No es distancia es injusticia – ¿QUÉ PASA EN LA UNED, POR QUÉ EL SILENCIO?

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Como en muchos asuntos de la vida nacional, gracias al Semanario Universidad, y a la honorable posición del escritor don Alberto Cañas, ha trascendido el atropello de que es víctima la periodista Ana Madrigal en la Universidad Estatal a Distancia. Al parecer, por una consulta realizada por la periodista acerca de la no entrega a tiempo de su programa radial Libro abierto en Radio Nacional, donde se transmiten, ésta fue cesada de sus funciones. El Consejo Universitario de la UNED solicitó, a pesar de ello, que se le renueve el contrato, pero hasta el momento en que escribo esta nota ello no ha sido posible.

Por lo que se ha ventilado, y lo que en este tipo de caso se deja de ventilar, pareciera que estuviésemos no en presencia de un caso universitario, sino de una acción policíaca propia de un régimen de facto.

Si atendemos a la denuncia de Madrigal, en el sentido de que su consulta provocó el enojo de Roberto Román, coordinador del programa de Audiovisuales, suponemos que por un berrinche de un superior jerárquico cualquier funcionario universitario de aquella universidad puede ser puesto de patitas en la calle.

Quienes conocemos la labor profesional de la periodista Ana Madrigal sabemos de su diligencia y de su trabajo de investigación para realizar entrevistas de profundidad con autores nacionales. Eso indica el cariño que tiene por su profesión, la literatura y la cultura nacionales. Por esa razón, el que se le despida por razones de berrinche de un fulano de tal, burócrata superior de turno, no solamente es una barbaridad, sino un atropello a los derechos laborales y humanos fundamentales.

Esta grave y preocupante situación, adjetivada por el señor Alberto Cañas como una «sinvergüenzura», no «un error de comunicación» como la califica el señor rector de la UNED, don Rodrigo Arias, precisa de un análisis ponderado y de una investigación a fondo para conocer cuál es el estado de las relaciones laborales en la UNED, y para determinar, en la práctica, cuáles son los fines y principios del programa de Audiovisuales de esa universidad.

Llama la atención que ni los dirigentes sindicales, ni docentes ni investigadores de esa universidad, se hayan manifestado ante tremenda violación de los derechos de una de sus compañeras. Hay un silencio infrecuente que, de alguna manera, nos ofrece un «retrato de familia» de una universidad cuyo funcionamiento interno desconocemos.

O ése silencio es cómplice, o existe un gran temor de pronunciarse desde el interior de la UNED por razones que desconocemos. Cualquiera de las dos situaciones sería sumamente grave para una universidad pública.

Sirva este artículo como apoyo solidario a la periodista Ana Madrigal y como homenaje al gesto responsable y a la admirable posición de don Alberto Cañas. Ambos representan el decoro y la dignidad de los intelectuales costarricenses ante los abundantes atropellos que se cometen en el marco de la crisis general que afronta nuestra sociedad.

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foto

*Escritor.

Addenda

El Consejo Universitario (CU) de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) solicitó al presidente de la Editorial de esa casa de estudios (EUNED), Alberto Cañas, reconsiderar su posición de no volver a hasta tanto no se resolviera el conflicto con la periodista Ana Madrigal.
La decisión del Consejo se dio luego de una nota en UNIVERSIDAD del pasado 24 de abril (2008), en la que Cañas manifestó que se separaba de la EUNED hasta tanto no contratara a la periodista que venía produciendo el programa radiofónico Libro Abierto.
Madrigal se quejó de haber sido perseguida por parte del coordinador del programa de Audiovisuales de la UNED, Roberto Román, luego de que ella pidiera explicaciones sobre por qué sus programas eran enviados en paquetes de hasta 20 ediciones a Radio Nacional, cuando estos son producidos uno cada semana.
De acuerdo con Madrigal, este cuestionamiento provocó el enojo de Román, quien a la consulta del Consejo Editorial de EUNED, respondió con un análisis negativo sobre la labor de la comunicadora.
Las tensiones por este asunto provocaron que a Madrigal aún no se le renueve su contrato, a pesar de la solicitud expresa del Consejo de la EUNED, lo que molestó a Cañas y provocó su salida.

Más infomación aquí.

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