Panamá entre el paro, las marejadas y el temporal

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

fotoAmaneció el domingo parcialmente nublado en Panamá, dando un respiro a la población azotada por la lluvia, vientos sobre los 28 nudos y las mareas más altas de la década. Apelando a la «solidaridad del pueblo panameño» el presidente Martín Torrijos decretó el estado de emergencia en la república del istmo ante «la tragedia humana».

En medio de los preparativo de su primer viaje al exterior, el primer mandatario ordenó coordinarse a las diferentes reparticiones para evaluar los daños y hacer llegar con urgencia la ayuda que las víctimas del temporal de lluvia requieren.

De acuerdo con los recursos que se tienen -señaló Torrijos el sábado- «se está haciendo llegar la ayuda a los damnificados y poco a poco se está haciendo frente a la situación que están viviendo esas familias». El ministro de RREE indicó que llegar?ayuda internacional a través del Programa Mundial de Alimentos y la Organización Panamericana para la Salud. Se estima que antes del lunes otros organismos internacionales se harán presentes en la tarea, así como países amigos.

fotoLas oficinas gubernamentales, mientras, han dividido a la población entre afectados, que son aquellos que perdieron sólo bienes materiales – muebles, electrodomésticos- y damnificados, que son aquellos cuyas casas fueron destruidas y es urgente albergar, proporcionarles alimentación y atención médica especializada.

A las intensas lluvias del viernes y sábado, se sumó las infrecuentes cotas de marea, que superaron los cinco metros, ocasionando las inundaciones. El promedio de lluvia superó los 30 milímetros en menos de cuatro horas.

Protesta de los empleados públicos

La Federación Nacional de Servidores Públicos panameña está en pie de guerra ante el anuncio gubernamental de que debía corregirse la hipertrofia de la burocracia estatal y entes descentralizados.

Alfredo Berrocal, secretario general de la organización declaró que no se tiene información acerca del número de futuros despidos. La operación, dijo, afecta la producción y la prestación de un buen servicio público, pero además puede significar desenlaces fatales, «como ha ocurrido otras veces».

Diversos personeros del gobierno y el Parlamento concuerdan en la necesidad de reducir la planilla de empleados públicos -abultada hasta la exageración por los últimos gobiernos-, pero creen que ésta debe hacerse en forma escalonada. La administración de la ex presidenta Moscoso dejó a Panamá sumida en una grave crisis social y económica.

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