Perú no encuentra salida a la crisis política y social
Mariana Álvarez Orellana - CLAE
La crisis política que soporta Perú desde hace varios años y que se vio agravada con la presidencia de Pedro Castillo, coloca al país en un escenario muy similar a un país sin salida, con un gobierno sin rumbo y que ha dilapidado el respaldo ciudadano con el que llegó al poder y con una oposición parlamentaria de derecha cuya única estrategia es la liquidación del Ejecutivo, Pareciera que ninguno de ellos sabe qué hacer con el país.
Para los analistas, es poco probable construir espacios de consensos, de llegar a acuerdos políticos son muy limitados porque los actores en conflicto han quemado y expectorado a posibles garantes como el Acuerdo Nacional, las Iglesias y la sociedad civil.
Y en medio de esta confrontación, el Ejecutivo ha lanzado la propuesta de la Asamblea Constituyente como el fin de todos los males, la que difícilmente pasará el filtro del Congreso. Lo que no significa que es necesario encontrar una salida constitucional que evite el descalabro o salidas radicales que destruyan lo poco que se ha avanzado desde el proceso de transición democrática que instaló el presidente Valentín Paniagua hace casi dos décadas, tras la caída del dictador Alberto Fujimori.
La oposición derechista ya forzó dos procesos de destitución. Con la decisión del pleno del Congreso de admitir las mociones de interpelación de Aníbal Torres, presidente del Consejo de ministros; Alfonso Chávarry, ministro del Interior; Carlos Palacios, ministro de Energía y Minas; y, Betssy Chávez, ministra del Trabajo, se configura un escenario de confrontación con desenlace muy rápido: todo se resolverá esta semana.
Todo indica que nada detendrá esta nueva confrontación entre Ejecutivo y Legislativo. Al parecer los votos para la interpelación de Torres están asegurados, lo que significaría que el presidente Castillo pierde no solo a su más importante cuadro político. Y con él se irán tres ministros representantes de la bancada magisterial (Chávez), de la bancada de Perú Libre (Palacio), y del grupo chotano (Chávarry y el propio Torres).
Así, Castillo se ve obligado a instalar su quinto Gabinete, todo, en nueve meses de gestión. Pero una segunda censura al próximo gabinete o la negación de una cuestión de confianza al Ejecutivo, será razón suficiente para que el presidente disuelva el Congreso, y convoque a nuevas elecciones parlamentarias.
Este escenario se presenta en medio de un proceso de conflictos sociales y de paros y movilizaciones por demandas que no han sido resueltas por el Ejecutivo (ni éste ni los anteriores), no parece que habrá posibilidades de acuerdos, mientras la conflictividad social, incitada por el hambre y desempleo, se va transformando en violencia social, echándole gasolina a la crisis.
El oscurantismo de la derecha
Pero la derecha sigue su camino oscurantista: El viernes 6 de mayo, el pleno del Congreso aprobó con 88 votos a favor la iniciativa legislativa que impide que los escolares reciban educación sexual integral y educación con enfoque de género. La medida aprobada nació del proyecto de ley 904, propuesto por Esdras Medina Minaya, congresista ultraconservador de Renovación Popular y simpatizante de “Con mis hijos no te metas”.
Con su propuesta aprobada, los textos escolares no podrán contener información sobre educación sexual integral ni educación con enfoque de género, pues según el texto sustitutorio aprobado la iniciativa busca que la educación no se use para promover una «ideología social». Así es como se refieren los grupos antiderechos a las herramientas que ayudan a prevenir la violencia contra la mujer y personas LGTBIQ+, así como los embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual.
* Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)