Novedades y análisis primario de las elecciones uruguayas
Más allá del triunfo del Frente Amplio en primera vuelta
Hay segunda vuelta en Uruguay. Con un 90% de electores que asistieron a las urnas, los resultados han arrojado que el 24 de noviembre tendrán que volver a sufragar y optar entre las dos fórmulas con más votos: Yamandú Orsi – Carolina Cosse del centroizquierdista Frente Amplio (FA) y Álvaro Delgado – Valeria Ripoll por el oficialista Partido Nacional (PN) de derechas.
Se consolida el bibloquismo en Uruguay con un Frente Amplio (FA) cada vez más parecido al PSOE español y un bloque de derechas con los dos partidos históricos donde a su vez se consolida el dominio del Partido Nacional (PN) sobre el Partido Colorado (PC) totalmente supeditado al anterior. El PC es el primer socio del PN y sin él la Coalición Multicolor no sobrevive, pero sólo tampoco.
Los números
Nuevamente las encuestadoras fallaron. El FA votó menos de lo proyectado. Las encuestas que daban con más porcentaje, le otorgaba a dicha fuerza un 47% o al menos un piso de 45%. El FA alcanzó el 43,8%. Por otra parte, el PN votó un poco más de lo proyectado. Estuvo entre 2 y 3 puntos mejor de lo que vaticinaban con las encuestas con un 26,3%.
La conformación del parlamento empieza a reconfigurarse. El FA obtuvo 16 de 30 senadores quedándose así con la mayoría de dicha cámara y resta saber la Vicepresidencia que preside el senado. Dentro de diputados ningún partido tendrá mayoría y esto abre un nuevo panorama de cara a la nueva legislatura del 2025. Según las proyecciones recientes el FA alcanzaría 48 bancas de diputados de 99.
El Frente Amplio en 2019 votó un 39% y en esta elección superó el 43% rozando el 44. Si se suman los votos de la Coalición en 2019, nos da como resultado un 56,5% y en esta elección obtuvo un apenas superó el 46%. Estamos hablando de un crecimiento del FA de más de 4 puntos y un descenso de 10 puntos de la Coalición.
Si agregamos al análisis el voto por departamento y lo comparamos con la elección anterior, de los 19 departamentos que integran el país, en total el Frente Amplio pasó de ganar en 9 a 12. El Partido Nacional pasó de tener nueve a solo seis y el Partido Colorado mantuvo Rivera como su único bastión.
Bien avanzada la noche, la fórmula más votada y que superó el millón de sufragios, subió al escenario ubicado en la Ciudad Vieja para hablarle a sus votantes. “El FA es el partido más votado del Uruguay, somos el partido que más creció en esta elección, una campaña por momentos se hace larga y muchos quizás se cansen, o nos cansemos de recorrer y andar, pero vale la pena” dijo Yamandú Orsi al subir al estrado.
«Sabremos cumplir, uruguayos, sabremos cumplir, con trabajo, con justicia, con igualdad, con seguridad y con libertad. Así será, falta poco, a redoblar y a generar ese país de unidad que tanto queremos, porque somos muchas partes y un todo a la vez. Triunfaremos», finalizó.
El Partido Nacional por sí solo, con Álvaro Delgado como delfín del actual presidente Luis Lacalle obtuvo un escueto 26,3% cuando en 2019, el actual presidente siendo candidato había obtenido 28,6% en la primera vuelta. Salió triunfante al escenario Delgado, a pesar de ser segundo, con la canción de la banda argentina Tan Biónica “Ciudad Mágica”. Un tema que recuerda a los actos macristas del PRO en la vecina orilla.
“Hoy me despojo de mi partido, hoy me despojo de lo que fui, de lo que soy, para subir un escalón, paso de representar un partido a representar un proyecto político mayoritario en el país. Yo les voy a agradecer a cada uno de ellos, el esfuerzo, el compromiso, la colaboración, el entusiasmo y sobre todo la responsabilidad republicana que tenemos de que el Uruguay no retroceda” dijo el ex prosecretario de la Presidencia.
Una de las grandes novedades de la campaña, pero que no lo tradujo en votos fue Andrés Ojeda por el Partido Colorado. Con su campaña centrada en la figura de su persona, en sus músculos, en su apariencia física, en una vacua oferta de propuestas y una maquinaria en redes sociales que lo nombraban como “El Nuevo Presidente” se propuso ser un fiel espadachín de Lacalle a pesar de ser de tiendas políticas diferentes y se mostró más como un “coalicionista” que como alguien del Partido Colorado.
Una muestra clara de ello es el despojo de simbología, colores y liturgia de su propio partido donde resaltaban más los colores azul y celeste que colorado.
Los días previos a los comicios, desde sus propias cuentas oficiales se vaticinaba que el candidato colorado estaba en zona de balotaje, a apenas un punto porcentual de Álvaro Delgado según la encuestadora Radar y que en caso de pasar a la segunda vuelta, Ojeda podía superar a Orsi y encabezar la coalición multicolor en un segundo gobierno consecutivo. La realidad otra vez fue porfiada y Ojeda alcanzó un lejano tercer puesto con un 16%. A 11 puntos del segundo.
El candidato del signo zodiacal de capricornio -ya que así se mostró en un famoso spot publicitario- importó varias de las peores prácticas políticas dentro de la campaña electoral, desgranando las pocas excepcionalidades que le quedan a Uruguay. Introdujo en campaña a Javier Negre, un operador de la derecha más rancia asociado a Vox y los fake news. Negre se instaló en Uruguay generando controversia y con el anuncio del lanzamiento de La Derecha Diario en dicho país.
Ojeda se lanzó con exabruptos a periodistas en los días previos a la elección. Trató de “psicópata” a una periodista y se conoció que su actual pareja es cazadora furtiva siendo la salud mental y el bienestar animal dos pilares de la campaña del joven abogado. Javier Negre dentro de su sitio web publicó una nota acusando de narcotraficante a Yamandú Orsi.
Con este tipo de campañas, abriéndole las puertas a prácticas bien reproducidas en el mundo, pero que en Uruguay aún no habían calado, se puede esperar cualquier acción y sienta un precedente nefasto para la cultura política oriental que seguramente no tenga retorno.
Derrotas
Uno de los grandes perdedores de la noche fue la formación política ultraconservadora, Cabildo Abierto (CA) con Guido Manini Ríos a la cabeza. Lo que fue la novedad y lo disruptivo a pesar de lo conservador de sus propuestas y campaña en 2019, hoy su fiel carácter y su derrotero dentro de la coalición le devolvió una escueta cantidad de votos. Cabildo Abierto en la pasada elección obtuvo 3 senadores y 11 diputados. Con los resultados hasta el momento, CA obtendría tan solo 2 diputados con 2,5% de votación. El ex Comandante hizo una fuerte autocrítica y declaró que “la magra votación de Cabildo Abierto” es responsabilidad de él mismo.
La sorpresa mayor fue la votación de Identidad Soberana liderada por el abogado Gustavo Salle superando los 60.000 votos. Desplazó a Cabildo Abierto como el cuarto partido más votado y lo deja con posibilidades de obtener una banca en el senado. Salle es un extrovertido y polémico penalista que se define como anti agenda 2030, antivacunas, anti agenda LGBT y no se identifica con ninguno de los bloques electorales.
Es más, ha anunciado que anulará su voto en la segunda vuelta. «Mis seguidores que hagan lo que su conciencia les dicte, lo que recomiendo es que ensobren la lista de Identidad Soberana». Salle también superó a otro partido de la coalición, el Partido Independiente, comandado por el ex Ministro de Trabajo Pablo Mieres que no alcanzó el 2% de los votos y quedó sexto en la votación general.
Plebiscitos
Ninguno de los plebiscitos que se dirimían en esta elección salió victorioso. Ni los allanamientos nocturnos ni el de la reforma de la seguridad social que pretendía que los trabajadores se jubilan a los 60 años -en vez de a los 65 como es actualmente-, que las jubilaciones se equiparen al salario mínimo y que los aportes previsionales sean solamente manejados por fondos públicos.
Una derrota rotunda para los trabajadores. Paradójicamente, el 68% de los frenteamplistas votaron por el Sí de la seguridad social. La paradoja reside en que por un lado se puede analizar este número como una falta de perspectiva de los votantes del Frente Amplio y la otra es un carácter rebelde y recusatorio del voto en contra de lo que planteaban sus dirigencias.
Esta campaña fue promovida por la central única de trabajadores PIT-CNT, organizaciones sociales y algunos pocos sectores del Frente Amplio. Del otro lado, las cámaras empresariales, la Asociación Rural del Uruguay, muchos medios de comunicación, think tanks, la derecha en su conjunto, la fórmula presidencial del Frente Amplio, un grupo de 111 economistas progresistas que decidieron militar en contral del Sí, José “Pepe” Mujica, el propio presidente del Frente Amplio y varios analistas “independientes”.
Esta campaña que surgió desde una perspectiva clara de clase, desde abajo y con pocos recursos, pudo poner un tema de fondo sobre la mesa y alcanzó un 38% de aprobación.
La antipolítica y las novedades
El voto en blanco y anulado es el más alto expresado en los últimos 25 años la suma da un 4,7% apróximadamente. El voto anulado superó los 50.000 votos y lo podríamos colocar a la misma altura del quinto partido político más votado. Incluso superando a un partido de la coalición gobernante y muy cerca de otro.
Cierto porcentaje de la población uruguaya se tienta desde hace tres elecciones al menos con formaciones políticas novedosas, efímetas y efectistas. Sucedió con el empresario Edgardo Novick y el Partido de la Gente; en el Partido Nacional con Juan Sartori, un empresario cuasi extranjero que votó por primera vez en Uruguay cuando hizo campaña por él mismo. César Vega por el Partido Ecológico Radical Intransigente (PERI) que llevaba acelgas al Parlamento, collares de ajo y personas “imantadas” con tenedores al cuerpo por el efecto de las vacunas.
Hoy la cámara de diputados constará de un elemento de derechas antiglobalista con Gustavo Salle de Identidad Soberana.
Detalles
Restan por saber los detalles y la conformación de ambas cámaras. Quiénes renuevan, quiénes quedaron por el camino y cuáles son los nuevos rostros y sus propuestas.
Hoy mismo arranca la campaña de la segunda vuelta y el final es incierto.
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