Panorama Económico Latinoamericano – Del 21 al 28 de agosto de 2024

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CEPAL: América Latina cayó en la trampa de bajo crecimiento

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Julio Gutiérrez

La región de América Latina y el Caribe se encuentra atrapada en una fase prolongada de bajo crecimiento económico, producto de una disminuida capacidad para crear empleo formal y un incremento constante en la cantidad de personas que laboran en esquemas informales, reveló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En México, los efectos de la desaceleración económica en Estados Unidos ya se notan en la actividad, con un menor ritmo en el consumo y los niveles de inversión, por lo cual el organismo anticipa que el crecimiento será de 1,9 por ciento este año y en 2025 se mantenga una tendencia a la baja, puesto que la proyección para el avance del PIB es de 1,4 por ciento.

Para la región, el pronóstico es que la economía crezca a una tasa de 1,8 por ciento este año y 2,3 por ciento el siguiente. José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, planteó que la pérdida de dinamismo de la actividad económica en nuestro país también es resultado de la incertidumbre que se vive a nivel internacional, así como el menor gasto público que ejercerá el gobierno, al mismo tiempo que inciden las proyecciones sobre el elevado déficit fiscal que se proyecta para la siguiente administración.

Hay señales claras de una desaceleración en la economía de Estados Unidos y eso sin duda ha afectado a México, Centroamérica y los países para los que la principal economía del mundo es un gran socio comercial, aseguró en videoconferencia.

Al presentar el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024, el secretario ejecutivo de la Cepal recordó que México hizo el compromiso de realizar una consolidación fiscal a la brevedad, toda vez que el déficit público que se anticipa para el presente año es de 5 por ciento como proporción del PIB, el mayor desde 1990.

No obstante, aclaró, el país cuenta con condiciones para dar la vuelta a la compleja situación a la que se enfrenta y uno de los factores más importantes que pueden dar fuerza al entorno económico es el fenómeno de la relocalización de empresas, toda vez que es una de las naciones que está “mejor colocada para llevar acabo el nearshoring, está muy integrado con muchas industrias y tiene tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá”.

Y si bien hay anuncios de inversión en México a raíz del fenómeno de la relocalización, éstos solamente representan 2 por ciento del PIB, “es decir, es un país muy grande, se requieren muchos más anuncios para mover las agujas. Hay áreas y estados que se han transformado mucho, pero el crecimiento de una economía como la mexicana requiere de más factores, inversión nacional, que las pymes, empresas y sectores profundos en las zonas rurales también tengan movimiento, fortalecer la fuerza laboral, mayor productividad, etcétera.

“No es una paradoja, es insuficiente; la inversión extranjera directa no puede mover el país, hacen falta más cosas, la política social, la efectividad de las instituciones y los programas, eso no quiere decir que no sea importante, el nearshoring es fundamental, una de las grandes ventajas de México es estar tan cerca de Estados Unidos”.

Años perdidos

El estudio de la Cepal indica que la región se encuentra en una fase de bajo crecimiento que se ha prolongado por décadas, pues luego de tener tasas de crecimiento superiores a 5 por ciento en las décadas de 1950, 1960 y 1970, entre 2015 y 2024 el PIB avanzó en promedio 0,9 por ciento. Las malas decisiones de inversión, la baja productividad y el limitado espacio fiscal de los países han llevado a esta situación.

Concomitantemente, la capacidad de la región para crear empleo se ha reducido y, cada vez más, la mayor parte de ellos son de carácter informal, por lo que más de la mitad de las personas ocupadas son informales, número que ha tendido a incrementarse en la última década, expuso.

En este sentido, la Cepal refirió que la trampa de bajo crecimiento en la que se encuentran las economías de la región ha provocado una reducción en la capacidad de creación de puestos de trabajos, en particular formales, y que grupos como jóvenes, mujeres, personas mayores, personas con bajo nivel educativo, migrantes y personas que viven en zonas rurales sean más propensos a ser trabajadores informales.

 

 

Veinte años de Camisea, un proyecto sostenible

Camisea transformó la matriz energética peruana. Aporta el 96% del gas natural y abastece el 70% del GLP. El uso del gas natural ha permitido reducir en 15% las emisiones de CO2 del país y su producción, generando más de S/60 mil millones para el Estado, siendo un símbolo de progreso y ahorro.

Desde hace dos décadas, Camisea es modelo de operación sustentable y referente de buenas prácticas socioambientales. Ha recibido más de 20 premios y reconocimientos de parte de instituciones tan importantes como la Organización de Estados Americanos, el Ministerio de Energía y Minas, Ministerio del Ambiente y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.

Números para creer

En sus zonas de influencia directa —Megantoni (Cusco) y Pisco (Ica)— la confianza, respeto y aprendizaje recíproco son fundamentos que sostienen la gestión social de Camisea. Desde 2004 se destinaron S/687 millones al apoyo social y productivo, fortalecimiento institucional y compensaciones. El trabajo en conjunto con las autoridades y organizaciones indígenas han elevado la calidad de vida de los pobladores con la recomposición del mercado laboral y un mayor acceso a servicios públicos.

Las operaciones de Camisea se dan en armonía con las comunidades y el entorno natural: sin carreteras. La planta Malvinas de Cusco opera con una logística fluvial y aérea que preserva y respeta la selva colindante. Por otro lado, hasta 2024, la incorporación del gas natural a la matriz energética del país redujo la huella de carbono en 15%, equivalente al carbono contenido en 36 millones de árboles. La energía más limpia mejoró la calidad del aire, evitando 2.639 muertes prematuras, 1.261 hospitalizaciones y 1.023.000 casos de asma en el Perú.

En el plano económico, los aportes de Camisea al Estado peruano superan los S/60 mil millones: S/45 mil millones en regalías y S/15 mil millones en impuesto a la renta. Con parte de estos aportes, desde 2004, se transfirió al Cusco más de S/30 mil millones por canon gasífero, equivalente a recibir S/4 millones diarios durante 18 años. Además, se han entregado cerca de S/6 mil millones a través del Fondo de Desarrollo Socioeconómico de Camisea (Focam). La generación de 20 mil empleos directos e indirectos es otra de sus grandes contribuciones.

Camisea: Proeza de la energía peruanahttps://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/08/Camisea.jpg

En el corazón de la selva cusqueña se levanta el mega yacimiento de gas más importante del Perú y uno de los más representativos de Latinoamérica. Camisea es, como ha sido reconocido, una muestra ejemplar de ingeniería, desarrollo logístico e infraestructura en un ambiente de alta sensibilidad social y ambiental. La aplicación de altos estándares de seguridad y cuidado en sus zonas de influencia ha permitido que las actividades de producción del gas natural de Camisea solo ocupen el 0,2% del área total intervenida, teniendo como resultado una mínima huella ambiental en la selva del Bajo Urubamba.

Gesta operativa

La energía de Camisea inicia en el Bajo Urubamba (Cusco), atraviesa un entorno desafiante cruzando los Andes peruanos y llega a la costa mediante dos ductos, el de gas natural y el de líquidos de gas natural. Es precisamente la complejidad del territorio peruano lo que ha convertido a esta operación en una proeza.

El Consorcio Camisea es el principal proyecto de energía del Perú y está integrado por Pluspetrol, Hunt Oil, SK Innovation, Tecpetrol, Repsol y Sonatrach, empresas que procesan esta energía natural de los Lotes 88 y 56.

Dos indicadores son clave para entender la importancia de esta operación para el cambio de la matriz energética del Perú: el 96% de la producción de gas natural en el país proviene de Camisea y el 70% del mercado interno peruano de GLP es atendido por este consorcio.

Con Camisea el camino hacia un futuro más eficiente ya está trazado. La meta mayor es que los beneficios de este recurso lleguen a todos los rincones de nuestra nación y permitan el paso de energías más sostenibles.

Veinte años uniendo y conectando vidas

La producción del gas de Camisea ha generado ingresos, ahorro y progreso a millones de peruanos. En 20 años, el uso de esta energía ha ido creciendo y hoy está presente en 10 regiones del Perú. También redujo la necesidad de importar combustibles por cerca de US$2 mil millones al año.

Abastecer el mercado interno

Aunque esta valiosa energía ya está presente en hogares, comercios e industrias y en el transporte de carga y pasajeros a nivel nacional, el objetivo es llegar cada vez a más peruanos.

Por eso el Consorcio Camisea viene impulsando proyectos que contribuyen con las iniciativas del Estado para la masificación del gas natural. Es así como en estos 20 años ya son más de 450 mil vehículos los que usan GNV en el Perú, incluidos 3.800 vehículos en Cusco

Los esfuerzos del consorcio no se detienen. Más de S/150 millones han sido destinados a promover programas que contribuyen a la masificación de este recurso en el transporte. A través de un fondo que ofrece el Bono Camisea GNV para que los transportistas de carga pesada y pasajeros de Lima y Callao puedan financiar la adquisición de nuevas unidades. Hasta la fecha se han entregado más de 530 bonos administrados por Cálidda.

Además, el Financiamiento Camisea GNV, en alianza con Cálidda y Contugas, ofrece a transportistas de buses y camiones de Lima, Callao e Ica costear sin intereses el cambio de GLP a GNV. Como parte de esta iniciativa se ha financiado la compra de más de un centenar de vehículos.

El Corredor Camisea GNL, por su parte, viene implementando tres estaciones de servicio ubicadas estratégicamente en la Panamericana Sur para atender la demanda de GLP en beneficio de los transportistas de carga, quienes podrán realizar la ruta Lima-Tacna-Lima con un abastecimiento garantizado.

Adicionalmente, en la ciudad de Cusco, Camisea ha puesto en marcha dos estaciones de servicio y actualmente se viene implementando dos estaciones más para abastecer el transporte en la ciudad imperial.

Hace 20 años Camisea llegó para transformar la vida de millones de peruanos y brindar un recurso abundante, más limpio, eficiente y 100% nacional. Desde entonces el gas de Camisea se ha convertido en la energía que impulsa el progreso del Perú.

Camisea es un modelo de operación sostenible. En la selva del Cusco se trabaja sin uso de carreteras bajo el modelo Offshore Inland, es decir que toda la logística se desarrolla por transporte fluvial y aéreo, para proteger la biodiversidad del entorno.

Un transportista de bus puede ahorrar hasta S/130.500 anuales usando GNV. Mientras que el ahorro para un taxista asciende hasta S/17 mil anuales usando este mismo combustible. Para un hogar, los gastos anuales son S/2.100 soles menos por el uso de gas natural.

+ 2 millones de hogares, de hogares, industrias y comercios están conectados al gas natural.
+ 450 mil vehículos a GNV circulan por las pistas y carreteras del Perú y más de 340 grifos de GNV están distribuidos en el territorio peruano.
+ 3.800 comercios e industrias ya usan gas de Camisea y han logrado un ahorro significativo en sus operaciones.
+ S/414 mil millones es el ahorro de los peruanos desde 2004. S/61 mil millones en el sector transporte, S/259 mil millones en el sector eléctrico, S/89 mil millones por industrias y comercios y S/3.900 millones de ahorro en los hogares.

 

 

Micropresas, una solución para la escasez de agua rural en Brasil

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Mario Osava *

La escasez de agua acabó, surgieron o se hicieron perennes las nacientes, se formaron pequeñas lagunas con peces y los pastizales se hicieron más verdes y permanentes, todo gracias a las “barraginhas”, el nombre en portugués con que se llaman en Brasil a las micropresas que retienen el agua de la lluvia y la infiltran en el suelo.

El testimonio es común entre los muchos hacendados que asumieron la técnica desarrollada y difundida por Luciano Cordoval, un agrónomo e investigador de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), entidad pública compuesta por 43 centros de estudio distribuidos por el país.

Cordoval trabaja desde 1983 en la unidad Embrapa Maíz y Sorgo, con sede en Sete Lagoas (Siete Lagunas, en portugués), un municipio de 227.397 habitantes en el sureño estado de Minas Gerais, donde profundizó su especialización en irrigación y conservación del suelo.

Su Proyecto Barraginhas despegó en 1997 con inversiones gubernamentales. Pero el especialista disemina desde antes las micropresas como forma de “captar el agua de los torrentes y promover su almacenaje en el suelo, evitando la erosión, la sedimentación y la contaminación ambiental, con incremento del volumen en los manantiales”, según su currículo.

Cien micropresas crean una laguna

Antonio Alvarenga, un precursor de la iniciativa, construyó en 1995, con el proyecto y elapoyo de Cordoval, 28 micropresas en su finca de unas 400 hectáreas en Sete Lagoas. “Eran tierras degradadas y secas, afectadas por mucha erosión”, recordó.

En poco tiempo las barraginhas se llenaron y vaciaron varias veces y empezó a manar agua en la parte baja de la hacienda, antes totalmente seca. El ingeniero de profesión que se hizo ganadero a medio tiempo, pudo entonces tener allí su soñada laguna, que tras ampliaciones ya ocupa 42.000 metros cuadrados de su tierra.

Con las otras micropresas construidas ya llegó a “más de 100” y tiene planes para otras 40. El efecto se ve en las nacientes recuperadas y la abundancia hídrica que le permite irrigar los pastizales en el estiaje y así duplicar la productividad ganadera.

“Antes criaba solo un vacuno en dos hectáreas, hoy son dos animales en cada hectárea”, dijo a IPS en Sete Lagoas, para destacar los buenos resultados de la innovación.

“Me convertí en productor de aguas, que llenan mi laguna ‘artificial’. El agua es todo”, alabó. Los beneficios visibles a simple vista alentaron a sus vecinos a construir sus propias micropresas, con ayuda de la alcaldía. Además, un reportaje televisivo sobre su iniciativa ayudó a difundir esta “tecnología social”, como se denomina.

También en la Amazonia

En la Floresta do Araguaia, a 1.800 kilómetros de Sete Lagoas y en el sudeste del amazónico y norteño estado de Pará, otro ganadero, con cerca de 6.000 hectáreas y 2.000 cabezas de ganado vacuno, destaca datos también impresionantes.

“Esta parte de Pará no es rica en agua”, al contrario de la creencia general de que llueve mucho en toda la Región Amazónica, aclaró Pedro de Carvalho, un veterinario oriundo de Minas Gerais, estado del sudeste brasileño, pero que vive en la Amazonia oriental desde 1974.

“Llueve mucho en el último bimestre del año, pero no en el resto del año”, es un área de Cerrado, especie de sabana brasileña, no de bosques amazónicos, acotó a IPS en entrevista telefónica desde su hacienda. “Antes no tenía agua suficiente, tenía que comprarla de camiones cisterna y perdí muchos vacunos muertos de sed”, recordó.

Pero como era amigo de Cordoval desde joven, conocía sus ideas y fue construyendo sus barraginhas. En total cree que en la actualidad cuenta con 168, sin estar seguro de la cifra exacta. Compró una máquina excavadora para construirlas y mejorarlas, “porque todo se puede mejorar”.

Algunos escépticos sobre esa innovación en la región le recomendaron pozos artesianos. “Pura ignorancia. Donde uno saca el agua y no la repone, suele acabarse. Las barraginhas abastecen la napa freática. El resultado no aparece en el primer año, pero sí en el tercero”, observó.

Puso como ejemplo el de una ciudad, Unai, en Minais Gerais, que perforó muchos pozos artesianos y luego tuvo que desactivar 70% de ellos, “porque se secaron”.

En su caso, ya no necesita comprar agua, la tiene acumulada en lagunas donde hay peces. Animales como los capibara (Hydrochoerus hydrochaeris, un gran roedor nativo de Sudamérica, que vive en torno al agua y también se conoce como chigüiro), el caititu (Dicotyles tajacu, un cerdo salvaje americano), aves variadas y hasta  abejas, avispas y hormigas pasaron a proliferar en su hacienda.

Carvalho, veterinario especializado en reproducción, fue uno de los pioneros de la “colonización amazónica” en los años 70. Primero se instaló cerca de Araguaína, un municipio de 171.000 habitantes en el norte del estado de Tocantins, donde tiene una hacienda de “entre 3.000 y 4.000 hectáreas”.

Pero se dedica, actualmente, más al predio de Floresta do Araguaia, un municipio de solo 18.000 habitantes, pero al que anticipa un futuro prometedor por la expansión de la soja.

La multiplicación del agua

Las barraginhas se diseminaron por todas las regiones de Brasil y en todo tipo de predios rurales, desde grandes haciendas a pequeñas fincas. Cordoval y la Embrapa participaron directamente en la construcción de unas 300.000, pero él estima que ya puede haber dos millones de esas micropresas en todo el país.

El primer proyecto, patrocinado por la Secretaría de Recursos Hídricos del gobierno federal a partir de 1997, tuvo como objetivo construir 960 unidades cerca de Sete Lagoas, recordó Cordoval durante una entrevista a IPS en su oficina en Embrapa en este municipio.Entre 2005 y 2008 se construyeron 3.600 en el estado nororiental de Piauí, en un proyecto impulsado por el entonces diputado Wellington Dias, luego gobernador del estado y ahora ministro de Desarrollo Social.

Desde el inicio la capacitación de propagadores fue una prioridad, un factor de la rápida diseminación. “Los resultados suelen convertir los beneficiados en mis ‘clones’, que incorporan el DNA de las barraginhas y las diseminan por pasión, sin pensar en el dinero”, sostuvo Cordoval.

En 2011, un grupo de 23 ingenieros de diferentes partes de África estuvo en Sete Lagoas conociendo la experiencia local con las micropresas.

Se trata de una tecnología social reconocida por varios premios nacionales que impulsa  otras que también tienen como fin producir agua o protegerla.

Es el caso de fosas sépticas y biodigestores que evitan la contaminación de la napa freática, pequeñas lagunas de múltiplo uso con el piso de lona impermeable para evitar pérdidas hídricas y un sistema de irrigación para agricultores familiares.

Una alternativa para terrenos de declive superior a 10%, límite aconsejable para las establecer barraginhas, es un foso lineal que sigue la curva de nivel y aguanta torrentes en pendientes de hasta 25%.

Las barraginhas y sus anexos son un factor de salud, al mejorar la disponibilidad de agua de buena calidad, lo que reduce gastos médicos y mejora el ingreso familiar. Además contienen la erosión, por ende la sedimentación de los cursos de agua, realzó Cordoval. Una variante de esa tecnología se construye en los bordes de las carreteras, justamente para evitar su deterioro a causa de la erosión.

Manantiales y pozos recuperados

Para João Roberto Moreira, alias Betinho, pequeño ganadero con un hato de unas 50 vacas de leche, el gran beneficio de las 11 barraginhas construidas en 1998 en el cerro de su hacienda fue intensificar y perennizar los manantiales que abastecen las tres familias que comparten el predio de 200 hectáreas.

“Fue una bendición. Antes las nacientes se secaban, el agua no escurría hasta las casas y fracasaron los intentos de bombearla”, recordó. “Ahora hay agua todo el año, nunca he visto tanta agua que nos llega por gravedad”, a través de cuatro mangueras desde arriba del cerro, detalló. Además sobra agua para tres lagunas, donde crían peces.

En Cáceres, un municipio de 90.000 habitantes en el centro-oeste de Brasil, Samuel Laudelino Silva, químico y profesor jubilado de la Universidad del Estado de Mato Grosso (Unemat), construyó 43 barraginhas de distintos tamaños y un kilómetro del foso en curva de nivel en su finca con creciente escasez hídrica.

Un pozo de 208 metros de profundidad, que no produjo agua incluso porque un derrumbe lo redujo a 135 metros, actualmente aporta 2.640 litros diarios, suficiente para las necesidades esenciales en la finca. Tiene agua a partir de 48 metros de profundidad.

“Los gobiernos deberían promover la instalación e gran escala de esa tecnología, incluso como forma de mitigar las sequías y los consecuentes incendios que están azotando el Pantanal, una gran área húmeda de la frontera de Brasil con Bolivia y Paraguay, en los últimos años”, defendió Silva a IPS en un diálogo por correo electrónico. Cáceres queda en la parte alta del Pantanal, dentro del estado de Mato Grosso.

 

 

La economía de América Latina y el Caribe está entrampada

Economía entrampada, por Gianfranco Castagnola | OPINION | EL COMERCIO PERÚ

La economía de América Latina y el Caribe se mantiene estancada en una trampa de bajo crecimiento, que este año será de apenas 1,8 por ciento, y afectada por una pobre dinámica de empleo y el cambio climático, indicó un estudio presentado la Cepal.

Esa trampa está “acompañada de un mal desempeño de la inversión y una baja productividad laboral, a lo que se suma el poco espacio interno para implementar políticas macroeconómicas de reactivación y  la incertidumbre global”, indica el “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024”.

Enfrentar esa trampa “requiere el fortalecimiento de las políticas de desarrollo productivo que sean complementadas con políticas macroeconómicas, laborales, y de adaptación y mitigación al cambio climático”, apunto al presentar el informe José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).

Según el reporte, presentado en esta capital chilena, en el transcurso de la última década los países de América Latina y el Caribe han exhibido un bajo crecimiento económico, con una tasa promedio de 0,9% en el período 2015-2024.Por ello, expone que “dinamizar el crecimiento” constituye una tarea primordial para que la región pueda responder a los desafíos ambientales, sociales y laborales a los que se enfrenta en la actualidad.

El estudio recorta a 1,8% el pronóstico de crecimiento económico, que estimaba de 2,4% en mayo, y ese lento crecimiento se observaría en todas las subregiones, con 1,5% en América del Sur, 2,2% en América Central y México, y 2,6% en el Caribe si se excluye Guyana.

Guyana es un caso especial debido al bum petrolero que experimenta esta década, por lo que se proyecta que su producto interno bruto (PIB) crezca 29,2% este año y 17,8% el próximo.

En toda la región se espera para 2025 un crecimiento de 2,3%, repunte que se explicaría, en particular, por el desempeño de América del Sur, que llegará a 2,4%.

En la subregión se espera este año un retroceso de 3,6% en el PIB de Argentina, aunque aumentaría cuatro por ciento el próximo, y un crecimiento de 2,3% en Brasil (2,1% en 2025), de 2,6% en Chile (y 2,3%), de 1,3 (y 2,6%) en Colombia, de 2,6 (y 2,5%) en Perú, de 1,8 (y 1,6%) en Ecuador, y 3,6 (y 2,6% en 2025) en Uruguay.

México debería crecer 1,9% este año y 1,4% en 2025, en una subregión en la que el mejor desempeño lo presenta República Dominicana (5,2% este año y 4,5% en 2025), seguida de Costa Rica (4,0% en 2024 y 3,8 el año próximo), cifras más modestas en el resto del istmo, y crecimiento negativo (-3,0 y -0,5%) en Haití.

El Caribe (excluida Guyana), con economías ampliamente ligadas a la actividad turística, muestra cifras bajas, con 2,6% de crecimiento estimado para este año y 2,3% para el próximo, en un arco que va desde Jamaica (1,8 y 1,7%) hasta la mejor situada Antigua y Barbuda (6,3 y 4,8%).

En su segunda parte, el informe analiza el impacto de la trampa de bajo crecimiento y el cambio climático en la dinámica del empleo.

Sus resultados indican que existe una estrecha relación entre el crecimiento y la creación de empleo a nivel agregado y sectorial, por lo que la desaceleración observada en la tasa de crecimiento de la economía se tradujo en la del número de ocupados en la última década.

Entre 2014 y 2023, el crecimiento promedio del número de ocupados de la región fue del 1,3%, un tercio del registrado en la década de 1970 (3,9%). Asimismo, se verificó una caída de la productividad laboral, que en 2024 se estima será inferior a la registrada en 1980. Por otro lado, el crecimiento de la ocupación se explica principalmente por el aumento del empleo informal, en particular de las mujeres.

Al igual que la dinámica del empleo total, la informalidad se concentra en los sectores de menor productividad, especialmente construcción, comercio, transporte, turismo y servicios, que en conjunto abarcan 74,4% de los ocupados informales.

Con respecto al impacto del cambio climático sobre el empleo, el informe muestra un escenario en el que, en la medida que no se realicen las inversiones en adaptación y mitigación, se podría provocar una pérdida de 43 millones de puestos de trabajo.

De esa cifra, 10% de la fuerza laboral en la región de aquí al año 2050, unos 15 millones de puestos de trabajo se perderían en los sectores agricultura y turismo.

 

 

Debilidades institucionales en México sobre China, ¿hacia una agenda bilateral?

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Enrique Dussel Peters *

Hemos detallado sobre la profunda y generalizada confrontación entre Estados Unidos y China desde 2022-23 (y las medidas estadunidenses bajo el “security-shoring”), diversas características actuales de la socioeconomía china (particularmente las peculiaridades de su sector público y su aspiración a un proceso de globalización con características propias y explícitamente alternativo al de Estado Unidos, imperante desde la segunda guerra mundial), así como la generalizada creciente presencia china en América Latina y el Caribe (ALC) y en México en prácticamente cualquier ámbito imaginable en el siglo XXI: del intercambio cultural y académico a significativas inversiones y ni hablar de la relevancia de China como segundo socio comercial de México desde 2003, además de masivos proyectos de infraestructura.

Al menos desde la primera década del siglo XXI, China publicó dos libros blancos en los que hace explícita su estrategia hacia ALC en docenas de rubros; el liderazgo de China en el Foro Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) China es notable desde su fundación en 2015, y particularmente a través de los diversos planes de trabajo/cooperación con cientos de propuestas. La región latinoamericana, por el momento, no ha sabido responder, ni estratégica ni puntualmente a estas sugerencias.

¿Y en México? Si bien México y China cuentan con cuatro valiosas instituciones bilaterales públicas (Comisión Binacional desde 2003), y tres Grupos de Alto Nivel desde hace más de una década (incluyendo el de Economía y de Inversión), las élites políticas y económicas en México no han invertido institucionalmente en México en su análisis y estudio sobre la República Popular China. Estas cuatro instituciones públicas bilaterales simplemente no cuentan con el apoyo, las presiones ni el interés de los sectores público, privado y académico, además de que no nos invitan (sic); simplemente no existen análisis ni propuestas que pudieran ser vertidas en estas instituciones: se reúnen mayormente sin monitoreo, evaluación, procesos de aprendizaje ni avances con respecto a sus primeros encuentros desde hace más de una década.

En México, en el sector público federal, no existen subsecretarías o direcciones especializadas en China y con una perspectiva a largo plazo. El Legislativo es un gran ausente en aspectos estratégicos con China. Al menos, sorprendente es la falta de conocimiento, dedicación y especialización en los principales partidos políticos, organismos empresariales y organizaciones no gubernamentales (ONG) sobre China. Los organismos empresariales especializados sectorialmente y otros que agrupan intereses multisectoriales no han logrado, hasta 2024, respuestas a solicitudes chinas de 2001 (sobre el reconocimiento de China como economía de mercado) y desde septiembre de 2021 (en torno a la propuesta de China de un Tratado de Libre Comercio con México y con otros 10 países vía el Tipat (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico), entre los aspectos más destacables.

Con mínimas excepciones es sorprendente la falta de análisis y respuesta de los organismos empresariales, algunos con cuantiosos recursos y personal, a los innumerables retos que China ha expuesto tan sólo en la última década. Por último, y con pocas excepciones, las universidades privadas y públicas tampoco han invertido suficientemente en docencia e investigación sobre China en México; en la última década incluso instituciones académicas que habían logrado cierta especialización en China la cancelaron por diversas razones.

Es decir, mientras las élites e instituciones en México no se comprometan e inviertan en organizaciones que investiguen sobre China a corto, mediano y largo plazos, México no logrará sobrellevar sus carencias básicas en torno a China y, peor aún, dependeremos de los think tanks de otros países y presiones continuas como las que estamos experimentando actualmente en México desde Estados Unidos vía el security-shoring.

Es imperativo en México iniciar con una perspectiva a largo plazo fortaleciendo a las instituciones señaladas en su análisis y propuestas con China: si no invertimos hoy al respecto, no contaremos con personal, diagnósticos y propuestas en el siguiente lustro. A corto plazo, adicionalmente, tendría muchísimo sentido que la nueva administración liderada por Claudia Sheinbaum Pardo se concentre en la profunda y multifacética relación de México con China, no sólo en el comercio e importaciones, y permitiendo una nueva relación triangular de México con Estados Unidos y China. Con certeza será un sendero complejo, particularmente ante los profundos y crecientes sentimientos antichinos en EU, y no se logrará sin objetivos estratégicos nacionales previos a un debate institucional al respecto. ¿Será?

* Profesor del Posgrado en Economía y Coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

 

 

Más de 17 millones de peruanos sufren hambre

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Alejandro Narváez Liceras *

El tema que nuevamente nos ocupa encoge el alma, estremece el corazón, pero al cual no podemos quedarnos ni indiferentes ni impasibles. Es el elefante en la habitación del que no quieren hablar o se habla apenas. Paradójicamente, en el mundo se producen cada vez más alimentos, sin embargo, millones de seres humanos se van a la cama con el estómago vacío. El gran escándalo del hambre, en palabras de Juan Pablo II, impide vivir dignamente a millones de hombres y mujeres que se levantan cada mañana sin saber si van a comer ese día.

Más concretamente, el último informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de julio 2024 (FAO, por sus siglas en inglés), revela que aproximadamente el 9% de la población mundial (733 millones de seres humanos) pasaron hambre en 2023. Obviamente, la situación no es la misma en todo el mundo. África tiene el mayor porcentaje de población que se enfrenta al hambre, con un 20,4%. En Asia es del 8,1%, en Oceanía del 7,3% y en América Latina 6,2%.

Pero, ¿qué es el hambre?

Hambre es una palabra que significa muchas cosas al mismo tiempo y ninguna buena. Es también las ganas de comer cada ciertas horas. En opinión de la FAO, el hambre “es cuando una persona no consume las calorías necesarias para sus necesidades fisiológicas, su actividad física y mental”. Una persona está en situación de hambre cuando no come lo suficiente para una vida plena y digna.

Según la Real Academia Española (RAE), “Hambre es la escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada”. Si se relaciona con el concepto de seguridad alimentaria, el hambre entendida así es más visible, más urgente. Afecta biológica y psicológicamente a la persona y a su descendencia. Desafortunadamente, este flagelo condena a millones de personas a vivir vidas peores, a depender de otros, a enfermarse, y finalmente morir por hambre.

La gran paradoja, es que el hambre no es sólo un problema de escasez de alimentos en el mundo, si es que alguna vez pudo haber sido. La FAO estima que a nivel mundial 1.300 millones de toneladas de alimentos acaban directamente en la basura cada año, lo cual representa un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano (véase el Índice de desperdicio de alimentos 2024). En dinero esto representa aproximadamente 700 mil millones de dólares en los países desarrollados y 320 mil millones en los países en desarrollo. En América Latina se desperdicia el 34% de los alimentos disponibles, lo que equivale a 130 millones de toneladas por año. Con el agravante, cuando la comida se tira a la basura, de que el proceso de gestión de estos residuos tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Se estima que esta gestión es responsable del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Secuelas del hambre

Está demostrado que el hambre produce una serie de secuelas, muchas de ellas irreparables. La desnutrición durante los dos primeros años de vida lastra el desarrollo físico y cognitivo del niño, hipotecando su futuro y, por extensión, el de su comunidad y su país. Disminuye su capacidad física y produce un grave déficit en su aprendizaje. Los que sufren desnutrición tienen su desarrollo truncado.

El hambre no permite concentrarse, dificulta la retención de conocimientos, debilita la memoria. Y esa dificultad para estudiar lastrará su futuro, recortando su capacidad para ganarse la vida. Es el círculo perverso de la exclusión social, la pobreza y el hambre, que no solo encadenan a quienes la sufren, sino también a las siguientes generaciones. Como bien dice el escritor argentino Martin Caparrós (2015) “el hambre es inhumano porque le quita al hombre lo que es más suyo. Lo que le hace realmente humano. El hambre deshumaniza al hombre cuando, además de su salud, su crecimiento o su potencial desarrollo, le arrebata sus sueños”.

Las peores cifras del hambre en el Perú

El hambre en el Perú está en su punto más alto, como jamás se había visto antes. Es el país que encabeza el ranking de inseguridad alimentarita de América del Sur. El informe anual de la FAO 2024, revela que el 51,7% de la población, es decir, 17,6 millones peruanos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave (2022: 16,6 millones). Una persona está en situación de inseguridad alimentarita moderada cuando no tiene dinero para llevar una dieta saludable, no sabe si va a comer durante el día o se queda sin comer ocasionalmente. En cambio, la inseguridad alimentaria grave o
crónica, se refiere cuando una persona no consume sus alimentos durante un día o más tiempo. Estas cifras son particularmente dramáticas en las áreas rurales que alcanza al 64,1% de peruanos y en las zonas urbanas llega al 46,8%.

Se estima que el 20% de la población peruana (alrededor de 6 millones) están crónicamente desnutridos, es decir, en situación de inseguridad alimentara grave. Es una situación que tiene consecuencias graves en términos de desnutrición y anemia, especialmente entre los grupos más vulnerables (niños y adultos mayores). Si comparamos estos datos con las cifras de pobreza y pobreza extrema, vemos que hay una correlación. La pobreza monetaria aumento de 27,5% en 2022 a 29% en 2023.

Por último, uno de los indicadores de la seguridad alimentaria más alarmantes es el aumento de la anemia en los niños. Según las últimas cifras de la Encuesta Demográfica de Salud Familiar (ENDES), en el Perú aumentó su porcentaje en el 2023 a 43.1%, lo que significa que 4 de cada 10 niños y niñas menores de 3 años padecen esta terrible enfermedad.

Las causantes del hambre

Quizás podríamos encontrar las respuestas en dos frentes. En el frente interno: las elevadas tasas de pobreza monetaria y la creciente y extrema desigualdad de ingresos. El análisis de Latinometrics, basado en el informe sobre desigualdad global 2022 del World Inequality Lab, nos advertía que el Perú era el cuarto país con más desigualdad en el mundo. También están otros factores no menos importantes que causan el hambre. Por citar algunos: el cambio climático, la recesión económica, la permanente crisis política y social, la corrupción que sustrae millones de soles anuales del presupuesto público, etc. No obstante, la ausencia de un Gobierno con sentido de país y de un Estado capaz de garantizar los mínimos derechos a sus ciudadanos es la causa fundamental de las abultadas cifras de hambre que exhibe el Perú. Las causas en el frente externo: el control de los alimentos básicos que está en manos de monopolios y de pocos países. La seguridad alimentaria mundial no está diversificada. Y lo peor de todo esto es que no se trata de un problema nuevo. Ya lo era en 2008 (en la última crisis financiera global). Y lo sigue siendo ahora. Menos de 10 países controlan cerca del 86% de las exportaciones de trigo,
el 85% del maíz, el 78% del arroz y cerca del 87% de la soja. También es preocupante la distribución de las reservas de estos alimentos. Solo cinco países tienen las tres cuartas partes de todas ellas. China y Estados Unidos concentran el 82% de las reservas de maíz en el mundo. Las sanciones impuestas a países productores de alimentos y fertilizantes, también son causantes de la crisis alimentarita.

Consideraciones finales

Estamos ante una crisis alimentaria en toda regla. Las cifras pueden seguir aumentado. Las condiciones están dadas: un país sin norte económico, crisis política permanente, corrupción generalizada, crisis de confianza, falta de políticas de Estado dirigidas a combatir realmente las causas del hambre. Los problemas estructurales (desempleo, pobreza, desigualdad, hambre, etc.) en el Perú son consecuencias de decisiones de política económica y política social equivocadas tomadas por quienes gobiernan el país desde tiempos atrás. En otras palabras, es el efecto de un modelo económico de más mercado y menos Estado, del dejar hacer y dejar pasar (Laissez faire), que sigue vigente a pesar de su evidente fracaso.

El hambre en el Perú es un problema de primera magnitud. Mitigar al menos en parte, pasa por poner en marcha medidas sencillas pero efectivas, como por ejemplo: a) Proteger a las familias en situación de pobreza y pobreza extrema y apoyar a la agricultura familiar; b) Tomar medidas audaces de mitigación y adaptación al cambio climático; c) Adoptar medidas que aseguren el buen funcionamiento de los mercados de alimentos de productos básicos y sus derivados; d) Promover la educación alimentaria y nutricional en todos los niveles educativos; e) Invertir en infraestructura rural, en la investigación, el
desarrollo y la innovación agrícola; y f) Perfeccionar el marco jurídico que fije políticas y estrategias que garanticen el derecho a la alimentación, la seguridad alimentaria y nutricional de todos, etc.

Todos exigimos paz y seguridad en el país. Pero, ¿cómo puede haber paz y seguridad en una nación donde más de la mitad de sus habitantes pasan hambre? Creo que no entendemos lo que realmente nos ocurre.

* Doctor en Ciencias Económicas y profesor principal de Economía Financiera en UNMSM y director del Instituto Internacional de Economía y Empresa

 

 

Panorama Internacional

 

1- La situación laboral en EU desacelera las remesas a México

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Julio Gutiérrez 

Una menor generación de empleos o la pérdida de puestos entre los connacionales que radican en Estados Unidos ha provocado que al cierre del primer semestre del año el flujo de remesas a nuestro país muestre síntomas de desaceleración, dio a conocer Citibanamex.

De acuerdo con un análisis de la institución financiera, las remesas a México moderaron su dinamismo durante el primer semestre de 2024, y si bien se mantienen en niveles históricos al acumular 31 mil 343 millones de dólares de enero a junio, en términos de crecimiento anual se observó menor impulso.

En el mismo periodo de 2022 crecían a un ritmo de 13,4 por ciento; en 2023, a 9,4 por ciento, y en el primer semestre de este 2024, la tasa de crecimiento fue de 3,6 por ciento, precisó Citibanamex.

“Cifras de remesas al primer semestre de 2024 apuntan a una desaceleración generalizada de estos recursos hacia México… La menor generación de puestos de trabajo, además del incipiente aumento del desempleo en Estados Unidos, serían algunos de los factores que explicarían la desaceleración de las remesas”, publicó el banco.

Según el análisis, elaborado por Guillermina Rodríguez, el bajo crecimiento del primer semestre de 2024 se acentúa si se toma en cuenta el incremento de la inflación, tanto en Estados Unidos como en México, así como la volatilidad del tipo de cambio, que son indicadores que determinan el poder adquisitivo de las remesas.

“En dólares reales –ajustadas por la inflación de Estados Unidos–, las remesas crecieron sólo 0,4 por ciento anual durante la primera mitad de 2024, desde un 4,4 por ciento para el mismo periodo de 2023. En pesos reales –ajuste por la inflación de México y tipo de cambio–, las remesas cayeron 6,2 por ciento en la primera mitad del año”.

Señaló que las remesas procedentes de California, Texas y Arizona son menores a las cifras observadas en años anteriores, pues aun cuando California se mantiene como el principal punto de origen de este flujo de recursos hacia México, su participación cayó de 36 por ciento del total en el primer semestre de 2023 a 33,4 por ciento este año.

En los primeros seis meses de 2024, las remesas desde California sumaron 10 mil 85 millones de dólares, 3,8 por ciento menos que en el mismo periodo de 2023. Asimismo, la participación de Texas en las remesas a México pasó de 16,4 por ciento del total en el primer semestre de 2023 a 14,3 por ciento en el mismo lapso de 2024. En Arizona, el tercer estado con mayores envíos, la proporción pasó de 4 a 2,1 por ciento, detalló.

En este sentido, precisó que el aumento del desempleo en algunos estados incide en el envío de remesas, pues en junio California alcanzó una tasa de desempleo de 5,2 por ciento, la tercera mayor en Estados Unidos; en Texas el indicador fue de 4 por ciento, y solamente hubo una disminución en la tasa de desempleo en Arizona.

Citibanamex enfatizó que el número de trabajadores mexicanos en Estados Unidos pasó en los últimos meses de 18,5 millones a 18,2 millones en julio.

“Estas condiciones se exacerbarían durante los próximos meses ante un menor crecimiento económico en Estados Unidos… Para México, prevemos un crecimiento de las remesas en dólares nominales de 4,1 por ciento en 2024, con volatilidad en algunos meses debido a fluctuaciones del tipo de cambio, en un entorno de incertidumbre financiera global, acentuada por las elecciones presidenciales en Estados Unidos”, agregó.

 

 

 

2. Colombia prohibirá exportaciones de carbón a Israel

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El Gobierno de Colombia prohibirá a partir del jueves las exportaciones de carbón a Israel como medida de respuesta al genocidio en Gaza en concordancia con la defensa de los Derechos Humanos recogida por la Constitución del país.

«El artículo 95 de la Constitución Política establece que la calidad de colombiano implica (…) obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas», señala el decreto del Gobierno presidido por Gustavo Petro, con fecha del 14 de agosto, y recogido por Caracol Radio.

El decreto menciona además explícitamente las medidas provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia en el caso de la Aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza, que reconocen «la gravedad de la situación humanitaria que se ha desencadenado en Palestina con ocasión de la operación militar llevada a cabo por Israel después del 7 de octubre de 2023».

Por ello, a partir del día 22 de agosto, quedarán prohibidas «las exportaciones al Estado de Israel de las Hullas térmicas (Carbón)», excepción hecha de las ya aprobadas antes de la entrada en vigor del decreto, firmado por el ministro de Exteriores, Luis Gilberto Murillo y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González.

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