Néstor Francia / El «show» del alcalde de Caracas

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Se acabó, con más pena que gloria, el show mediático de Antonio Ledezma. La lápida la terminó de colocar el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, cuando afirmó que la OEA no puede involucrarse  en los problemas institucionales e internos de un país.

En realidad, la oposición sabe que la comedia montada en la sede venezolana de la OEA no tendrá ningún efecto particular en las decisiones de ese organismo, y su acción va a dirigida al público de galería al interior del país.

En primer lugar, forma parte de la campaña presidencial de Ledezma, aupada por sectores de la ultraderecha, y en segundo lugar es un nuevo intento fallido por levantar los ánimos de la aletargada base social opositora. La “huelga de hambre” se desarrolló en patética soledad, rodeada sólo por politiqueros de oficio, unos pocos empleados tarifados de Ledezma y, por supuesto, los medios golpistas. La total ausencia de pueblo fue evidente, reafirmándose la carencia total de liderazgo tanto del “huelguista” como de los otros “dirigentes” currutacos que lo acompañaron.

Claro, los medios golpistas jugaron su papel de caja de resonancia de todas las trapisondas opositoras. Por ejemplo, El Nacional, El Universal y Tal Cual relegaron ayer a segundo plano la noticia principal, referida a la reunión de hoy en Costa Rica en torno a la situación de Honduras, y le dieron carácter prioritario al show de Ledezma, tratando de darle bomba nacional a la escuálida acción opositora. Así titulo El Nacional: “Insulza ofreció a Ledezma ocuparse de sus denuncias”; y El Universal: “Estatus legal en caso Ledezma revisará OEA”; Tal Cual, por su parte: “Hambre de Justicia”, con foto del comediante alcalde mayor a todo dar.

El verdadero y correcto trato periodístico del asunto lo dio el diario Ultimas Noticias, que colocó como gran titular de primera plana “Zelaya y Micheletti dialogarán” y en un pequeño recuadro inferior, de manera hasta jocosa, informó: “Insulza le tiró una palomita a Ledezma”. Hoy la función mediática se repite. El Universal titula como “noticia” principal: “Ledezma levantó huelga tras compromiso de la OEA”; El Nacional: “Insulza asegura que recibirá comisión de líderes opositores”. Y El Nuevo País: “¡Ledezma sí pudo!”.

Como se ve claramente, el plan desestabilizador y golpista, tal como en el 2002, es fundamentalmente mediático. La mecánica es la misma: cualquier hecho, por insignificante, operático y escuálido que sea, es magnificado por los medios y convertido en una acción de importancia nacional, aplicando una práctica persistente de terrorismo mediático, destinada a generar zozobra, desestabilizar y fomentar, en sectores sobre todo de las clases medias, el desasosiego y la inconformidad, mientras a la calladita siguen la conspiración en los cuarteles, la campaña de desprestigio internacional, las acciones de paramilitares, la promoción de la conflictividad, el saboteo económico, el sabotaje de los infiltrados al interior del Estado.

Para desgracia de ellos, la situación de hoy es muy diferente a la de 2002. El país ha logrado una gran estabilidad institucional y social, la conflictividad de calle se reduce a pequeñas protestas puntuales, algunas de ellas justificadas y otras no, la ilusión de salir de Chávez “mañana” se ha desvanecido en las masas opositoras, la fortaleza internacional de la Revolución Bolivariana se ha incrementado notablemente, el liderazgo revolucionario en la Fuerza Armada se ve fortalecido y la popularidad del Presidente continúa siendo alta.

Aun así, no podemos dormirnos en nuestros laureles, pues la contrarrevolución cuenta con ingentes recursos, apoyo internacional de la ultraderecha e importantes sectores de poder en el Imperio, aparato mediático muy activo, y descontento, aunque pasivo por ahora, en amplios sectores de las clases medias. Es nuestro deber mantener la unidad, la constancia, el trabajo. El próximo gran evento electoral del próximo año (Asamblea Nacional) debe encontrarnos unificados, dejando de lado las ambiciones personales y grupales, para lograr una victoria aplastante sobre el enemigo.

Por supuesto, debemos seguir trabajando por la resolución de las contradicciones internas en el seno del campo revolucionario, lo cual pasa, entre otras cosas, por la definición del papel y el carácter del PSUV, la profundización del poder popular, el freno al cáncer del burocratismo, que puede hacer metástasis. La lucha sigue siendo muy difícil, así que no podemos dormirnos.

En cuanto a la situación de Honduras, y según las más recientes declaraciones de distintos sectores, parece no estar garantizado que en Costa Rica haya "humo blanco". Esperemos los resultados, sin embargo, para poder comentarlos.

Néstor Francia es analista político.
Este análisis se publica en Venezuela, destinado básicamente a integrantes del poder legislativo, autoridades y dirigentes políticos de ese país; es un "análisis del entorno" de corte situacional. Se transcribe en este portal por gentileza del autor.

 

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