Oleoducto Keystone XL: En busca del reflejo de Obama

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El día en que eso suceda, dejaré de preocuparme”. Klein explicó a continuación el impacto que el proyecto Keystone XL tendrá en el medio ambiente: “Las arenas de alquitrán emiten tres veces más gases de efecto invernadero que un barril de crudo canadiense normal debido a que, por supuesto, es sólido. Entonces, es preciso utilizar mucha energía para extraerlo, licuarlo y ponerlo en el oleoducto”.

Pero la polémica no termina ahí. El New York Times reveló que el Departamento de Estado eligió como grupo externo para realizar el estudio de impacto ambiental de Keystone XL a una empresa denominada Cardno Entrix. Resulta que Cardno Entrix menciona como uno de sus principales clientes nada más y nada menos que a TransCanada. Los impactos ambientales podrían ser devastadores. En primer lugar existe la posibilidad de que se produzca un derrame catastrófico de arenas de alquitrán tóxicas y, en segundo lugar pero no menos importante, la posibilidad de que haya impactos a largo plazo en el clima mundial. La campaña de Obama también recibió críticas por haber contratado a Broderick Johnson, un lobbista que antes representaba a TransCanada.

El gobernador republicano de Nebraska, Dave Heineman, convocó una sesión especial del parlamento estatal a partir del 1° de noviembre para hablar sobre el oleducto. Tras una semana de deliberaciones, varios proyectos de ley están siendo revisados, entre ellos el LB1, la ley más importante sobre oleoductos, que exigiría una rigurosa revisión de cualquier oleoducto que atraviese Nebraska, lo que demoraría considerablemente el proceso de aprobación de Keystone XL. El movimiento en Nebraska es muy diverso, comprende desde ambientalistas hasta productores ganaderos e indígenas estadounidenses.

El inspector general del Departamento de Estado está investigando si se cumplió con todas las leyes y reglamentos federales en el proceso de otorgamiento del permiso, y el Presidente Obama ahora afirma que será él quien tome la decisión final. Alrededor de Obama rondan las poderosas empresas que presionan a favor del oleoducto, pero ahora también se encuentra rodeado por las personas que se manifiestan frente a su ventana, a quienes necesita para ser reelecto. Como dijo Bill McKibben acerca de la cadena humana que rodeó la Casa Blanca: “Cada pancarta que la gente llevaba ayer tenía citas de la maravillosa retórica de aquella campaña electoral: ‘Es hora de terminar con la tiranía del petróleo’, ‘En mi gobierno, el aumento del nivel del mar comenzará a enlentecerse’. Estamos a la espera de que aparezca una especie de destello, de eco de aquel Barack Obama que le haga hacer lo correcto con respecto al oleoducto”.

*Presentadora de Democracy Now!

 

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