Perú, estrena nuevo gabinete con mayoría de viejos actores
Alejandro Tesa
Cuarenta minutos en el Salón Dorado de Palacio de Gobierno, en Lima, bastaron para que Alan García tomará el juramento de rigor al nuevo equipo ministerial, formado mayoritariamente por los mismos actores que habían renunciado ante el escándalo de "negocios" y sobornos. Yehude Simón reemplazó a Jorge del Castillo, que según todas las luces continúa contando con la confianza de su amigo el presidente.
Entre los 16 ministros hay 10 que repiten el plato en carteras claves como las de Relaciones Exteriores, José García Belaunde; Economía, Luis Valdivieso; Defensa, Ántero Flores, y Comercio Exterior, Mercedes Aráoz.
Yehude Simon reemplazó a Jorge del Castillo, del partido aprista, que debió renunciar por un escándalo de corrupción develado por la prensa. Las otras seis caras nuevas son: Salud, Oscar Ugarte (reemplaza a Hernán Garrido Lecca); Energía y Minas, Pedro Sánchez, por Juan Valdivia, y Producción, Elena Conterno, por Rafael Rey. Fueron ratificados los ministros del Ambiente, Antonio Brack; Vivienda, Enrique Cornejo; Justicia, Rosario Fernández; Educación, José Chang; Transportes y Comunicaciones, Verónica Zavala, y Trabajo, Jorge Villasante Araníbar.
En Interior, el ex general de policía Remigio Hernán Meloni (reemplaza a Luis Alva Castro); Agricultura, Carlos Leyton (reemplaza a Ismael Benavides), y de la Mujer, Carmen Vildoso (reemplaza a Susana Pinilla).
Para nuevo primer ministro Simón –que recomendó a buen número de los nuyevos designados– se trata de un gabinete es equilibrado entre empresarios y sectores populares.
El presidente Alan García dijo en una breve alocución en la ceremonia del nombramiento de los secretarios de Estado, que el gabinete que se ponía en funciones deberá desarrollar su tarea sobre tres exigencias:
a) la defensa del país ante la grave crisis económica internacional mediante las obras de infraestructura, la descentralización y el fomento a la inversión nacional y extranjera;
b) la lucha contra la amenaza de la corrupción, y
c) los avances sociales, en especial la erradicación de la miseria y la reducción de la pobreza, mediante obras públicas como la electrificación, saneamiento, y la erradicación del analfabetismo.
Para muchos analistas el cambio ministerial no refleja en el presidente una intención de cambiar las pràcticas políticas; algunos sectores probablemente miren con desconfianza a quien fue designado Ministro del Interior por el temor de que aumente la actividad represiva del Estado ante las protestas populares, que van camino de ser "criminalizadas", como una forma de acallarlas.
En los próximos días, señalaron algunas fuentes, se podrá hacer un análisis del verdadero sentido del cambio de gabinete.