). El acento se puso en los 2.000 millones de personas que sufren por falta de acceso al agua.
El universo contemporáneo de las decisiones políticas -al parecer- se contiene en aquellas dictadas para el mejor acomodo del aparato industrial-distribuidor-comercial, léase el mundo de las corporaciones multinacionalizadas, al que, como es sabido, le preocupa un sólo líquido: el petróleo.
La indiferencia, básicamente de EEUU, Rusia, Japón y China, ante los acuerdos Kyoto sobre la necesidad de no seguir contaminando el aire tiene su espejo necesario en la destrucción de los mares.
Arar en la mar
«He arado en el mar» dijo Simón Bolívar al constatar el desmoronamiento de la unidad política de América del Sur ante las ambiciones de sus capitanes y la presión de las potencias coloniales. Pronto, de continuar la depredación de la masa biológica de los océanos, hasta esa metáfora habrá perdido significado.
Según la fundación internacional Océana -se lee en www.elmundo.es– «esta realidad está siendo ‘ignorada’ por Bruselas que apenas incluye unas cuantas especies entre sus listados de animales y plantas protegidas, como es el caso de los cetáceos, las tortugas marinas o los esturiones».
«Esta pasividad de la UE se debe, según Océana, al gran desconocimiento sobre temas marinos; a la falta de presión social; al monopolio que ostentan los ministros de pesca de la UE, que ralentizan cualquier iniciativa de protección de especies oceánicas y a la mayor dificultad para estudiar y gestionar especies en un ambiente en el que se precisan medios especiales (embarcaciones, cámaras submarinas, buceadores)».
La realidad descrita se multiplica en los mares de América en el Hemisferio Sur, hasta donde llegan enormes ciudades flotantes de cientos de buques pesqueros y barcos-factorías que, en el límite de las 200 millas marinas, arrasan con las especies que las habitan, contribuyendo a la desaparición de la fauna costera, que enfrentará luego la falta de alimento.
El Día Mundial del Ambiente fue designado por la ONU en 1972, el mismo año en que se celebró en Suecia la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, la primera reunión mundial dedicada exclusivamente a tratar el problema de la degradación de los recursos.
Ciudadanía ambiental
El 22 de abril el gobierno del estado de México, representantes de organismos ambientales del gobierno federal mexicano y el Director de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del PNUMA, Ricardo Sánchez, se echó a caminar el Programa Ciudadanía Ambiental.
El objetivo principal del programa es impulsar la construcción de una ‘ciudadanía ambiental’, con influencia tanto local como global, impulsora y generadora de un ciudadano con nuevas perspectivas, sobre el ejercicio de sus derechos y obligaciones con el resto de la sociedad y el planeta; con la premisa sustantiva de convertirse en un componente estratégico dentro del proceso de construcción de la democracia y, donde el tema ambiental, sea el eje articulador de un nuevo pacto social cuyo punto de partida es el ciudadano organizado.
En la iniciativa del PNUMA participan los representantes de los gobiernos de Argentina, Perú, Ecuador, México, Chile, Costa Rica y Cuba, junto con seis redes ciudadanas con influencia en América Latina: Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER); Consumers Internacional; Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI); Unión Internacional de Autoridades Locales (UILA); Parlamento Latinoamericano (PARLATINO) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Sánchez Sosa destacó que en América Latina son la pobreza, la desigualdad, la degradación y el deterioro ambiental los grandes problemas a resolver. manifestó también que el desarrollo sostenible es la única alternativa que tiene el género humano para subsistir, y que de no preservarse los recursos naturales la tendencia a la degradación será aun más grave en los países donde cada día se aprecian más los daños a la naturaleza.
No todo es agua
El pasado 17 de mayo entró en vigor operativo la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), patrocinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Es un esfuerzo internacional por eliminar del mundo a los PCBs, dioxinas y furanos, así como nueve plaguicidas altamente peligrosos.
«La Convención de Estocolmo salvará vidas y protegerá el ambiente natural, sobre todo en las comunidades y países más pobres, mediante la prohibición de la producción y uso de algunos de los productos químicos más tóxicos que conoce la humanidad», dijo Klaus Toepfer, director ejecutivo del PNUMA.
Durante los próximos años se canalizarán más de US$ 500 millones para que las generaciones futuras no tengan que vivir con grandes cantidades de estos productos químicos almacenados en sus cuerpos. Parte significativa de los recursos serán administrados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, mecanismo financiero provisional de la Convención.
Los COPS se encuentran entre los más peligrosos tóxico químicos generados por la actividad humana. Durante décadas han matado y enfermado a los seres humanos y la fauna causándoles cánceres y afectando sus sistemas nerviosos, reproductivos e inmunológicos.
Los gobiernos que participan en la Convención buscarán un rápido inicio a las acciones contra los COPs cuando se reúnan en Punta del Este, Uruguay, durante la primera semana de mayo de 2005, en la primera reunión de la Conferencia de los firmantes.
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*Periodista y escritor
Más información en:
www.rolac.unep.mx
www.tierramerica.net
www.un.org
www.oceana.org