Argentina: las importaciones desde China crecieron casi 80%
El primer semestre arrojó un superávit comercial de 2.788 millones de dólares, una caída sustancial del orden del 74% frente a los10.742 millones de saldo positivo que se registró en el mismo periodo del año pasado. La reducción del excedente en la balanza de intercambio de bienes se debió a que las exportaciones crecieron apenas un 4% frente a las importaciones que incrementaron un 34%.
Así, la apertura impulsada por el Gobierno y el atraso cambiario llevó a una reducción de casi 8.000 millones de dólares en el comercio exterior.
Ahora bien, ¿hacia dónde se fueron los dólares? De acuerdo con Unexar, consultora en comercio exterior, lo siguientes rubros mostraron lo aumentos más significativos, por arriba del 100%: Computadoras y Teléfonos (+104%), Alimentos y Bebidas (+152%), Partes para Computadoras y Teléfonos (+188%), Artículos de Consumo Duraderos (+203%) y, Vehículos (+133%). “Sólo en estos rubros se importaron USD 3.275 millones más que el primer semestre de 2024, casi ninguno destinado a la producción”, comentó a PERFIL Jorge Berciano, titular de la consultora. El total de las importaciones implicaron USD 9.572 millones más que el año pasado.
Si bien Brasil es el principal proveedor del país, con un monto que asciende a USD 9.306 millones, los productos del país vecino aumentaron un 49,9%, frente al crecimiento del 79,4% de las importaciones chinas y que registraron en el acumulado de los primeros seis meses del año, unos USD 8.297 millones. Estos dos países sumados explicaron un déficit comercial de USD 8.526 millones, y el superávit en lo que va del año fue de USD 7.954 millones menos que en el mismo periodo de 2024.
Este aluvión proveniente del país asiático cuenta con una explicación adicional. “Empieza a darse un fenómeno, muchas de las colocaciones que China pensaba colocar en el mercado norteamericano, que sigue siendo el principal mercado de consumo mundial, están buscando otras latitudes y nosotros somos una de ellas”, señaló a este medio Miguel Ponce, analista en comercio exterior. El especialista se refirió también acerca de los beneficios otorgados por China: “No necesitás visa para ir si estás menos de 30 días; si vas para participar en ferias, te ayudan de todas las maneras posibles, porque están vendiendo como nunca. Nunca ha habido tantos argentinos en las ferias chinas”, agregó.
Por su parte, Marcelo Elizondo, consultor en negocios internacionales, añadió en diálogo con PERFIL: “Influye que la Argentina está cara, pero si vos mirás las importaciones, los tres principales componentes son insumos, que son bienes intermedios para la producción; son bienes de capital, máquinas y piezas; partes y accesorios para armado y reposición de máquinas. Por lo tanto, hay mucho de la importación que se está trayendo que es para recomponer capacidad productiva. A su vez, crecen mucho las importaciones de bienes de consumo también, y en esto está influyendo la apertura del Gobierno, que son bienes que ingresan con precios muy competitivos en la Argentina”.
Las razones detrás del aumento de las importaciones
“Las importaciones son el resultado del atraso cambiario y arroja un enorme interrogante por la precariedad de la situación”, explicó a este medio Fernando García Martínez, asesor en comercio exterior. A su vez, los analistas agregan en la ecuación como factor clave la apertura económica llevada a cabo por el Gobierno actual.
Por su parte, Elizondo añadió otro factor frente al aluvión de importaciones que se observaron en lo que va del año. “Hay una reacción ante una previa represión de importaciones. La Argentina tiene muchos años de importaciones por debajo de lo necesario. El año pasado hubo poca importación porque había habido una alta devaluación, porque había recesión, porque en la primera parte del año hubo diferimiento de pagos. Lo que está ocurriendo ahora es que se está normalizando después de aquella represión, regularizándose, por eso crecen más de 30%”, expresó.
A pesar del boom importador que se observó, el especialista señaló que el año pasado la Argentina fue uno de los 10 países con menor nivel de importación del mundo, por lo cual el país aún cuenta con margen de recuperación de capacidad importadora. “El problema es cuando las importaciones crecen más de 30%, pero las exportaciones crecen 4%, entonces refleja que hay un problema de competitividad y de necesidad de recuperar capacidad exportadora. Lo normal es que el nivel de importaciones sea de más de 20% del PBI, y hasta el año pasado tenías alrededor del 15% y desde ese margen hay que entender el aumento de las importaciones”, concluyó Elizondo.
Pobreza en Chile: lo que los números no estaban contando
Gonzalo Durán
Según las cifras oficiales vigentes, la pobreza en personas de 60 años o más alcanza apenas un 3,1%. ¿Tiene sentido ese número en un país donde la mitad de las pensiones totales no superan los $267 mil para quienes reciben su pensión de vejez?
A comienzos de julio, la Comisión Asesora Presidencial para la Medición de la Pobreza entregó su informe de recomendaciones al Presidente Gabriel Boric. De ser acogidas, estas propuestas implicarían una verdadera reconfiguración del panorama social del país: la estimación oficial de pobreza para el año 2022 no sería del 6,5%, sino al menos del 22,3%.
En otras palabras, el cambio sería del orden de 3,5 veces. Una cifra que, aunque impactante, resulta mucho más coherente con el Chile real. Porque con una tasa de 6,5%, el país se presentaba ante el mundo como si tuviera menos pobreza que Canadá, una comparación difícil de sostener a la luz de las condiciones materiales de vida de millones de familias trabajadoras.
Entre las recomendaciones está la eliminación del llamado “alquiler imputado” y la introducción de dos líneas diferenciadas de pobreza: una para propietarios y otra para arrendatarios. El alquiler imputado es un ingreso ficticio que se agrega al ingreso monetario de los hogares que son propietarios de una vivienda, la están pagando, o viven en condiciones de cesión o usufructo. La lógica detrás de este ajuste, utilizada en varios países de América Latina y el Caribe, es hacer una comparación más equitativa entre quienes pagan arriendo y quienes no. Para eso, se les pregunta a los propietarios cuánto costaría arrendar una vivienda similar en su barrio, y ese valor se suma a su ingreso.
Pero lo que en principio podría parecer un tecnicismo metodológico, hoy opera más bien como una distorsión que subestima sistemáticamente la pobreza. La propia Comisión reveló un dato tan insólito como alarmante: 24 mil hogares con ingresos monetarios reales iguales a cero no son clasificados como pobres. ¿La razón? El llamado “alquiler imputado”, una ficción estadística que asigna valor a la vivienda que habitan, aunque no genera ingreso alguno. Es decir, para el sistema, estas familias no tienen un solo peso para comprar un pan, pero no califican como pobres porque, en teoría, “viven en algo que vale”. En la práctica, tendrían que comerse su casa.
Una de las consecuencias más llamativas de esta práctica es lo que ocurre con la población mayor. Según las cifras oficiales vigentes, la pobreza en personas de 60 años o más alcanza apenas un 3,1%. ¿Tiene sentido ese número en un país donde la mitad de las pensiones totales no superan los $267 mil para quienes reciben su pensión de vejez? (dato oficial para el mismo período del cálculo de la pobreza).
Lo más probable es que esta baja tasa se deba precisamente al efecto del alquiler imputado, ya que las personas mayores tienen una probabilidad más alta de haber accedido a una vivienda propia, lo que eleva ficticiamente su ingreso medido.
Con las nuevas recomendaciones, la pobreza en este grupo etario subiría a un 18,1%, es decir, se sextuplicaría. Un cambio aún más dramático que el del promedio nacional. Y lo que es más preocupante: esta nueva estimación ya considera el efecto de la Pensión Garantizada Universal (PGU), que ha funcionado como un verdadero respirador artificial para el colapsado sistema de pensiones basado en la capitalización individual.
Basta mirar un dato revelador: si se consideran únicamente las pensiones autofinanciadas, la mitad de quienes acceden a su jubilación de vejez reciben menos de $190 mil mensuales. Es más, si nos centramos exclusivamente en las nuevas personas que se pensionan, la mitad percibe menos de $91 mil mensuales.
Si se excluyen las ayudas estatales y se calcula la pobreza solo a partir de ingresos laborales y pensiones contributivas, entonces la tasa de pobreza entre las personas mayores de 60 años se acercaría al 40%. Esta cifra revela con crudeza la magnitud del fracaso del sistema previsional chileno y deja en evidencia que la supuesta “baja pobreza” era en realidad el resultado de una metodología que invisibilizaba el deterioro social.
En definitiva, este informe de la Comisión no solo propone cambios técnicos. Lo que hace es poner sobre la mesa una verdad incómoda: Chile no tiene poca pobreza; Chile tiene una mala forma de medirla.
México alcanzará la autosuficiencia de maíz blanco en 2025
Con más de 20 millones de toneladas producidas en el país, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó ayer que México alcanzará la autosuficiencia de maíz blanco este 2025, en un contexto de alta producción tanto a nivel nacional como internacional. El país garantizará el abastecimjiento nacional de maíz blanco en 2025 gracias a una alta producción interna y condiciones favorables del mercado, sostuvo la Secretaría de Agricultura
La dependencia precisó que en Sinaloa se estima una producción de 2.2 millones de toneladas, al reportarse un avance de 85 por ciento en la cosecha de las 214 mil 750 hectáreas sembradas en la entidad, con un rendimiento promedio de 10.28 toneladas por hectárea. En Sinaloa, uno de los principales estados productores del país, se ha cosechado el 85% de las 214 mil 750 hectáreas sembradas, con un rendimiento promedio de 10.28 toneladas por hectárea, según la Oficina de Representación Federal de Agricultura en la entidad.
Señaló que las proyecciones iniciales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias eran de 10.5 toneladas por hectárea para el estado.A esta cifra, se sumarían las 18.5 millones de toneladas producidas durante el ciclo primavera-verano 2024 en el resto del país. Con ello, indicó que se estima una disponibilidad nacional superior a 20 millones de toneladas de maíz blanco, lo cual asegura el abasto del grano básico para el consumo interno.
A nivel internacional, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) estima una producción global de 1,265.9 millones de toneladas de maíz para el ciclo 2025/2026, un incremento de 3.9% frente al ciclo anterior.Estados Unidos lidera con 401.8 millones de toneladas, seguido de Brasil con 131 millones y Argentina con 53 millones.
El biogás, una solución a la contaminación avícola en El Salvador
Edgardo Ayala-IPS
Aunque incipiente y con escasos jugadores, el sector avícola en El Salvador va dando pequeños pasos hacia la producción ambientalmente sostenible, al usar sus desechos biológicos para generar biogás y, con ello, electricidad, en una ecuación que beneficia al entorno natural, a las comunidades y las propias granjas. El Granjero es la segunda mayor compañía productora de huevos en el país, con más de un millón de gallinas distribuidas en sus ocho granjas, y tras una inversión de 2,5 millones de dólares, creó la subsidiaria Renig para construir en 2017 una planta de biogás.
Un año después empezó a procesar 200 000 toneladas anuales del estiércol de las gallinas y otros desechos orgánicos.Ese excremento es la materia prima para producir biogás, el combustible para generar electricidad, que luego la empresa inyecta a la red eléctrica nacional. “Pensé que los biodigestores eran los más adecuados porque uno resolvía el problema medioambiental, eso de inmediato, pero también había por lo menos una posibilidad de ser rentable”, señaló Bernhard Waase.
“Allá por 2010 o 2012, discutimos sobre qué hacer con todo el estiércol de las gallinas, porque la forma que la manejaban, los avicultores del país y yo diría en el mundo entero, es que se tiraba al aire libre”, dijo a IPS Bernhard Waase, director de Renig, localizada en La Labor, dentro del distrito de Jayaque, en suroccidental departamento de La Libertad. En ese asentamiento rural se localizan al menos cinco de las ocho granjas de El Granjero, que se dedica exclusivamente a la producción de huevos.
Una solución ambientalmente amigable
La contaminación ambiental generada por el sector avícola ha sido el foco de tensiones entre comunidades rurales que han vivido cerca de los perímetros de las granjas que llegaron a instalarse a sus territorios, o que crecieron en los alrededores cuando las empresas ya estaban ahí, como fue el caso de El Granjero, fundada en 1968.
“Cuando la empresa se estableció, no había ni una casa cerca, era totalmente despoblado”, señaló Waase, mientras bebía un café expreso, antes de mostrar a IPS las instalaciones de la planta. Pero de todos modos estaba el asunto de la contaminación del entorno. “Pensé que los biodigestores eran los más adecuados porque uno resolvía el problema medioambiental, eso de inmediato, pero también había por lo menos una posibilidad de ser rentable”, comentó Waase, en referencia a la posibilidad de generar energía eléctrica.
El sector avícola del país produce anualmente unos 1200 millones de huevos y 342 millones de libras de carne de pollo, según cifras de la Asociación de Avicultores de El Salvador. Pero, pese a ser clave en la generación de alimento para el país, su peso en el producto interno bruto (PIB) es bajo, apenas 0,79 %, aunque dentro del PIB agropecuario aporta 16 %.
En el sector avícola son pocas las empresas que han optado por invertir para dar una solución ambiental al problema de los desechos biológicos. Una que sí lo ha hecho es el Grupo Campestre, uno de los mayores productores de pollos, que invirtió siete millones de dólares para montar su planta de biogás y procesar las 40 000 toneladas de desechos biológicos que generan anualmente sus granjas, la planta de procesamiento y los restaurantes de pollo frito que el consorcio posee en todo el país.
La producción de biogás a nivel nacional es ínfima, en comparación con los otros segmentos de las energías renovables, y de hecho la porción es tan pequeña que no aparece en la matriz energética nacional, en la que predominan la hidroeléctrica, con 33,7 %, la geotérmica, con 23 % y el gas natural, con 16 %. Mientras, la fotovoltaica alcanza 8,5 % y la eólica apenas representa 2,1 %.
En los últimos años ha habido un notable interés en El Salvador, de seis millones de habitantes, para incentivar la producción de energías limpias, renovables, las que representan ya 70 % de la matriz energética del país, según cifras oficiales.
El ejecutivo de Renig sostuvo que producir electricidad a partir del biogás resulta costoso y complejo, pues no se trata solo de invertir en las instalaciones y en el personal, sino que el proceso en sí es complicadísimo. “Es caro por el equipo y por la operación de producir. No es como la solar, eso es juego de niños: tenés el terreno, ponés los paneles, hacés las conexiones que cualquier estudiante de la universidad lo hace, y ya”, afirmó Waase.
La complejidad de producir biogás también se debe a que se está lidiando con bacterias, que son seres vivos que pueden comportarse diferente y afectar la producción del gas, explicó Melissa Ruiz, responsable del digestor y de los procesos secundarios.A veces las bacterias se enferman, comentó, y hay que cuidarlas con dedicación.
“El digestor funciona como nuestro estómago y las bacterias son muy sensibles a los elementos que nosotros les damos, como pasa con nosotros: si de repente comemos mucha carne, o una dieta desbalanceada nuestro estómago se resiente, y andamos decaídos o nos enfermamos, pues lo mismo pasa con el digestor”, afirmó Ruiz a IPS.
Una planta ecológica
Una vez que El Granjero decidió apostarle a la producción de biogás, por medio de su subsidiaria, comenzó a trabajar en los detalles técnicos, operativos y financieros de lo que sería la planta Renig, donde se levantaría un biodigestor de 92 metros de largo, 17 de ancho y cinco de profundidad, con una capacidad de 5,300 metros cúbicos de volumen.
El biodigestor es la estrella de cualquier planta de biogás. Adentro, las bacterias se encargan de descomponer los desechos biológicos de las granjas, para el caso de El Granjero, del estiércol de las gallinas.Ese proceso de descomposición genera gases, entre ellos el metano, que se convierten en el combustible para mover los dos motores de la planta, con una capacidad para generar 425 kilovatios.De no ser usados en la producción de electricidad, esos gases subirían a la atmosfera y se convertirían en parte del problema del calentamiento global.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el metano es un poderoso gas de efecto invernadero y su capacidad de calentamiento es 80 veces más potente que la del dióxido de carbono.Ese gas es también el principal contribuyente a la formación de ozono a nivel del suelo, un contaminante atmosférico peligroso, cuya exposición causa en el mundo 1 millón de muertes prematuras cada año.
El biodigestor de la planta Renig comenzó a producir biogás en 2018, pero a generar electricidad solo lo hizo en 2021 debido a que fue ese año cuando participó en una licitación gubernamental para producción de energías renovables.De modo que el biogás producido en ese periodo que no se generó energía tuvo que ser “quemado” para evitar que los gases subieran a la atmósfera, por medio de una antorcha de combustión, que la compañía tuvo que adquirir por 40 000 dólares.
“Esta antorcha básicamente quemó todo el biogás, y pensé: estoy quemando pisto (dinero), literalmente. Desde febrero del 2021 esta antorcha no se ha encendido, porque estoy generando energía”, sostuvo Waase.
El negocio va lento, pero seguro
Dos años antes, en 2019, Renig ganó el contrato de la licitación para inyectar 0,85 megavatios a la red nacional, una cantidad modesta, pero importante considerando que ha sido el punto de partidaComo referencia, la planta de biogás Nejapa, construida en 2011 y operada por AES El Salvador, a un costo de 58 millones de dólares, posee una capacidad instalada de seis megavatios.
Waase sostuvo que, en términos medioambientales, la planta ha cumplido con el objetivo primordial, el de evitar la contaminación, y eso es ya motivo de celebración y orgullo, ya que pocas empresas grandes del sector avícola han dado ese paso, y específicamente del rubro huevos, El Granjero es la única que tomó la decisión de hacer esa inversión.
No obstante, en términos financieros, las expectativas no se han cumplido del todo.“Desde el punto de vista ambiental ha sido un éxito total, pero financieramente hablando es mucho más complicado. No hemos perdido ni un año, pero no estamos ni cerca de lo que nos habíamos planteado en cuanto al retorno”, aseguró.
Perú firmará cuatro adendas en proyectos de infraestructura
En el marco de la promoción de inversión privada, el Ejecutivo prevé suscribir en 2025 adendas en obras de transporte, salud y energía, incluyendo la ampliación del puerto de Matarani y la continuidad del trasvase Olmos.
El gobierno de la presidenta Dina Boluarte anunció que durante el año 2025 se suscribirán cuatro adendas, que calificó de estratégicas a proyectos de infraestructura en los sectores de transporte, gas natural y salud, con una inversión estimada de US$2,500 millones. Según dijo, estas adendas se enmarcan en la estrategia de movilización de capital privado mediante Asociaciones Público-Privadas (APP), con el objetivo de cerrar brechas en infraestructura y dinamizar economías regionales.
Uno de los proyectos destacados es la adenda del Terminal Portuario de Matarani, cuya última etapa se firmará en el tercer trimestre de 2025. La inversión comprometida supera los US$700 millones y busca mejorar la competitividad logística del sur del país.
Asimismo, se anunció la intervención en el proyecto Olmos, a través de un trabajo coordinado entre el Gobierno Regional de Lambayeque, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, y el Ministerio de Economía y Finanzas. El objetivo es asegurar la continuidad operativa del trasvase Olmos, cuya concesión vence en septiembre de este año, mediante el fortalecimiento institucional del Proyecto Especial Olmos Tinajones.
Estos anuncios se suman a los avances en la adjudicación de inversiones bajo la modalidad APP. Según cifras del Ejecutivo, desde el inicio del actual gobierno se han adjudicado proyectos por más de US$19,000 millones, en sectores como energía, transporte, telecomunicaciones, salud y saneamiento. Solo en 2024, se adjudicarán 30 proyectos por un monto superior a los US$8,200 millones.
Entre los más recientes se encuentra el proyecto Longitudinal de la Sierra Tramo 4, adjudicado por US$1,582 millones. Esta iniciativa comprende la construcción, mejora y mantenimiento de 965 kilómetros de vía durante 25 años, beneficiando directamente a más de 1,6 millones de personas en Junín, Huancavelica, Ica, Ayacucho y Apurímac.
De cara a los próximos años, el gobierno proyectó adjudicar 48 proyectos por más de US$9,100 millones en 2026, y dejar al menos 10 proyectos para 2027, que movilizarían inversiones adicionales por más de US$10,200 millones.
Por otro lado, indicó que el mecanismo de Obras por Impuestos también ha registrado un crecimiento sostenido. Desde 2023, se han alcanzado compromisos de inversión por más de S/ 6,270 millones, en beneficio de más de nueve millones de ciudadanos, principalmente en Áncash, Ica y Arequipa. Para 2025, se prevé una cartera potencial de 128 inversiones por más de S/2,600 millones.
Uruguay: Exportación de ganado en pie y valor agregado
El reciente debate en torno a las exportaciones de ganado en pie nos remite al concepto de valor agregado, muy útil cuando se habla de cambios estructurales y desarrollo económico. El valor agregado es la expresión más certera cuando hablamos de creación de riqueza, porque significa justamente eso, un nuevo valor creado en la producción de bienes y servicios a partir de la transformación de materias primas e insumos.
El ganado en pie es justamente un insumo a transformar, pero que exportado, generará en otro lugar un valor que implica empleo y salarios, recaudación de impuestos y beneficios para los empresarios dueños del medio de producción (en este caso, los frigoríficos en el país de destino).
A su vez, la relación entre el valor agregado y el valor total producido es un indicador de la eficiencia productiva de una economía. Una proporción alta indicaría que se está generando un valor importante con los recursos utilizados, mientras que un valor bajo puede sugerir ineficiencias o una alta dependencia de insumos externos.
El valor agregado también nos ayuda a observar la contribución de cada sector a la economía y cómo se distribuye dicho valor creado en cada uno de ellos.En lo que va del siglo XXI, el valor agregado en Uruguay ha significado en promedio un 51% del valor total de bienes y servicios. El 49% restante es el valor de los insumos y materias primas utilizados y transformados por el trabajo humano en el proceso productivo.
En una comparación regional, Argentina en el mismo período generó un valor agregado promedio anual de 50%, y Brasil 49%. Uruguay ha generado un mayor valor agregado con relación a los insumos utilizados, pero a nivel sectorial tiene el menor aporte de los sectores primario e industria -8% y 20% respectivamente- y el mayor en el sector de los servicios (72%).
En la gráfica que adjuntamos, podemos ver la evolución del valor agregado como porcentaje del valor de la producción desde 1998, año de comienzo del ciclo económico que estamos atravesando. En dicho período la tendencia es decreciente, de tal forma que el ciclo se va cerrando sobre una participación del valor agregado similar al registrado 15 años atrás.
Es muy visible como la recuperación de la larga crisis iniciada en 1999, y que explotó en 2002, culminada en 2006-07, se dio sobre la base de la producción de bienes y servicios de menor valor agregado. Ese tipo de crecimiento se prolongó para superar los embates de la crisis financiera 2008-2009. Esto coincide con la incidencia del sector agroexportador como el factor más dinámico de ese proceso de crecimiento.
De allí en adelante la industria (manufacturera y de la construcción) y luego los sectores de mayor inversión y aplicación tecnológica (energía, telecomunicaciones, pasta de celulosa), de mayor valor agregado, fueron los sectores que lideraron el crecimiento. En la ganadería y en la agricultura hubo importantes inversiones y aportes de tecnología (maquinaria agrícola, trazabilidad, bio-tecnología, transgénicos) que influyeron sobre la productividad del sector primario.
Pero el crecimiento económico se estancó a partir de 2017, y la situación se agravó con el desembarco de la crisis sanitaria Covid19, y nuevamente la recuperación vino de la mano con el impulso a las actividades agropecuarias tradicionales y de menor valor agregado. De esta manera no ha sido posible construir una ruta sostenible de desarrollo económico y de cambio estructural con rumbo a una matriz productiva diversificada y de alto valor agregado, lo que redundaría en más empleos con mejores remuneraciones.
Una situación diferente se da al interior de cada sector de actividad.
Por ejemplo, en el sector primario, fundamentalmente agropecuario, si bien solamente aporta un 8% al valor agregado por todas las actividades económicas del país, en su interna el nuevo valor creado representa un 45% del valor total producido, sin duda una consecuencia de la fertilidad de nuestros suelos así como de su potenciación a través de la genética, los agroquímicos, la trazabilidad etc. que hacen el proceso de producción cada vez más intensivo en capital.
Pero no deja de estar al principio de la cadena, y las actividades que le siguen continuarán acrecentando el valor de los productos agropecuarios, ahora insumos de procesos productivos y de servicios diversos. Algo que no sucede cuando se exporta ganado en pie.
El caso de la industria manufacturera es diferente. Aporta un 12% al valor agregado nacional, pero en su proceso interno genera un valor agregado del 32% sobre el valor total que produce, muy menor al caso agropecuario. Sin duda los volúmenes que maneja son mayores, no depende solamente de los insumos agropecuarios, y el nivel de inversión y de empleos requeridos son también sensiblemente mayores.
Pero están un eslabón por encima en la cadena de valor, por lo que los montos monetarios manejados son sensiblemente mayores que en el caso agropecuario, y ello significa un volumen de beneficios, masa salarial e impuestos superiores. La masa salarial del sector agropecuario es 42% de la que distribuye la industria manufacturera, y los beneficios el 68%.
Esto nos introduce a la cuestión distributiva. Como podemos observar en el cuadro adjunto al final de este artículo[i], en el sector agropecuario el valor agregado, que luego se traduce en los ingresos del sector, asciende al 46% del valor de la producción total, el cual incluye el costo de las materias primas e insumos iniciales.
Pero dichos ingresos se distribuyen de una forma muy desigual: 60% para los beneficios capitalistas, 25% para salarios y 15% para ingreso mixto (asociado al ingreso percibido por productores familiares y cuentapropistas). Surge entonces una relación beneficios/salarios = 240, lo que en teoría marxista identificamos con la tasa de plusvalía. Tengamos en cuenta que esta relación a nivel de toda la economía, con los resultados de todas las actividades económicas sumados, es de 101.
En la industria manufacturera, como ya vimos, el valor agregado en el curso de su proceso productivo constituye el 32% del total, pero su distribución es mucho más equitativa, que da lugar una tasa de plusvalía de 149. En efecto, en este caso a los beneficios les correspondió el 57% del ingreso generado, y a los salarios el 38%.
En síntesis. Más allá del momento o la coyuntura en que se desencadenó la controversia sobre la exportación de ganado en pie, y que dio lugar a nuestra reflexión, lo cierto es que el destino fuera de fronteras de “ganado vestido”, como le llamó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el Dr. Alfredo Fratti, descontinúa la cadena de valor que le otorga un sentido particular a la producción agropecuaria, se pierde un agregado de valor en territorio nacional, justamente en el sector industrial donde el ingreso se reparte de una manera menos desigual.
Este no es un caso aislado de las actividades económicas que se desarrollan en nuestro país, puesto que podríamos razonar de forma similar en la producción de soja, de pasta de celulosa, y en el futuro probablemente en el caso del hidrógeno verde.
Nota:
[i] EL Banco Central del Uruguay (BCU) no ha actualizado la información en torno al enfoque de ingresos del PIB. Los últimos datos, que utilizamos en este artículo, refieren al año 2021.
(*) EconomiaPolitica.uy es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Política, dirigido por el Ec. Héctor Tajam.
Panorama Internacional
Alerta la Cepal sobre impacto de políticas comerciales de Trump
Dora Villanueva
La incertidumbre global, extendida por las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos, tendrá como principal afectado a México, país que destina 80 por ciento de sus exportaciones a su vecino, pero también extendará sus efectos al resto de las naciones latinoamericanas, expuso José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Durante el año pasado, Estados Unidos fue el principal origen de la inversión extranjera directa (IED) hacia la región. Le siguen la Unión Europea y la realizada entre los mismo países latinoamericanos. En este contexto, será fundamental que la región diversifique, enfatizó el funcionario.
La agencia de la ONU destacó que si bien el año pasado México registró un repunte de 47.9 por ciento en los flujos de IED para llegar a 45 mil 337 millones de dólares, la incertidumbre desatada por la política arancelaria del gobierno estadunidense tendría como primer afectado al país.
Marco Llinas, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Cepal, apuntó que la incertidumbre exacerbada que estamos viviendo en 2025 puede estar haciendo mella en los flujos de IED de este año. Datos del Banco de México apuntan a una caída de 21 por ciento en estos ingresos durante el primer trimestre, consignó.
En conferencia de prensa, Salazar-Xirinachs sostuvo que frente a la política comercial de EU, los países de América Latina deben actuar con cautela y avanzar en al menos cuatro líneas, que van desde la diversificación de las relaciones comerciales, fortaleciendo los vínculos con bloques claves, como la región de Asia Pacífico, la Unión Europea, China, India y los países del golfo Pérsico, hasta una mayor integración intrarregional.
Enfatizó que, en medio de la mucha incertidumbre que se vive a escala global, México está muy integrado con Estados Unidos y Canadá y es el mejor país posicionado en América Latina para recibir IED de Asia y China a raíz del reacomodo geopolítico. Donde hay experiencia e institucionalidad, empiezan a operar de manera muy fuerte los círculos virtuosos y México los tiene. Daños puede haber, por supuesto, por la política de Estados Unidos, pero también ventajas y mucho interés común entre los dos países, matizó.
En 2024, de acuerdo con los datos recuperados por la Cepal, EU fue el principal origen de la IED a México, e incluso repuntó 22.9 por ciento; le siguió Japón, que también incrementó sus flujos en 44.7 por ciento y Alemania, que lo hizo en 56 por ciento.
Además de México, otros países que tienen fuerte dependencia de Estados Unidos, son los de Centroamérica, República Dominicana y Colombia, que envían a ese país entre 30 y 60 por ciento de sus exportaciones.
América del Sur está menos expuesta, dado que en general los países de la región destinan 20 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos y en algunos casos menos de 10 por ciento, agregó.
El secretario ejecutivo de la Cepal sostuvo que hasta ahora lo que se ha anunciado es una tasa de 30 por ciento para México y otra de 50 por ciento para todas las importaciones de Brasil. Sin embargo, esta cuota tiene diferentes efectos.
Con 80 por ciento de su mercado de exportación en Estados Unidos, en el caso de México el impacto de esta alza se suaviza por el hecho de que los aranceles se aplicarían sólo a los productos exportados que no están incluidos en el T-MEC, puntualizó Salazar-Xirinachs.
En cuanto a Brasil, la tasa de aranceles que anunció el presidente estadunidense, Donald Trump, es de 50 por ciento. Sin embargo, Brasil sólo envía 12 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, y más del doble, 28 por ciento, van a China.
IED en México repuntó
En suma, en un entorno que provocó una caída de 11 por ciento en la IED mundial en 2024, la de América Latina y el Caribe aumentó en 7.1 por ciento, para un total de 189 mil millones de dólares. Sin embargo, arrastra una menor participación del PIB, de 2.8 por ciento, siendo que el promedio de la década pasada fue de 3.3 por ciento.
La Cepal detalló que el repunte regional se debió al crecimiento de la IED en Brasil (13.8 por ciento) y la México (47.9), que ocuparon el primero y segundo lugares como receptores y, en conjunto, representaron 61.6 por ciento del total de entradas hacia la región.
2.- ¿La tecnología impulsa el trabajo por cuenta propia… o lo está imponiendo?
Eduardo Camín
Esta es a priori la interrogante que se plantean Ronald Bachmann (1) y Santo Milasi (2) en un reciente blog publicado por la Revista Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el cual se analiza cómo la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización están transformando el trabajo por cuenta propia en Europa.
Según los expertos su análisis muestra que, si bien la tecnología puede generar nuevas oportunidades para algunos, también corre el riesgo de empujar a otros —especialmente a los trabajadores con bajos salarios— hacia formas precarias de trabajo autónomo.
Ya sea que seas un abogado que trabaja en un bufete y estás pensando en abrir tu propia práctica, una persona de limpieza que navega entre horarios impredecibles y busca un empleo más estable, o un programador que sopesa la libertad del trabajo freelance frente a la estabilidad de un puesto en el sector tecnológico, tu elección entre trabajar por cuenta propia o para otra persona está influida por muchos factores.
La investigación muestra que las preferencias personales y las condiciones económicas y sociales más amplias desempeñan un papel importante. Lo que resulta menos evidente es cómo la tecnología que utilizas en tu trabajo —como las herramientas de inteligencia artificial o la automatización de tareas— puede estar inclinando la balanza.
En nuestro estudio (3), queríamos entender cómo la tecnología —especialmente la inteligencia artificial (IA) y la automatización— afecta las decisiones reales de las personas de pasar del empleo asalariado al trabajo por cuenta propia, y si ciertos grupos de trabajadores (según sus habilidades, ingresos o edad) se ven afectados de manera diferente.
Analizamos las transiciones de los trabajadores entre empleo asalariado, trabajo por cuenta propia en solitario y trabajo por cuenta propia con empleados, en 31 países europeos. ² Esto nos permitió observar cómo la exposición a diferentes tipos de tecnología influye en las trayectorias profesionales: si las personas permanecen empleadas, se
vuelven autónomas o alternan entre ambas situaciones a medida que avanza el progreso tecnológico.
Al definir el trabajo por cuenta propia, distinguimos entre el trabajo por cuenta propia en solitario (trabajar de manera independiente, sin empleados) y el trabajo por cuenta propia con empleados (dirigir un negocio con personal contratado).
En cuanto a la tecnología, analizamos dos tipos: la IA —una tecnología que a menudo complementa el trabajo, ayudando a las personas a hacer más y mejor su labor— y la automatización —una tecnología que tiende a reemplazar tareas, especialmente las repetitivas. Descubrimos que las personas expuestas a la IA en sus trabajos tienen más probabilidades de pasar al trabajo por cuenta propia en solitario, pero también más probabilidades de regresar al empleo asalariado.
Esto sugiere que la IA puede crear nuevas oportunidades para el trabajo independiente,especialmente para quienes cuentan con las habilidades y la flexibilidad necesarias para aprovecharlas. Pero también podría implicar que el trabajo autónomo en solitario no siempre es deseable, especialmente a largo plazo. Nuestro análisis —señalan los expertos — muestra que estos riesgos son especialmente pronunciados para los trabajadores con baja cualificación y salarios reducidos.
Por el contrario, los trabajadores en ocupaciones donde la automatización desempeña un papel importante tienen menos probabilidades de convertirse en trabajadores autónomos. Parece que cuando la automatización limita los tipos de tareas que requieren intervención humana, también reduce las posibilidades de establecer un negocio viable en solitario en esos sectores.
Sugiere que la tecnología puede abrir nuevas puertas para los trabajadores altamente cualificados, pero para otros puede significar perder seguridad laboral y verse obligados a emprender en solitario, a menudo con poco apoyo. Muchos de estos trabajadores no se vuelven autónomos por elección, sino porque no encuentran un empleo decente y estable.
Esto desafía la idea de que la tecnología siempre empodera. Más bien, existe el riesgo de que la tecnología aumente la desigualdad en cuanto a quiénes se benefician de ella. Sin políticas inteligentes, corremos el riesgo de que la transformación digital deje atrás a demasiadas personas.
Nuestros hallazgos apuntan a varias áreas en las que se necesita acción política:
- Competencias e inclusión digital: Los trabajadores necesitan apoyo para adaptarse a las nuevas tecnologías. Esto requiere formación específica —especialmente para aquellos en empleos vulnerables o de baja cualificación— que les ayude a mantenerse empleables o a emprender negocios sostenibles.
- Protección social moderna: Muchos trabajadores autónomos quedan fuera de las redes tradicionales de protección social. Los sistemas de protección deben reflejar la realidad de la fuerza laboral actual, incluyendo el empleo no estándar y el trabajo por cuenta propia en solitario.
- Apoyo al trabajo decente: No basta con celebrar la flexibilidad o el espíritu emprendedor. Es necesario garantizar que el trabajo por cuenta propia —especialmente en solitario— sea una vía hacia un empleo decente y seguro, y no simplemente una opción cuando no hay otras alternativas disponibles.
El trabajo entre la innovación y la flexibilidad
El trabajo por cuenta propia suele considerarse un signo de innovación y flexibilidad. Y a veces lo es. Pero esa no es toda la historia. Los trabajadores altamente cualificados que están expuestos a la IA pueden elegir entre seguir empleados o convertirse en emprendedores. Otros —a menudo en empleos mal remunerados o rutinarios— pueden verse empujados al trabajo autónomo en solitario por la falta de buenas alternativas en el mercado convencional.
Vivimos una época caracterizada por un entorno cada vez más globalizado, en un contexto sujeto a continuos cambios, propiciados, en particular, por los avances tecnológicos. Estas transformaciones afectan de manera transversal a toda la sociedad, a todos los sectores y a las empresas de cualquier tamaño, que tienen que adaptarse a asumir nuevos retos, pero que también pueden aprovechar las nuevas oportunidades de la digitalización.
En particular, las empresas pueden beneficiarse de las múltiples ventajas que brindan las nuevas tecnologías y la digitalización en términos de acceso a nuevos clientes y mercados, flexibilidad, agilidad, personalización, eficiencia y
productividad: nuevos procesos, nuevos productos o servicios y nuevos modelos de negocio.
Además de esta repercusión sobre el crecimiento económico, la digitalización contribuirá a la creación de empleo de calidad: cada puesto de trabajo digital podría generar entre 2 y 4 empleos en otro sector de la economía y con salarios por encima de la media.
La economía digital impulsa, por tanto, el crecimiento y el empleo de calidad, pero, además, mejora la productividad e impulsa la internacionalización y el crecimiento de la dimensión empresarial. Actuar para garantizar que las
políticas apoyen las transiciones laborales de los trabajadores es importante no solo para ellos individualmente, sino también para la cohesión social y la sostenibilidad a largo plazo de los mercados laborales y los sistemas de bienestar.
Las investigaciones futuras deberían analizar si las tendencias que hemos identificado con respecto a la IA continúan o incluso se intensifican a medida que su adopción se expande en la economía y el mercado laboral. En este contexto, los análisis que examinan los efectos de las diferencias normativas entre países parecen especialmente importantes.
Karl Marx, el ignorado … que tenía razón
Hace años que repetimos, sin cesar que hay una tendencia generalizada en muchos informes de prescindir de una herramienta de análisis en temas de desarrollo laborales y de crecimiento como el marxismo, y es una lastima o mejor dicho una estupidez intelectual. A pesar de ser el olvidado de siempre en estos Informes o Blog el marxismo indaga la incidencia de la lucha de clases sobre la innovación, de una forma implacable.
El auge de la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) sintetiza y automatiza tareas para cualquier ámbito de actividades intelectuales humanas, mecanismos que abarcan campos genuinamente universales, pero innovar no supone necesaria e inexorablemente un «progreso» debido a sus consecuencias sociales. En la fase actual del capitalismo en innovar o perecer rige la dinámica actual de la acumulación capitalista, pero no es suficiente con comprender una tecnología aislada, sino el conjunto del dispositivo técnico y social contemporáneo que lo lleva a su nuevo destino en la explotación.
La tecnología del capital juega un papel centralmente político en el proceso de producción, el capitalista, ejerce poder de mando sobre los trabajadores a partir del dinero, lo que Adam Smith llamó: “labour commanded”, mediante la compra de la fuerza de trabajo del obrero ejerce el poder de mando sobre los trabajadores a partir del dinero, el obrero no puede concurrir al mercado sino vendiendo como mercancía su propia fuerza de trabajo.
Marx lo analiza en el fragmento inédito del Capítulo VI de El Capital explicando las dos maneras de la “subsunción del trabajo”—la formal: cuando el trabajador vende su fuerza de trabajo deja de ser dueño de sí mismo y se enajena al patrón y formalmente deja de ser propietario de sí mismo, —la real en el puesto de trabajo, cuando del trabajo activo del trabajador, el capitalista consigue el aumento de la productividad laboral y el incremento de la tasa de plusvalía.
Ambas formas son específicas de la explotación capitalista, con la inserción del nuevo fenómeno tecnológico de la IA, también se vuelven a modificar las relaciones sociales y la lucha de clases, los sujetos están obligados a adaptarse y disputar la hegemonía dentro del proceso de cambio social.
Para el capital, las innovaciones en los procesos de cambio tecnológico crean un vasto dominio de posibilidades siempre cambiantes para mantener o aumentar la rentabilidad. La búsqueda de tecnologías genéricas que pudieran aplicarse casi en cualquier campo, como ha sucedido durante los últimos años con la computarización. Surge así un vasto territorio empresarial en torno a la invención y la innovación.
Es lo que Brian Arthur en “The Nature of Technology” llama «nichos de oportunidad» que suministran por doquier nuevas tecnologías que inciden en la producción, circulación comercial, unidades militares de investigación que implican dominio geopolítico, vigilancia de individuos y trámites burocráticos. El cambio tecnológico recrea choques entre los empresarios que introducen innovaciones para incrementar su beneficio, y trabajadores que buscan evitar el impacto negativo de esta transformación sobre el empleo, el salario, y las condiciones laborales frente a los Estadosoccidentales capitalistas que muestran sus debilidades en la gestión de su política fiscal.
La innovación es un proceso objetivo, cuyos efectos potencialmente progresivos están en permanente conflicto con la acumulación del capital. En realidad, y según la concepción ideológica que tengamos, podemos analizar que el cambio tecnológico equivale al desarrollo cualitativo de las fuerzas productivas, en un marco de relaciones de propiedad definidas a un marco específico del modo de producción dominante.
Lo cierto es, que a medida que la IA reconfigura el panorama laboral, los temores a un desempleo generalizado chocan con el optimismo por potenciales aumentos de la productividad. Por su propia estructura del reparto de la riqueza no consiguen revertir la creciente tendencia a la concentración de la riqueza y el traslado de ésta desde los
trabajadores (secuestro de rentas) hacia el capital concentrado.
El epicentro de la lucha de clases en la época contemporánea se encuentra en la brecha cada vez mayor entre los ricos y el resto de la sociedad. Pero quien le pone el cascabel al gato.
Notas
- Ronald Bachmann, Jefe de unidad de Mercados Laborales, Educación y Población en el Instituto Leibniz de Investigación Económica (RWI), Alemania
2. Santo Milasi,Economista en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en Bruselas, Bélgica
Bachmann, R., M. Gonschor, A. Mitra, S. Milasi (2025), Technological progress and the dynamics of self-employment: Worker-level evidence for Europe. International Labour Review 164(2): 1-23 - Nuestros análisis se basan en datos de las Estadísticas de la Unión Europea sobre ingresos y condiciones de vida (EU-SILC) para el período 2014-2019.
*Periodista uruguayo residente en Ginebra. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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