Paralizada la mayor mina de cobre del mundo
Los trabajadores afiliados al Sindicato Interempresa Nacional de trabajadores de contratistas y subcontratistas de Chile (sintrac-cnd) paralizaron las faenas en campamento Nº 5000 de Minera Escondida, como efecto de la sordera de las empresas contratistas a escuchar sus demandas de mejorar las condiciones de trabajo y remuneraciones de miles de trabajadores de dicho yacimiento.
El día 16 de mayo, se había entregado un petitorio de 3 puntos a Minera Escondida, que no tuvo una respuesta por parte de la empresa, por lo que no hubo diálogo posibe. Por ello los trabajadores pidieron a la Dirección Nacional del Trabajo que mediara en el conflicto, del que son parte también las empresas contratistas y subcontratistas.
Minera Escondida –propiedad de la angloaustraliana BHP Billiton– aduce que no mantiene relaciones de trabajo con los obreros de sus contratistas.
LA FIGURA DEL CONTRATISTA
Una de las consecuencias de la orientación económica impuesta por la pasada dictadura militar en Chile, aceptada e impulsada por los gobiernos que la sucedieron, es la figura de la empresa contratista –y aún subcontratista– respecto de la que asume determinadas obras.
De este modo una importante masa de trabajadores administrativos y obreros deben aceptar condiciones de trabajo muchas veces próximas a la esclavitud –como ocurre en las faenas de la fruticultura, en que se ha llegado al extremo de encadenar –se escribió encandenar: poner cadenas– a las mujeres que seleccionan y empaquetan el producto “para que no pierdan tiempo yendo al baño a cada rato”.
Las empresas contratistas, a veces relacionadas con las “compañías madres” por una maraña de vínculos societarios, financieros y personales entre sus propietarios o ejecutivos, suelen cobrar a título de comisión una suma equivalente a la que se paga a los obreros y otros trabajadores.
Éstos, los trabajadores, son contratados por tareas específicas, a modo de trabajadores temporales, lo que mantiene al sector laboral en una situación de permanente angustia e inseguridad sobre su futuro.
LOS HUELGUISTAS
Dice SINTRAC en una declaración pública emitida en la tarde del mismo seis de junio: “No hemos sido escuchados, es más, por orden de la Compañía Minera Escondida, fuimos detenidos por 20 horas, en la tercera comisaría de Antofagasta. Esto se suma al impedimento de poder ingresar a faenas a conversar con nuestros asociados. Frente a esta acción, hemos interpuesto un recurso de protección en contra del Presidente de la Compañía Minera Escondida, señor Bert Nacken.
“Por todas estas razones, llamamos a la Compañía Minera Escondida a resolver con celeridad este conflicto; también a las autoridades de gobierno, principalmente a la Inspección de Trabajo a resguardar la normativa laboral vigente y a todas las organizaciones sociales, principalmente a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a apoyar las justas demandas de los trabajadores”.
Firman el comunicado Sergio Alegría Millaqueo y Carlos Gormaz, dirigente nacional y coordinador regional, respectivamente.
Los representantes de Minera Escondida, por su parte, aseguraraban en la mañana del martes siete de junio que la mina “no ha sufrido recortes en su producción por una paralización de trabajadores de empresas contratistas, que participan en la construcción de nuevos proyectos”.
Los operarios que no concurren a sus trabajos son en total alrededor de cinco mil hombres. «Esta es una paralización indefinida. Hasta que no se sienten en una mesa los dirigentes con las empresas contratistas, minera Escondida y subcontratistas, seguiremos adelante con lahuelga», dijo Carlos Gormaz el coordinador general del sindicato de contratistas de Antofagasta a la Agencia Reuters.
Escondida produjo más de un millón de toneladas del metal rojo en 2004.