Paraguay entre el hambre y la lucha social
Trabajo mal pagado, aumento de la cesantía -integrada a las estructuras económica y social-, desprotección de la infancia y los clásicos déficit por omisión del Estado en los rubros de salud, educación y vivienda pueden considerarse como los mejores logros del capitalismo en América Latina.
La situación social resultante constituye una tragedia evidente en países como Haití y Bolivia, puede ser disimulada en algunos, como la Argentina y Chile, ha terminado por constituir parte del paisaje urbano y rural en otros, como Brasil, Venezuela y, en general, en Centroamérica, o explota con inusitada violencia, como se marca en Paraguay.
Dos organizaciones surgidas de la base social canalizan el descontento en ese país mediterráneo. La Coordinadora Obrera, Campesina y Popular (COCP), integrada por la Federación Nacional Campesina (FNC), la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP), entidades ligadas a la Central Nacional de Trabajadores (CNT), un sector del movimiento sin techo y médicos del Instituto de Previsión Social (IPS) es una; la otra es el Frente Nacional en Defensa de la Soberanía y la Vida (FNDSV), conformado principalmente por la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC), la CNT, y los trabajadores del transporte.
El FNDSV apoya las ocupaciones de tierras realizadas en los últimos meses. La COCP, a través de su coordinador Ermo Rodríguez, por su parte, anuncio para el 20 de octubre un congreso para definir acciones conjuntas contra el gobierno, toda vez que los «discursos y, promesas y la reivindicación de su origen humilde (del presidente Duarte) fueron la pantalla para ocultar el verdadero contenido de su política, que busca mantener a la mayoría de la población en la misma situación de pobreza y miseria».
El diario ABC publicó en su edición del miércoles: «El Ejecutivo prometió al Frente en Defensa de la Soberanía y la Vida la entrega de unas 25.000 hectáreas de tierra en diferentes departamentos en lo que queda de este año y una superficie similar el año que viene. Además, lanzó a través de varios canales programas de asistencia integral a pequeños productores, anunció un proceso de recuperación de tierras malhabidas y procedió a la intervención del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra». (Ver información completa en: www.abc.com.py/articulos.php?fec=2004-10-07&pid=138095).
Hambre
Un informe de la UNICEF señalaba en mayo de este año que la desnutrición global afecta al 5% de la población infantil paraguaya menor de cinco años y al 30% de embarazadas. La padecen alrededor de 35.000 niños y niñas menores de cinco años y un estimado de 45.000 mujeres embarazadas. Otros 141.000 infantes están en el borde del riesgo, un flagelo de la pobreza, indicó en esa fecha Nils-Arne Kastberg, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, durante una visita a ese país.
Kastberg dijo que el alto porcentaje de desnutrición embarazadas; así como ‘los índices de mortalidad materna (son) inaceptables’ y coexisten con cuestiones de violencia y abuso sexual de menores, quienes ‘una vez explotadas, quedan embarazadas y no reciben buen tratamiento, por lo cual muchas de ellas mueren al dar a luz’. El funcionario internacional estimó,ó en unas 30.000 las niñas en esa situación.
El hambre y la extrema pobreza alcanza a casi la mitad de la población en Paraguay. Las cifras son alarmantes, entre 1995 y 2001 el porcentaje de paraguayos en situación de extrema pobreza subió de 13,9% en 1995 a 15,6% en 2001.
Una encuesta de Hogares 2002 -según una información aparecida en 7 de este mes en la Agencia Argenpress (www.argenpress.info/nota.asp?num=011355)- reveló que unas 900.000 personas sobreviven por debajo de la franja de la pobreza, cifra que se acentúa hasta el 47% en zonas rurales, mientras los pobres superan el millón, de una población total de poco más de cinco millones de habitantes.
Del hambre no tiene monopolio Paraguay. Ya en setiembre de 2002 el Programa Mundial de Alimentos (PMA) denunciaba siete muertos por desnutrición en Guatemala. «El número de siete muertos es un dato preliminar porque se tiene conocimiento de otros 12 decesos, pero hay que confirmarlos todavía», explicó a la AFP la vocera del PMA, organismo especializado de Naciones Unidas, Lola Castro (www.lahora.com.gt/02/09/06/paginas/nac_3.htm).
El norte de la Argentina -en la región andina como en las provincias del litoral- la desnutrición infantil semeja una endemia sobre la cual no se han terminado de recabar datos. En la provincia de Tucumán -según información de 2002 en www.nutrar.com/detalle.asp?ID=1333– «entre el 25 y el 30 por ciento de los chicos menores de dos años tiene desnutrición aguda (en algún grado de ella)».
Se considera -establece la FAO, www.fao.org-, que más de la mitad del total de las muertes infantiles en los países en desarrollo tienen que ver con los problemas de nutrición de los niños.
Se puede atribuir la mayor parte de estos decesos a una desnutrición leve o moderada, en contraposición a la desnutrición grave. Cerca de 190 millones de niños en todo el mundo tienen un peso inferior al normal y 230 millones presentan retraso del crecimiento. Sin embargo a diario se le dice a la humanidad que este es el único sistema social y económico posible.