No biocotear la Argentina: el dólar y la extranjerización de la economía
Esa tradicional voracidad de las empresas trasnacionales es mayor aún en estos tiempos. Sus casas matrices y la mayor parte de los Estados a los que pertenecen (Europa y Estados Unidos) están en crisis y demandan nuestra plata.
La ley de Inversiones Extranjeras, sancionada durante la última dictadura militar, y los Tratados Bilaterales de Inversión permiten a las multinacionales remitir sus utilidades al exterior.
Es por eso que buena parte del esfuerzo de los argentinos allá va, junto con los dólares que nosotros necesitamos y por los que tanto “ruido” se está armando en estos días. El gobierno ahora les pide que, por un tiempo, dejen de hacerlo. Cuando aparecen estas situaciones es cuando se pueden observar los nefastos efectos estructurales de la llamada extranjerización de la economía.
Servicio públicos: pago según ingresos
En el tema de los servicios públicos se está avanzando en la dirección que venimos anunciando. Se pasa del subsidio generalizado a las empresas, al subsidio personalizado a los usuarios, con lo cual aunque la tarifa siga siendo la misma de siempre – como le gusta decir al Ministro de Planificación (Julio de Vido)- el pago o no del subsidio será según la capacidad económica del usuario. También se ha ratificado la idea que el gobierno avanzará “hasta dónde pueda”. Llegará hasta el límite social y políticamente posible. Eso lo irá midiendo paso por paso, para evitar que este reacomodamiento haga temblar sus bases sociales. Recordemos que la mayor parte de los subsidios están concentrados en el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires.
En estos momentos se pueden diferenciar las siguientes situaciones:
Una: Se eliminan, a partir del 1º de enero, el 100% de los subsidios para los usuarios de Barrio Parque y Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires (230 mil usuarios); de todos los countries y barrios cerrados del país. A partir del 1º de diciembre también se eliminarán los subsidios a 40 grandes empresas de los siguientes sectores: Refinamiento de combustibles, procesamiento de gas natural, biocombustibles, aceites de exportación y agroquímicos.
Dos: Al resto de los usuarios, que reciben subsidios, se les hará llegar una declaración jurada donde deberá responder si necesitan o no mantener el subsidio. Al que diga que no, se le eliminará el beneficio. Si afirma que tiene esa necesidad se analizará cada caso mediante un cruce de datos, luego las autoridades definirán.
Tres: Se da por hecho que a los jubilados que reciben la mínima y a los beneficiados por los planes sociales se les mantendrá el subsidio. No se descarta que, dentro de un tiempo, se considere la posibilidad de subsidio parcial para casos intermedios.Los que quieran renunciar al subsidio podrán hacerlo sin esperar estas comunicaciones.
Con estas quitas de subsidios, a los afectados le significará un incremento que oscilaría entre el 100 y 300% del valor actual. Según las estimaciones de algunos expertos, con ello las tarifas incidirían -en el presupuesto familiar- de un modo parecido al que tenían en el 2003.
Se trata de un “ajuste” que ha comenzado por los sectores de mayores ingresos. Hasta aquí cuenta con el aval de la inmensa mayoría de la población, los sindicatos y las cámaras empresarias. Todos coinciden en que estas medidas son justas y le dan mayor “racionalidad” a la política económica.
Con los anuncios de esta semana y los producidos hace 15 días, las reducciones estimadas alcanzan más de 4.600 millones de pesos, un 6,1 % del total de 75.273 millones de pesos previstos para subsidios en el Presupuesto 2012. El gobierno aspira a mantener esa cifra en el presupuesto, sin asignarle un destino fijo a dicho ahorro. Ello le permitiría, al gobierno, mantener la libre disponibilidad para fijar el destino de esos fondos.
*Analista de Question Latinoamérica