Paraguay: Cecilia Cubas, una historia sin desenlace

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Cecilia Cubas fue secuestrada al caer la tarde del 21 de setiembre de 2004. Su cuerpo putrefacto se encontró en un calabozo subterráneo excavado en una vivienda propiedad del dirigente del grupo Patria Libre Manuel Cristaldo Mieres, ubicada en la localidad de Ñemby, a pocos kilómetros de Asunción.

Sendos destacamentos de la policía y bomberos habían llegado al lugar ante el requerimiento de los vecinos, quejosos por los malos olores que emanaban del patio de ese predio aparentemente abandonadobno hacía mucho tiempo. Bajo la casa, en un sótano se descubrieron tres minúsculas celdas de alrededor de dos metros de alto y menos de un metro de diámetro. En una de ellas estaba el cuerpo de la mujer.

Las pericias médicas indicaron que la joven de 31 años -hija del ex presidente Raúl Cubas- había sido muerta unos 60 días atrás.Las autoridades policiales señalaron que además se encontró en el edificio material explosivo, chalecos antibalas, medicamentos y otros objetos y productos.

Los testigos del secuestro señalaron en su oportunidad que el automóvil en que se movilizaba Cecilia Cubas había sido interceptado por otro automóvil y una camioneta, cuyos ocupantes, tras disparar contra el coche de la víctima, la sacaron a golpes y la subieron -arrastrándola- a uno de esos vehículos.

La confusa bestialidad
que precedió al crimen

Sus padres pagaron oportunamente la suma de US$ 800.000 a sus hasta hoy no identificados raptores. La muchacha no fue devuelta y lo que pudo parecer un simple hecho delictual -aunque grave- cambió de característica cuando los plagiarios comunicaron al padre que esa cantidad no constituía pago por la devolución de su hija, sino una «multa» o «adelanto» a cuenta de los cinco millones de dólares estadounidenses que esperaban recibir.

Esa fue la última vez que se supo de la pandilla.

Las cosas se complicaron cuando la policía declaró que de las seis personas detenidas a lo largo de la investigación del secuestro de Cecilia Cubas, una de ellas, Osmar Martínez, era «ayudista» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que operaban en Paraguay.

Raúl Cubas Grau, del partido Colorado, ocupó la presidencia de Paraguay durante ocho meses -entre agosto de 1998 y marzo de 1999-. Había sido elegido a los 55 años luego de la detención y apresamiento del ex general Lino Oviedo, hasta entonces el favorito del electorado. Cubas -sin mayores antecedentes políticos- era el candidato a vicepresidente en la lista de Oviedo.

La crisis política, la más grave desde el derrocamiento de Stroessner, estalló cuando el presidente liberó a Oviedo de la cárcel, ya condenado a 10 años de prisión por un intento de golpe de Estado, confinándolo en un recinto militar.

Los hechos se precipitaron el 23 de marzo, cuando Luis María Argaña fue asesinado de 10 balazos. Era el vicepresidente de Paraguay y también más férreo opositor al gobierno de Cubas. Muchos testigos aseguraron en los días siguientes que la guardia oficial de Argaña no respondió al ataque.

La oposición de inmediato señaló a Cubas y Oviedo como autores intelectuales del crimen -sin presentar elementos probatorios de ello- y llamaron a la desobediencia civil mientras el senado iniciaba el enjuiciamiento político del presidente con miras a su destitución.

Esa misma noche se produjeron una serie de enfrentamientos entre Oviedistas y antioviedistas, y entre éstos y aquellos y las fuerzas policiales, en la plaza del Congreso. El saldo fue de no menos de siete heridos.

Los desórdenes callejeros continuaron por largos días, hasta que el presidente renunció a la primera magistratura. En su alocución final dijo: «Las tensiones que se están gestando en torno a la crisis política pueden tener peores consecuencias. Lamento la forma en que se ha instrumentado a humildes campesinos e idealistas jóvenes paraguayos.

«Me duele admitir que la clase política tiene gran responsabilidad en toda esta pesadilla. Yo asumo la cuota que la historia tenga que adjudicarme. Pido disculpas a todos los paraguayos que me votaron, pero este presidente no ordenará que las fuerzas armadas se movilicen para atentar contra la constitución y leyes de la república. No voy a ser responsable de más derramamiento de sangre por cuestiones políticas y paso el control del poder ejecutivo con todas sus prorrogativas al presidente del honorable Congreso de la Nación».

Durante los siete meses de su gobierno se lograron el servicio de salud materno infantil gratuito, una reducción de los gastos públicos, la disminución del déficit fiscal y se iniciaron algunas acciones contra la corrupción en los aparatos estatales.

Sólo que ni siquiera su renuncia impidió que continuara la violencia. Esa misma noche un grupo de pistoleros -nunca identificados por completo- dispararon desde un edificio contra los que celebraban el alejamiento de Cubas. Murieron cuatro jóvenes y decenas de personas resultaron heridas.

Tras su renuncia el ex presidente se autoexilió en Brasil, regresando poco después a su tierra. Probablemente nunca se aclare el secuestro y la forma miserable en que murió Cecilia Cubas.

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