¿Occidente sin petróleo si Irán cierra el estrecho de Ormuz?

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Como respuesta a los ataques de Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares, el Parlamento de Irán pidió este domingo el cierre del estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del petróleo, una decisión que aún debe recibir la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional. El estrecho es la salida al golfo Pérsico, donde se concentra la producción de petróleo.

Con apenas 34 kilómetros de ancho en su punto más estrecho, el Estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el mar Arábigo. A pesar de sus dimensiones limitadas, por sus aguas navegan más de 13 buques cisterna cada día, transportando más de 15 millones de barriles de crudo, además de gas natural en grandes volúmenes, especialmente desde Qatar.

Mapa del estrecho de OrmuzArabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irak y Catar utilizan esta vía para exportar sus recursos energéticos, y son los mercados asiáticos —especialmente China, India y Japón— los más dependientes del flujo a través de este estrecho. Incluso EU recibe alrededor de dos  millones de barriles diarios que cruzan esta ruta.

Ormuz es uno de los puntos de estrangulamiento estratégicamente más vitales del mundo, y cualquier bloqueo por parte de Irán supondría graves riesgos para Europa. Estados Unidos instó a China a utilizar su influencia sobre Irán para evitar el cierre del estrecho.

En medio de una creciente escalada de tensiones entre Irán, Estados Unidos e Israel, el Estrecho de Ormuz vuelve a ocupar un lugar central en el tablero geopolítico global. Situado entre Irán y Omán, es una arteria clave por la que transita diariamente cerca del 20% del comercio mundial de petróleo y gas natural licuado. Su eventual cierre tendría consecuencias directas en los precios de los hidrocarburos en Europa y en la estabilidad económica internacional.

Un cierre del Estrecho podría provocar un alza inmediata del 30 al 50% en los precios del petróleo, y llevar el barril por encima de los 100 dólares, o incluso alcanzar los 130 dólares en escenarios extremos. Más allá del encarecimiento del petróleo, el gas natural también se vería afectado. El estrecho canaliza alrededor del 20% de las exportaciones globales de GNL. Europa, aún vulnerable tras la crisis energética de 2022, podría ver aumentar los precios de la electricidad ante un corte en los suministros.El petróleo llegó a subir más de 4%, aunque luego moderó la escalada.

Este posible “shock petrolero” tendría un efecto dominó en la economía global: aumento de la inflación, presión sobre los bancos centrales, encarecimiento del crédito y debilitamiento del crecimiento económico. El cierre prolongado de Ormuz dejaría fuera de juego a buena parte de la infraestructura petrolera del Golfo, generando una crisis energética sin precedentes en un momento de alta incertidumbre internacional.

Desde Washington, el vicepresidente JD Vance calificó la posible decisión iraní como un “suicidio económico”, advirtiendo que la propia economía de Teherán depende del libre tránsito por Ormuz. En tanto, el expresidente Donald Trump amenazó con una respuesta militar “devastadora” ante cualquier represalia iraní, mientras que el secretario de Estado Marco Rubio instó a China, principal socio energético de Irán, a intervenir para evitar una escalada mayor.

Algunos productores han intentado reducir su dependencia del Estrecho de Ormuz. Irán, por ejemplo, opera desde 2021 una terminal en Jask, al este del Estrecho, que le permite exportar sin usar la vía principal. Arabia Saudita cuenta con un oleoducto de 1.200 kilómetros hasta el Mar Rojo, y Emiratos Árabes Unidos puede desviar Situado entre Irán y Omán, este estrecho es una arteria clave por la que transita diariamente cerca del 20% del comercio mundial de petróleo y gas natural licuado.hasta 1,5 millones de barriles diarios al puerto de Fujairah. Pero países como Kuwait, Catar o Baréin no tienen rutas alternativas viables.

El comandante de la Guardia Revolucionaria, Sardar Esmail Kowsari, declaró a los medios locales en una entrevista que el cierre del estrecho de Ormuz «está siendo considerado, tenemos las manos abiertas cuando se trata de castigar al enemigo, y la respuesta militar fue sólo una parte de nuestra respuesta global», añadió Kowsari, que además de su cargo militar es diputado.

Los misiles iraníes de corto y medio alcance serían capaces de apuntar a plataformas de infraestructuras petrolíferas, oleoductos en el Estrecho o incluso atacar buques comerciales, y los misiles superficie-superficie podrían apuntar a petroleros o puertos a lo largo del Golfo. Los ataques aéreos con aviones y drones podrían inutilizar los equipos de navegación o radar de los principales puertos marítimos de la región.

Los drones no tripulados, como los modelos Shahed de Irán, podrían utilizarse para atacar determinadas rutas marítimas o infraestructuras del Estrecho. Irán podría intentar desplegar buques de guerra para bloquear físicamente el acceso al Estrecho. En 2012, Irán lanzó un ciberataque contra la industria petrolera de Arabia Saudí, lo que demuestra su creciente capacidad en este ámbito.

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