
Cada 12 de julio, se conmemora el aniversario del nacimiento de uno de los más grandes poetas de todos los tiempos: Pablo Neruda. Nacido el 12 de julio de 1904 en condiciones muy precarias, en la ciudad de Parral, Chile. Neruda dejó un legado literario que perdura hasta el día de hoy. Su poesía, profundamente apasionada y cargada de emociones, ha capturado los corazones de millones de lectores en todo el mundo. En este aniversario, rendimos homenaje a la vida y obra de este icónico escritor, cuya influencia trasciende fronteras y generaciones.
Pablo Neruda, cuyo nombre real era Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, hijo de un obrero ferroviario, comenzó a escribir poesía en la escuela desde una edad temprana. Su talento literario fue reconocido rápidamente, y su primer libro, «Crepusculario», fue publicado en 1923. A lo largo de su carrera, Neruda experimentó con diversos estilos poéticos, desde el modernismo hasta el surrealismo, y su obra evolucionó a medida que exploraba una amplia gama de temas, como el amor, la política, la naturaleza y la condición humana.
Uno de los hitos más destacados en la carrera de Neruda fue la publicación de «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» en 1924, una obra maestra que lo catapultó a la fama internacional. Su poesía, caracterizada por su intensidad emocional y su lenguaje vívido y evocador, conectó profundamente con los lectores y lo consolidó en la literatura latinoamericana y mundial, pese a ser actualmente una figura controversial y cuestionada por algunas corrientes feministas que lo critican por sus conductas machistas y sexistas.
Mientras desarrollaba su carrera como poeta, Neruda también fue un ferviente activista político. Militante del Partido Comunista, candidato a la Presidencia de su país, renunció a ella a favor de la convergencia con Salvador Allende en la Unidad Popular. Durante su vida, estuvo involucrado en movimientos de izquierda y desempeñó un papel destacado en la política chilena. Fue embajador de su país en Francia. Su compromiso con las ideas de justicia social y libertad se reflejó en muchos de sus escritos, y se convirtió en una voz influyente para la resistencia y la lucha contra la opresión.
En 1971, Neruda recibió el Premio Nobel de Literatura, un reconocimiento a su contribución excepcional a la poesía. El Comité Nobel destacó su «escritura que, con la acción de una fuerza elemental, da vida a un destino continental y a los sueños de un pueblo».
El legado de Pablo Neruda sigue siendo relevante y poderoso en la actualidad. Sus poemas han sido traducidos a numerosos idiomas y continúan inspirando a personas de todas las edades y culturas. Su capacidad para capturar la belleza en las cosas más simples y su habilidad para expresar las emociones más profundas lo convierten en un poeta universalmente amado y admirado.
En el aniversario de su natalicio, recordamos a Pablo Neruda como un poeta apasionado, un defensor de la justicia social y un testigo del mundo que lo rodeaba. Su voz resuena en cada verso que escribió, y su legado nos insta a apreciar la belleza de la vida, a luchar por un mundo más justo y a encontrar la inspiración de la poesía en cada rincón del universo.
Fuente: https://www.pressenza.com/es/2023/07/legado-de-pablo-neruda-en-el-aniversario-de-su-natalicio-1904/
Legado y vigencia de Pablo Neruda
La muerte de Neruda comenzó a mediados de 1969, cuando sintió las primeras molestias de la enfermedad que se agravó hasta hacerse crítica en 1971. Desde entonces el cáncer fue parte de su existencia. Con esta carga escribió los tres últimos libros que publicó en vida, concluyó otros siete poemarios que se publicaron póstumamente, y avanzó considerablemente en sus memorias, aun cuando no alcanzó a darles su forma final. También realizó todo el trabajo que le demandaba su cargo de embajador en Francia. Entre otras cosas, fue parte de la delegación chilena en la renegociación de la deuda externa de su país, y usó su prestigio para ayudar a la solución de este problema.
El escritor Jorge Edwards comenta que “con su enfermedad a cuestas y con su escasa afición a muchos aspectos de su trabajo, Neruda era un embajador más preocupado y más competente en las cosas esenciales de lo que podría pensarse”.
1971 fue un año agitado: visitó Isla de Pascua para grabar parte de una serie documental sobre su vida y obra. Luego partió a París, a asumir su cargo de embajador. Después de reponerse de una delicada operación viajó a Estocolmo a recibir el Premio Nobel.
También escribió su poemario Geografía infructuosa, que tal vez sea el que mejor revela su mundo interior en la última etapa de su vida. En una nota aclaratoria en el final de este libro, dice que 1971 fue un año “de desplazamientos, enfermedades, alegrías y melancolías, climas y regiones diferentes…” Agrega que escribió gran parte del libro en automóvil, en caminos de Chile y de la Normandía francesa.
Rodar por esos caminos, solo con la compañía del conductor, era como una metáfora del viaje por la vida que se acercaba a su fin. En parte importante de su obra el poeta había descrito su situación en el mundo dentro de la antítesis entre la luz y las tinieblas, situando a su poesía en el terreno de la claridad, la transparencia y la legibilidad. En Geografía infructuosa, reafirma su condición de partidario de la luz. Él mismo se define así:
Yo soy un hombre luz, con tanta rosa, / con tanta claridad destinada / que llegaré a morirme de fulgor.
Yo no divido el mundo en dos mitades, / en dos esferas negras o amarillas / sino que lo mantengo a plena luz / como una sola uva de topacio.
Luego, alude quizás a su infancia, cuando dice:
Hace tiempo, allá lejos, / puse los pies en un país tan claro / que hasta la noche es fosforescente: / sigo oyendo el rumor de aquella luz, / ámbar redondo es todo el cielo: / el azúcar sube del mar…
La polaridad luz – tinieblas se encuentra en el origen de la poesía que es el mito: en diversas tradiciones arcaicas el mundo es una lucha entre luz y oscuridad, y el triunfo final de la primera tiene un significado redentor.
Con golpe militar del 11 de septiembre de 1973, el gran temor de Neruda se cumplía: se reiteraban el triunfo del fascismo vencedor en la guerra civil española, y también las persecuciones que él mismo poeta había sufrido en su país durante el gobierno de González Videla.
Él mismo había presenciado algunas de las peores calamidades del siglo XX. Este fue el tema de su libro: Fin de mundo. En una extensa entrevista con la periodista Rita Guibert declaraba que a pesar de lo negro con que pintaba el futuro, había un toque de esperanza:
Digo allí que si a través de los vuelos espaciales nos tocara buscar otro planeta, siempre volveríamos a este planeta podrido y magnífico que se llama Tierra, donde seguiremos viviendo, donde seguirán viviendo los seres humanos.
Y más adelante agregaba:
Yo no creo en la salvación del alma y en todas esas cosas místicas que son ajenas a mí, sino en la salvación de la vida, en la preservación de lo más importante que existe que es el ser humano.
Más de una vez Neruda proclamó que no podía ser hombre sin el hombre: él era parte inseparable del colectivo humano. Su vida era la vida del pueblo y eso le otorgaba algo parecido a la inmortalidad. La vida que continuaría después de su muerte, era también su propia vida. Terminó el discurso que dijo en el acto con que el país lo recibió a su regreso de Europa, a fines de 1972, proclamando que la vida, la lucha y la poesía, iban a continuar viviendo cuando el fuera solo un pequeño recuerdo…”
Y concluyó su apocalíptico Fin de mundo, con estos versos:
Me morí con todos los muertos, / por eso puedo revivir (…)
Uno más entre los mortales, / profetizo sin vacilar / que a pesar de este fin de mundo / sobrevive el hombre infinito.
(…) endurecidos de sufrir, / cansados de ir y de volver / encontraremos la alegría / en el planeta más amargo.
Tierra, te beso, y me despido.
*Fuente: https://cultura.fundacionneruda.org/2023/09/capitulo-4-legado-y-vigencia-de-pablo-neruda/
Estravagario convertido en mera extravaganza
Lagos Nilsson *
En setiembre –el mes más cruel de los chilenos– se recordó que Pablo Neruda había muerto hace 35 años, de enfermedad y de tristeza; este noviembre la Fundación Neruda recuerda –al estilo Hollywood, con barcas de pescadores frente a la que fue su casa en Isla Negra– los 50 años de su Estravagario.
Más que homenaje al poeta parece un «show» montado para contribuir al olvido de lo que el poeta es y fomentar el turismo. Algunos –pocos, por desgracia– se han enojado. Con fecha 26 del mes se envió a la fundación la siguiente carta abierta…
Señores
Fundación Neruda:
Profundo desconcierto y malestar ha causado entre los admiradores de Pablo Neruda la exposición Estravagario que se inaugurará en el Museo de Isla Negra. La genialidad poética y los convencimientos graníticos cimentados en firmes principios aparecen deformados e incomprensibles, además de chocantes y hasta pérfidos en esta exposición, que por no tener firma es atribuible a la Fundación Pablo Neruda.
Faltan antecedentes para entender el objetivo de esta extraña presentación, que nos quiere reinventar a un Neruda ambiguo y desencantado de sus ideales políticos. Textos anónimos, sugerentes e inductivos en esa exposición, preceden a versos de Neruda. Esto nos angustia y nos encoleriza.
Así como además de las cuatro columnas franquistas que amenazaban Madrid en la guerra civil española, había una quinta, que estaba dentro colaborando con los alzados. La quinta columna que boicoteaba, saboteaba y lanzaba sus disparos francotiradores desde las sombras y las esquinas. Este pretendido nuevo Neruda que nace luego de un proceso de reingeniería de imagen, es producto, en la práctica, de una nueva quinta columna. Esto ocurre, esta vez, dentro de su propia casa, la que fue su hogar.
¿Qué más podría haber querido y soñado el diario El Mercurio y la derecha chilena que un Neruda arrepentido y sufriente al contemplar su equivocado camino recorrido?
Incomprensible aparece la actitud de la Fundación. Los miles de turistas que dejan monedas al recorrer la casa del poeta, perturban desde luego el claro razonar de quienes tienen el deber moral de perpetuar su imagen, poesía y pensamiento político.
El tiempo pasa y desgraciadamente se queda en los seres humanos que envejecen y bajan la guardia ante arremetidas eternas e infinitas de los que quieren destruir la “perversidad” de los ideales del poeta. Nuestro mensaje es renovarse y recuperar fuerzas, empezando por custodiar los íconos de nuestro pensamiento humanista como lo fue Neruda. Reaccionar es el concepto ante una nueva inquisición, que nos hace ceder con los instrumentos de coacción de la nueva religión, con sus nuevos dogmas de renovación, neoliberalismo y pragmatismo político.
No buscamos culpables sino renovar el estado de alerta y permitir que Neruda descanse en paz, íntegro y eterno.
(Firman):
Mercedes Bustamante, José Antonio Mendizábal, Carlos Thayer, Mariana Vial.
Algo más
Quienes firman la carta abierta a la Fundación Neruda, ciudadanos del mundo de la cultura, los derechos humanos y las letras, son personas vinculadas, además, al terruño que eligió el Premio Nobel para vivir cerca de la mar; no los habita la ira, los mueve la decepción por los actos de quienes operan como sus albaceas y el temor por el legado del poeta.
Aquellos que proclaman decepción y temor –es bueno tenerlo presente– lo hacen en diferentes países; no hace mucho, por ejemplo, interrumpió el acto de la entrega de los Premios Pablo Neruda –al que asistía la ministro chilena de Cultura, entre otras autoridades y «personalidades» del hacer cultural– el periodista mexicano Mario Casasús, que en protesta por el derrotero tomado por la Fundación amenazó con quemar un libro del poeta para desagraviarlo. Fue «retirado» del acto por guardias de seguridad.
De cualquier modo, el 29 de noviembre, a las 19, en la casa Museo de Isla Negra se realizará una lectura de tres destacados y conocidísimos poetas: Guillermo Riedemann, Carlos Henrickson y Roberto Contreras, una performance alusiva a Estravagario dirigida por Hernán Castellano Girón y la presentación del conjunto de jazz de la cantante Camila Meza completan el acto oficial.
Algunas barcas de pescadores artesanales –o semejantes a las de los pescadores artesanales– en forma espontánea o alquilada maniobrarán en la bahía con antorchas intentando establecer una simbología respecto del medio siglo de Estravagario –o tal vez respecto de la vida y obra del escritor.
No sabemos si lo que ocurrirá el 29 conforma una parafernalia, pero inevitablemente el vacío de esos movimientos nos recuerda líneas de la Barcarola, de la segunda Residencia; es tristísimo pensar en esos versos de Neruda referidos al también triste destino que padece su vida en Chile después de su muerte:
¿Quieres ser fantasma que sople, solitario,
cerca del mar su estéril, triste instrumento?
Si solamente llamaras,
su prolongado son, su maléfico pito,
su orden de olas heridas,
alguien vendría acaso,
alguien vendría,
desde las cimas de las islas, desde el fondo rojo del mar,
alguien vendría, alguien vendría.
Alguien vendría, sopla con furia,
que suene como sirena de barco roto,
como lamento,
como un relincho en medio de la espuma y la sangre,
como un agua feroz mordiéndose y sonando.
*Escribía poemarios, novelas, ensayos. Con la figura de un Quijote misterioso, siempre solidario, arremetiendo contra los molinos de la injusticia y la inequidad. Nació en Punta Arenas en 1941, salió de Chile en 1974 y regresó en septiembre de 2003. Lagos Nilsson vivió su exilio en México , Venezuela y Argentina, países donde publicó libros de poesía y ejerció el periodismo y la docencia. Fue fundador de surysur.net
Fuente: https://www.surysur.net/neruda-la-exposicion-estravagario-convertido-en-mera-extravaganza/comment-page-1/
Los comentarios están cerrados.