Negocios son negocios: Reino Unido, Qatar y Hamás
El conflicto entre Palestina e Israel con epicentro en la Franja de Gaza puso en el centro de la agenda geopolítica la íntima relación entre Qatar y el Reino Unido. El emirato absolutista de la península arábiga, gobernado desde su independencia en 1971 por la dinastía de los Al Thani, es uno de los socios militares más cercanos de Londres. Desde 2017, las Fuerzas Armadas de la Corona mantiene acuerdos estratégicos con Doha, que incluyen la interoperatividad de bases militares conjuntas en territorio británico.
Qatar es el único país en el mundo que goza de esa prerrogativa: cuenta con dos bases aéreas conjuntas ubicadas en Coningsby (Lincolnshire) y en Leeming (Yorkshire). Ambas son administradas por la Royal Navy, encargada además de la capacitación de los dos escuadrones aéreos enviados por otro de los integrantes de la dinastía Al Thani.
Dicho privilegio está enmarcado en un acuerdo de 7.250 millones de dólares para “coordinar las tareas de ambas fuerzas militares”, que incluye la venta por parte del Reino Unido de 24 aviones de combate Typhoon y 9 aeronaves Hawk, producidos por la firma británica BAE Systems en su planta de Warton. Uno de los escuadrones tuvo como tarea prioritaria garantizar la seguridad aérea durante la Copa Mundial de Fútbol del año pasado.
Los acuerdos entre el emirato y el Reino Unido permitieron a las autoridades financieras públicas de Doha la adquisición de acciones en la bolsa londinense por un total de 40 mil millones de dólares, y la participación accionaria en las tiendas Harrods. La dinastía administra los recursos públicos de la pequeña península de dos millones de habitantes,
donde se asientan cuantiosas reservas hidrocarburíferas. En enero de 2023, Mauricio Macri se reunió con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad. En dicha reunión el ex presidente argentino reiteró su agradecimiento al Jeque por haberse convertido, en 2018, en sponsor principal de la camiseta de Boca Juniors, habiendo aportado 7 millones de dólares por la inscripción en la camiseta xeneize.
Qatar es –según todos los analistas que historizan la evolución de Hamás– su máximo sostén financiero. En 2008 el Reino Unido designó a esta organización –y a su brazo militar, las Brigadas al-Qassam– como “organizaciones terroristas”. Desde 2019, además, asociaciones de refugiados sirios tramitan –ante el Tribunal Superior de Londres– dos causas contra el Estado de Qatar por el financiamiento y el blanqueo de capitales llevado a cabo en Doha para sostener a la milicia de Hayat Tahrir al-Sham, también conocida como Frente Nusra, asociada al ISIS y protagonista de la guerra civil padecida por Siria.
La política colonial de Israel, la ocupación de territorios palestinos en Cisjordania, el apartheid al que somete a sus habitantes y el sitio sobre la Franja de Gaza han habilitado el crecimiento de doctrinas teocráticas y fundamentalistas. Hamás es la versión gazatí de los Hermanos Musulmanes y su traducción del árabe significa ‘fervor”.
Hamás es también el acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, Movimiento de Resistencia Islámica. La Hermandad fue creada en Egipto en 1929 por Hasan al-Banna. Sus seguidores y continuadores se han enfrentado tanto al progresismo nacionalista de Gamal Abdel Nasser en Egipto como a las versiones laicas y de izquierda que conforman la Organización por la Liberación de Palestina, fundada por Yaser Arafat. El Cairo designó a Hermandad, en 2014, como una organizacion terrorista, y encarceló a sus dirigentes, algunos de los cuales lograron refugiarse en Qatar.
Desde fines de 2019, el máximo dirigente de Hamás, Imael Haniveh, vive en las cercanías de Doha junto a varios comandantes de las Brigadas al-Qassam. Previamente, su antecesor, Khaled Meshaal, fue refugiado por la dinastía Al Thani, entre 2004 hasta 2017. El 7 de octubre, el día de pogrom en territorio israelí fronterizo con la Franja de Gaza, los integrantes del área de comunicación de Hamás difundieron imágenes de Haniyeh observando la masacre llevada a cabo por sus milicianos, desde una pantalla ubicada en algún lugar cercano a Doha.
Antes de concluir la trasmisión, se informó que el máximo dirigente se disponía a compartir una plegaria compartida –junto a otros destacados miembros de su organización– para “agradecer a Alá por esta victoria”.
Pocos meses antes, la RAF anunció que “Qatar y el Reino Unido comparten intereses mutuos a la hora de garantizar la estabilidad en Oriente Medio”. Y un portavoz del Ministerio de Defensa del Reino Unido subrayó que “la amistad de larga data entre el Reino Unido y Qatar es más importante que nunca. Con intereses compartidos de defensa y seguridad, es vital que trabajemos juntos para la estabilidad regional y global”.
*Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)