Obama, Chávez y el viaje del presidente iraní
Dos datos de la realidad de estos días llaman la atención a quienes siguen de cerca los acontecimientos mundiales. Uno es la recorrida del Presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba, países que son integrantes del ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América). El otro es la –cada día más crítica- relación entre Irán y los países occidentales.
A partir de esta situación no falta el coro de voces, con buena llegada a la prensa grande, que cuestionan la presencia del Presidente persa en los mencionados países de la región y el trato privilegiado que le proporcionó el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Alegan que el gobierno iraní no es democrático, denuncian la presunta persecución a sus opositores políticos y no dejan de recordar el alto grado de confrontación entre Irán y el Estado de Israel, detrás del cual se encolumnan Estados Unidos y Europa.
Estas apreciaciones parecen pasar por alto varios “detalles” de la realidad cotidiana. Nada dicen sobre la reciente aprobación de la National Defense Authorization Act (NDAA), una ley por la cual el Estado norteamericano impone una especie de ley marcial que puede aplicar en cualquier parte del mundo. Ella autoriza a las autoridades militares detener a estadounidenses en cualquier sitio del planeta sin especificar de qué se los acusa, ni el tiempo de su detención. Para esta norma el “campo de batalla” norteamericano abarca a toda la tierra. Basta que sospechen que alguien está involucrado en el apoyo a lo que ellos denominan “actividades terroristas”. Una norma parecida, aprobada por George Bush en el año 2001 después del “atentado” a las Torres Gemelas exigía que tal actividad estuviera vinculada a la mencionada voladura. Barack Obama ha ido más lejos, ahora no hace falta invocar relación con aquel atentado, sino que puede ordenar la persecución por cualquier otro hecho o sospecha. Muchos especulaban con el veto de Obama, pero éste no solo no vetó sus cláusulas más represivas, sino que eliminó la injerencia parlamentaria en lo que respecta a las órdenes que pueda dictar en aplicación de esta norma.
De este modo Obama, al tiempo que trata de bloquear toda venta de petróleo iraní, sigue avanzando en el endurecimiento de sus posiciones. Otra manifestación de esta tendencia es la provocación al Presidente venezolano que hizo en un reportaje a un diario mejicano. Con ello rompió una especie de tregua que desde hace varios meses venían cultivando. A 9 meses de las elecciones en Venezuela, Obama dijo -respecto de Chávez-“las acciones de su gobierno han restringido los derechos universales del pueblo venezolano, amenazan los valores democráticos y no contribuyen a la seguridad de la región” La respuesta de Chávez no se hizo esperar: “Obama, tú eres un farsante (…) No seas irresponsable (…) eres un descendiente de África, pero eres una vergüenza para todos esos pueblos”. Otro vocero del gobierno venezolano fue aún más drástico diciendo: “Obama encabeza el club mundial de los terroristas”