Nicaragua, estudio. – CRIANCAS E ADOLESCENTES: IMPACTO DA VIOLÊNCIA SEXUAL

1.079

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

O estudo apresenta uma dolorosa realidade poucas vezes percebida pelo estado e pela sociedade em geral: «Não se pretende mostrar estatísticas, mas sim o impacto provocado na vida das crianças e adolescentes violentadas». Segundo as pesquisadoras, o abuso sexual em menores é uma das expressões da desigualdade de gênero, em que se evidencia o poder masculino, inclusive na tentativa de acesso à justiça.

Só no primeiro semestre de 2006, 120 meninas chegaram a um dos cinco centros de mulheres administrados pela Ixchen -em Estelí, Matagalpa, Masaya, Granada e Manágua- para denunciar as violações sofridas. No entanto esse número é só uma pequena mostra da violência que vitimiza essas meninas, pois há um sub-registro desses delitos, especialmente nas zonas marginais e áreas rurais distantes de instituições encarregadas de atender a esses casos.

As meninas violentadas têm entre 3 e 18 anos. Entre os principais fatores de risco estão: extrema pobreza, desemprego, abandono afetivo por parte de pais e mães, alcoolismo, violência intrafamiliar, promiscuidade e falta de comunicação. Segundo as pesquisadoras do estudo, são denunciados diariamente 10 casos de delitos sexuais, desses só um segue para processo judicial, que muitas vezes também é abandonado pelas vítimas.

Para o estudo, foram eleitas 33 meninas sobreviventes de violência sexual, que decidiram romper o silêncio que por vergonha e temor de rechaço social costuma imperar nesse tipo de violência. Através de aplicação de questionários, entrevistas psicológicas, grupos focais, os pesquisadores foram montando o perfil das garotas e de seus agressores.

No total, o «Não mais vidas truncadas» investigou 12 violações em Manágua, 4 em Granada, 1 violação e 2 estupros em Masaya, 1 violação em Estelí, 13 em Matagalpa, das quais 8 são violações, 2 tentativas de violação, 2 perseguições sexuais e 1 abuso desonesto. 6 casos foram denunciados na área rural de Matagalpa e Estelí, os outros 27 são da zona urbana. E o estudo verificou que em 12 deles as condições eram de extrema pobreza, aglomeração e promiscuidade em suas famílias.

De acordo com o estudo, todos os delitos sexuais foram cometidos por conhecidos: pães, padrastos, familiares próximos e namorados. Em um único caso o agressor é desconhecido. Na violação múltipla de uma menina de 11 anos, pois ela não conseguiu identificar ninguém. A idade dos violentadores está entre 14 e 80 anos.

A diretora executiva da Ixchen, Gloria Espinoza, durante a apresentação da pesquisa, disse que: «Estamos diante de uma dolorosa realidade que apenas conseguimos perceber. Imaginem por um momento o sentimento de impotência, suas dores na alma, o pranto silencioso durante dias e noites; e ao romper o silêncio ser submetida a outro processo que a faz sentir-se culpada de sua desgraça. Precisamos passar da consternação para a ação, e toda a sociedade nicaragüense deve enfrentar esse flagelo, para que não haja mais ‘vidas truncadas’ «.

foto

Nicaragua.
ESTUDIO SEÑALA IMPÀCTO DE LA VIOLENCIA SEXUAL EN NIÓS Y ADOLESCENTES

El estudio presenta una dolorosa realidad pocas veces percibida por el estado y por la sociedad en general: «No se pretende mostrar estadísticas, sino el impacto provocado en la vida de las niñas y adolescentes violentadas». Según las investigadoras, el abuso sexual a menores es una de las expresiones de la desigualdad de género, en que se evidencia el poder masculino, inclusive en la tentativa de acceso a la justicia.

Solamente en el primer semestre de 2006, 120 niñas llegaron a uno de los cinco centros de mujeres administrados por la Ixchen – en Estelí, Matagalpa, Masaya, Granada y Managua – para denunciar las violaciones sufridas. Sin embargo, ese número es sólo una pequeña muestra de la violencia que victimiza a esas niñas, pues hay un sub-registro de estos delitos, especialmente en las zonas marginales y áreas rurales distantes de instituciones encargadas de atender esos casos.

Las niñas violentadas tienen entre 3 y 18 años. Entre los principales factores de riesgo se encuentran: extrema pobreza, desempleo, abandono afectivo por parte de padres y madres, alcoholismo, violencia intrafamiliar, promiscuidad y falta de comunicación. Según las investigadoras del estudio, son denunciados diariamente 10 casos de delitos sexuales, de los cuales sólo uno avanzó hacia el proceso judicial, que muchas veces también es abandonado por las víctimas.

Para el estudio, fueron elegidas 33 niñas sobrevivientes de violencia sexual, que decidieron romper el silencio que guardan por vergüenza y temor al rechazo social, que por lo general impera en este tipo de violencia. A través de aplicación de cuestionarios, entrevistas psicológicas y grupos focales, los investigadores fueron montando el perfil de las muchachas y de sus agresores.

En total, el «No más vidas truncadas» investigó 12 violaciones en Managua, 4 en Granada, 1 violación y 2 estupros en Masaya, 1 violación en Estelí, 13 en Matagalpa, de las cuales 8 son violaciones, 2 tentativas de violación, 2 persecuciones sexuales y 1 abuso deshonesto. 6 casos fueron denunciados en el área rural de Matagalpa y Estelí, los otros 27 son de la zona urbana. Y el estudio verificó que en 12 de ellos las condiciones eran de extrema pobreza, aglomeración y promiscuidad en sus familias.

De acuerdo con el estudio, todos los delitos sexuales fueron cometidos por conocidos: padres, padrastros, familiares cercanos y novios. En un único caso el agresor es desconocido. En la violación múltiple de una niña de 11 años, pues ella no consiguió identificar a nadie. La edad de los violentadores se encuentra entre los 14 y 80 años.

La directora ejecutiva de Ixchen, Gloria Espinoza, durante la presentación de la investigación, dijo que: «Estamos ante una dolorosa realidad que apenas conseguimos percibir. Imaginen por un momento el sentimiento de impotencia, sus dolores en el alma, el llanto silencioso durante días y noches; y al romper el silencio ser sometida a otro proceso que las hace sentir culpables de su desgracia. Necesitamos pasar de la consternación a la acción, y toda la sociedad nicaragüense debe enfrentar este flagelo, para que no haya más ‘vidas truncadas’».

———————–

* www.adital.com.br.
Noticias de América Latina y el Caribe.

Traducción al castellano: Daniel Barrantes.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.