Paraguay: “La soja transgénica se ha instalado y va a ser difícil sacarla”
Entrevista de Ramiro Escobar*
Desde el 15 de agosto gobierna en Paraguay el ex obispo católico Fernando Lugo, quien al ganar las elecciones de abril logró romper con 61 años de hegemonía del conservador Partido Colorado. Son muchas las expectativas de cambio que el gobierno de Lugo ha suscitado en el pueblo paraguayo, incluidas una reactivación económica con equidad social y una reforma agraria integral. El gobierno de Lugo también deberá definir una política respecto al monocultivo de soja transgénica que expulsa a los pequeños agricultores de sus tierras. Sobre este tema versa la siguiente entrevista a José Luis Casaccia, secretario del Ambiente del Paraguay.
Los transgénicos están entrando en América Latina. ¿Paraguay va a resistir esta ola o va a navegar en ella?
-Paraguay es un caso emblemático. En la época de [la dictadura de Alfredo] Stroessner [1954-89] se dio muchos favores a la colonización, sobre todo a la que venía del Brasil. Hubo un boom de la soja, y los agricultores, para marcar su frontera agrícola, tumbaron buena parte del bosque. Los transgénicos en nuestro país entraron de contrabando.
¿De qué dimensiones es el problema?
-Tenemos un 70% de transgénicos, no porque se haya decidido, sino porque las fronteras con Brasil son amplias y hoy estamos pagando un alto precio por la irrupción de la soja. Somos el sexto productor mundial de este cultivo, pero tenemos como contrapartida la huida de los campesinos a urbes o metrópolis. Hay 2.6 millones de hectáreas de soja. Somos grandes exportadores [de soja], pero ¿dónde están las fábricas para procesarla o darle un valor agregado? Se exige mucha cantidad de tierra, pero un mínimo de brazos-hombre. Está todo mecanizado. No queda renta para el campo. Es un sistema perverso en el cual el colono de origen brasileño, el ‘brasiguayo’, es el gran sojero. Hoy estamos con el tema de cobrar un impuesto y ellos están ofreciendo resistencia.
¿Fue con los ‘brasiguayos’ que llegaron los transgénicos a Paraguay?
-Sí, prácticamente se introdujo la semilla desde el Brasil y hoy estamos viendo poblaciones enteras quejándose de los transgénicos y de los agroquímicos que se utilizan. El productor de soja piensa en ganar cada vez más, no le interesa lo que es la biodiversidad o el hombre. Ese es el choque que estamos teniendo ahora.
¿Es una especie de choque cultural también?
-El problema es que la soja no es algo que el campesino cultive. La soja en 10 o 15 Ha no es muy rentable que digamos. En 100 Ha para arriba sí lo es. Por eso, chocan dos modelos muy distintos: los grandes y medianos productores, con muchas hectáreas de tierra, y el pequeño productor, para quien no es rentable dicho cultivo. Es un choque bastante grande.
¿Hay o habrá alguna política del Estado paraguayo para los transgénicos?
-Eso se está analizando actualmente. La soja transgénica se ha instalado y va a ser difícil sacarla. La idea es limitarla y poner áreas. Ya no expandir ese cultivo, que nos hace figurar en la lista de grandes productores, no obstante que la pobreza se acrecentó. Tenemos como un millón y medio de compatriotas que están en índices de pobreza por debajo de lo que establecen las Naciones Unidas.
¿En qué consistirán las nuevas políticas sobre el tema?
-Tiene que haber una política para todos. No se trata de permitir que se instalen más cultivos transgénicos, sin que se sepa qué efecto pueden tener sobre los humanos. Tenemos que hacer un estudio más profundo y hacer planificación al respecto. Eso está a cargo del nuevo gobierno. Una idea sería, en todo caso, industrializar la soja y que salga del país con valor agregado. No podemos ser solamente un país exportador de materias primas y seguir pobres como siempre.
¿Una ola de transgénicos podría afectar cultivos propios de la biodiversidad paraguaya?
-Según los científicos puede afectar. Con el crecimiento de esa frontera agrícola y la aplicación de los químicos puede haber efectos grandes en la biodiversidad. Inclusive, en los cultivos orgánicos que limiten con la soja. Nosotros estamos trabajando para un ordenamiento territorial y vamos a limitar la presencia de la soja en algunos departamentos.
¿Eso implicaría algunas expropiaciones de tierras?
-No, no. Simplemente sacar una ley diciendo que en tal departamento o comunidad está permitido todo tipo de cultivos, menos la soja transgénica. Hay que incentivar los cultivos orgánicos, que tienen mejor precio. Tenemos algunos cultivos exitosos. El sésamo, por ejemplo, por el cual hay un pedido a nivel mundial y a buen precio. Y se puede cultivar en pocas hectáreas.
¿Qué harán frente a las grandes corporaciones que producen transgénicos?
-Sabemos que las grandes corporaciones que se dedican a los productos o alimentos, en grandes cantidades, tienen sus intereses. Establecen sus mecanismos y después hasta te quieren cobrar una especie de impuestos por usar la patente o la semilla. La idea es limitar todo eso. Sabemos que los transgénicos son productivos o comerciales para mucha gente, pero no sabemos los efectos que puedan tener y creo que con la soja es suficiente.
¿Para ustedes es una cuestión de soberanía alimentaria?
-Por supuesto. Uno de los planes es garantizar la soberanía alimentaria, sobre todo dentro del rubro de productos que sean los más naturales y orgánicos posible. Es la tendencia que marcaremos.
Se dice que los transgénicos son una solución para el problema de la alimentación. ¿Qué piensa de eso?
-No hay que ser simplistas. El transgénico que se produce en nuestro país sirve para alimentar cerdos del Asia, por ejemplo. Tenemos que buscar otras alternativas. La soja en nuestro país no ha respetado las reservas legales de bosque, ni los cauces hídricos. No ha respetado las reglas establecidas para poblados, escuelas. Estamos tratando de reencauzar eso y vamos a exigir a los señores productores de soja que recompongan el pasivo ambiental, que cumplan con las leyes. No hay una conciencia en el productor. Tenemos buenas leyes, pero estamos saliendo de un periodo donde campeó la corrupción. Estamos cambiando de mentalidad. Y ahora vamos a exigir el cumplimiento de la ley a todos.
*Periodista de Noticias Aliadas. Foto de Ramiro Escobar.