PALESTINOS EN CHILE Y EL DRAMA DE LOS REFUGIADOS
El drama que vive un grupo de refugiados palestinos que huyeron de la violencia en Iraq y hoy se encuentran apostados en las fronteras de Iraq- Siria e Iraq– Jordania, ha motivado que varias organizaciones humanitarias y en coordinación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), realicen acciones tendientes a reubicarlos en otro países, lejos de sus tierras de origen.
Chile no ha estado ajeno a esta situación. ACNUR y el señor Adam Shapiro, de International Solidarity Movement, se encuentra llevando a cabo gestiones con autoridades chilenas, y de origen palestino, para que Chile otorgue asilo a un centenar de estos refugiados.
Al respecto cabe señalar:
1.- Sin desconocer que la situación humanitaria es extremadamente dramática y requiere de una urgente e inmediata respuesta, llama la atención el fuerte lobby para radicar a dichos refugiados en países lejanos como el caso de Chile, Brasil, Venezuela o Canadá. La acción natural y obvia es exigir que los refugiados vuelvan a sus hogares de origen y terminar con esta condición de desamparo que los aflige.
No se han visto acciones y gestiones suficientes para presionar a Israel con el objeto de permitir el retorno de los palestinos a sus lugares de origen –en el que han vivido por cientos o miles de años y de donde fueron expulsados o forzados a salir–. Al respecto, como palestinos exigimos a la comunidad mundial cumplir con sus propias resoluciones y promesas en especial con aquellas que tienen relación con los refugiados, como el caso de la resolución 194 de la ONU. El drama humano termina con la finalización de la condición de refugiado y esto solo se cumple cuando cada refugiado es devuelto a su lugar de origen, en libertad y dignidad.
2.- También llama la atención que, en el caso de Chile, esta situación ha generado un sin fin de opiniones, declaraciones y maniobras sin ningún tipo de coordinación. Ninguna de estas acciones, es compatible con los requerimientos de los mismos refugiados y menos son consecuentes con los lineamientos de las autoridades palestinas.
Muchas declaraciones han sido emitidas de supuestos dirigentes de organizaciones virtuales, que sólo han logrado desviar la atención de la opinión pública del verdadero drama y de la solución deseada. A modo de ejemplo, un dirigente de nuestra comunidad en Chile, declaró al diario El Mercurio, el 18 de Abril de 2007, que “Los miembros de la colonia chilena son en su mayoría cristianos y de costumbres occidentales… , no será fácil para los refugiados, musulmanes, acostumbrarse”. Esto es muy dañino, lejos de la verdad y atenta contra la unidad de nuestro pueblo.
También preocupa el “desfile” de algunas personas de la colectividad palestina en Chile ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno de Chile y ante el Parlamento, exponiendo sugerencias y ejerciendo “lobby”, a titulo personal, contrario y nocivo a los intereses palestinos.
3.- Nos preocupa, por otro lado, la pasividad con que algunas autoridades han enfrentado el tema, permitiendo acciones y declaraciones incoherentes y perjudiciales a los intereses nacionales de Palestina. Entendemos que no es correcta la intromisión en los asuntos internos de la colectividad palestina en Chile, sin embargo, esa colectividad y menos personas y organizaciones sin ningún tipo de representatividad, pueden entrometerse en un tema tan delicado para nuestra causa, llevando a cabo declaraciones y acciones reñidas con la política nacional palestina. Esta anarquía debe ser frenada.
Al respecto llamamos a todos los que han tenido relación con este tema, a actuar en sintonía con los intereses del pueblo palestino y no a espaldas de éste y a reforzar las acciones y tomar todas las medidas posibles para cumplir con la legalidad y el derecho internacional y trabajar firmemente para solucionar el drama de todos los refugiados, y en especial aquellos que hoy sufren las peores tragedias como es el caso de nuestros hermanos en las fronteras y tierras de nadie, para que ellos puedan retornar a sus hogares y terminar con esta nefasta calidad de refugiado. Creemos que los trabajos en este sentido no son los suficientes y todas las presiones deben dirigirse a los que están generando el problema: El Estado de Israel, y no a los gobiernos y comunidades de países lejanos.
Santiago de Chile, 29 de agosto de 2007.
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